Una licitación fallida de 9 millones de euros deja al Ejército sin buques logísticos

La Subdirección General de Adquisiciones de Armamento y Material DGAM ha declarado desierta una licitación de 9 millones de euros, para la adquisición de un buque de carga logístico de segunda mano. El contrato se tramitó por urgencia para "atender la necesidad urgente y sobrevenida de transporte logístico", ya que en menos de un año el Ejército de Tierra ha jubilado a sus dos buques, ambos con más de 35 años, quedándose actualmente sin ningún medio de transporte marítimo para trasladar tropas y material. Este concurso público era su oportunidad para conseguir una embarcación, pero hizo aguas porque la única oferta que se había presentado no cumplía con los requisitos del pliego. Ante la falta de barcos, no queda otra alternativa que recurrir al sector privado.

La embarcación iba a servir de transporte logístico al Ejército de Tierra, al Mando de Operaciones y a la Unidad Militar de Emergencias. Según el pliego de prescripciones técnicas, no podía tener una antigüedad mayor de 22 años y su eslora no podía tener una longitud superior a 150 metros. Concretamente, Defensa estaba buscando un trasporte que fuera capaz de trasladar contenedores con un peso de 20 toneladas y que además pudiese llevar en su interior explosivos y líquidos inflamables.

La licitación indicaba que la embarcación debía tener dos cubiertas, como mínimo, y contar con espacios de habilitación para un mínimo de 29 personas, incluyendo a la tripulación. La recepción del barco se iba a realizar en el Arsenal de Cartagena.

El Ejército se queda sin buques

Con esta compra fallida, el Ejército tendrá que contratar empresas de transporte privadas, ya que en menos de un año se han retirado los dos buques logísticos que utilizaba Defensa por estar obsoletos. En noviembre de 2019 se jubiló al buque 'El Camino Español' y en junio de este año también terminó de dar servicio la embarcación el 'Martín de Posadillo'. Ambos eran utilizados para trasladar material a las ciudades de Ceuta y Melilla, a los archipiélagos de Canarias y Baleares, y las misiones en el exterior entre ellas en el Líbano y Turquía.

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Fuentes de Defensa explican a El Confidencial, que a corto plazo, la DGAM sigue con el proceso de adquisición de un buque de segunda mano que, de manera interina, pueda satisfacer los requisitos de transporte logístico del Ejército de Tierra hasta que se lleve a cabo la obtención de los dos buques que sustituyan a los dos dados de baja. Adelantan que ya se ha iniciado la tramitación de una nueva licitación para la adquisición de una embarcación. Al cierre de esta edición, aún no se ha publicado la nueva licitación en el portal de contratación del Estado.

Esta situación es grave, el propio Ejército de Tierra ha estado insistiendo en los últimos años que una de sus principales prioridades era buscar una sustitución a estos dos barcos. En este sentido, hay varias alternativas sobre la mesa. La primera era la ideal: construir su propio buque en el astillero público de Navantia, pero requiere mucha financiación. La segunda sería comprar embarcaciones de segunda mano y reconvertirlas, como sucedió con 'El Camino Español' y el 'Martín de Posadillo' y la tercera y última es recurrir al sector privado para contratar embarcaciones.

El primer buque ecológico de la Armada

En 2018, Navantia presentó al Ministerio de Defensa el proyecto de buque logístico para el transporte de material del Ejército de Tierra en el astillero Puerto Real. El proyecto de buque TELT (Transporte Logístico Ecológico y Trivalente) está diseñado como una embarcación de última generación, de gran capacidad de transporte de material e iba a cumplir con la normativa medioambiental, ya que se propulsaría con gas natural licuado. Iba a ser el primer buque ecológico de la Armada.

También se diseñó para que pudiera intervenir en catástrofes naturales y humanitarias, pudiendo instalar en su cubierta contenedores de alojamiento, de potabilización de agua, generación de energía y hasta de un hospital avanzado. Este proyecto podría haber evitado que el Ejército de Tierra se viera en la grave situación actual, pero la falta de financiación tiene el proceso estancado.