En coche al quirófano: la idea de un hospital de Bilbao para que los niños no se estresen

Someter a los niños a operaciones quirúrgicas es duro, tanto para los padres como para los propios menores. Sin embargo, el hospital IMQ Zorrotzaurre de Bilbao ha puesto en marcha una iniciativa que, cuando menos, es brillante: para eliminar el estrés y las lágrimas de los niños, entrarán a la sala de operaciones conduciendo ellos mismos un vehículo eléctrico, aunque el control es remoto y lo dirige un celador.

Desde el hospital aseguran que la idea “está demostrando gran eficacia, consiguiendo que los niños y niñas que requieren tratamiento quirúrgico vayan más tranquilos a quirófano gracias a los cochecitos eléctricos que les trasladan desde que se separan de sus padres hasta la sala de operaciones”.

Nicolás Guerra, director general de IMQ, explica que “existía una considerable preocupación por los lloros y el estado de nerviosismo y angustia de los más pequeños, que veían cómo eran separados de los padres y que, a pesar de ponerles las mejores sonrisas y desplegar múltiples recursos, en muchas ocasiones no conseguían calmar a los más pequeños”.

El equipo de anestesistas de IMQ era uno de los más preocupados porque “si los niños se duermen asustados, se despertarán de la misma manera”. En cambio, si el menor se duerme calmado, “tenderá a despertarse de la intervención con menos llanto y preocupación”.

Después de barajar múltiples ideas y ver qué se hacía en otros hospitales, decidieron adquirir el coche eléctrico, tras consultar con los enfermeros, cirujanos y anestesistas: aseguran que el 98% de los menores quiso utilizar el cochecito para ir al quirófano; todos los que lo utilizaron fueron sin llorar y en calma; y el 95% de ellos se despertó tranquilo y sin agitación. Todo un éxito.