Robles recorre las posiciones españolas en la 'línea azul' de la frontera entre Líbano e Israel

La ministra de Defensa, Margarita Robles, recorrió las posiciones avanzadas de las tropas españolas en la frontera entre Líbano e Israel encargadas de vigilar los 56 kilómetros de la 'línea azul' que la misión de la ONU confía a España. Después de pernoctar en la base Miguel de Cervantes, Robles conoció la labor diaria del contingente español, las patrullas y la labor de observación, para prevenir los choques entre las guerrillas de Hezbola y las fuerzas israelíes.

La titular de Defensa dedicó más tiempo a visitar la posición 4-28, al pie de los altos del Golán, a 60 kilómetros de Damasco, donde murió el cabo Francisco Javier Soria hace tres años víctima, por error, de un proyectil de la artillería israelí. En el mismo puesto y cerca de la misma torreta donde cayó el último soldado español muerto en la zona por la respuesta equivocada de los judíos al lanzamiento de cohetes por los terroristas islamistas, Robles escuchó las explicaciones de los mandos, se subió a un blindado Lince e hizo un breve discurso sobre la importancia de la misión de la ONU para mantener la paz.

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Después de manifestar el día anterior en Beirut su disgusto con Naciones Unidas por el hecho de que Italia vaya a asumir el mando de la operación en la zona en vez de España, la ministra comentó que ocurra lo que ocurra con su queja, las tropas españolas "sequirán aquí".

La posición está defendida por una compañía al mando del capitán Marcos Belmar y formada básicamente por soldados del batallón de cazadores de montaña con base en Jaca (Huesca). Son un centenar de hombres alojados en barracones detrás de las alambradas y los bloques de hormigón que protegen el puesto a pocos metros de la ´línea azul' y de los campos de minas del lado israelí.

Belmar reconoce que en los últimos meses los principales sustos en la frontera los protagonizan los burros que se cuelan en la zona neutral. Más serio fue el incendio que esta misma semana arrasó los pastos de los dos lados, entró en los campos de minas y provocó algunas explosiones. El fuego ha dejado al descubierto todo el terreno en varios kilómetros y nada ni nadie puede acercarse a las alambradas sin ser visto.

Oficialmente la situación en la frontera es de "calma tensa" y desde el ataque sufrido en la posición en 2015 los principales incidentes los han protagonizado pastores libaneses que cruzaban la frontera para recuperar a sus animales o los drones de los israelíes que violaban el espacio aéreo de Líbano.

La peculiaridad de esta parte de la 'línea azul' es la proximidad, a menos de un kilómetro, de una localidad de 2.000 habitantes de origen sirio y voluntariamente ciudadanos israelíes que son los únicos que pueden moverse a su voluntad por una comarca vedada a las tropas libanesas salvo que vayan acompañados por fuerzas fuerzas españolas de la misión de la ONU.