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Piden 22 años de cárcel a un violador del 2003 identificado gracias a su ADN
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ASESINO CONFESO DE SU EXPAREJA

Piden 22 años de cárcel a un violador del 2003 identificado gracias a su ADN

El hombre ha sido procesado por violar a una mujer en 2003. Se le identificó mediante su ADN tras agredir sexualmente a la hijastra de su pareja, que mató en 2016

Foto: Foto: EFE
Foto: EFE

La acusación particular pide 22 años de cárcel a Francisco Javier M., procesado por violar a una mujer en el 2003 y al que se pudo identificar mediante su ADN tras agredir sexualmente a la hijastra de su pareja, a la que mató en el 2016.

Hoy se ha celebrado el último día del juicio en la Sección Segunda de la Audiencia de Tarragona -iniciado el lunes con la declaración de la víctima a puerta cerrada-, en el que el acusado ha contestado a todas las partes.

La acusación particular ha hecho una petición de 22 años de cárcel al solicitar la máxima pena que prevé el Código Penal por los delitos de agresión sexual, robo con violencia e intimidación y coacciones.

Por su parte, el Ministerio Fiscal se ha adherido parcialmente, aunque lo rebaja a 16 años y solicita también las costas al acusado, una orden de alejamiento de 500 metros durante 14 años; a indemnizar a la mujer con 30.000 euros por las lesiones psíquicas y daños morales sufridos y otros 30 euros que le robó el día de los hechos.

La defensa ha solicitado la pena de seis años por la agresión sexual y la absolución del resto de cargos.

Asesino de su expareja

El procesado es el asesino confeso de su pareja, Carmen Ginés, a la que degolló en el domicilio familiar de La Pobla de Mafumet (Tarragona) en el 2016 y está acusado también de haber agredido sexualmente a su hijastra, por aquel entonces de 15 años.

La violación del 2003 habría prescrito el pasado mes de abril y la fiscal ha recordado en su alegato que se le pudo identificar gracias a tener su ADN por estos "hechos muy graves", aunque "la ciencia habla y no tenemos ninguna duda".

La amenazó con un destornillador, le robó 30 euros y las tarjetas y la obligó a conducir hasta un descampado de las afueras


Los hechos juzgados hoy se remontan al 18 de abril de 2003, cuando, según las acusaciones, el procesado abordó a una mujer que tenía 28 años que acababa de aparcar. La amenazó con un destornillador, le robó 30 euros y las tarjetas y la obligó a conducir hasta un descampado de las afueras, cerca de la ITV.

Una vez allí, le obligó a desnudarse con la amenaza de "o la vida o te desnudas" y a practicarle una felación; la penetró y la obligó de nuevo a conducir hasta el centro urbano. El acusado ha explicado que, por aquel entonces, estaba casado, tenía una hija de 3 años, trabajaba con un sueldo que rondaba los 2.000 euros y consumía cocaína.

Declaración ambigua


"Se supone que yo esa noche saldría de fiesta y se supone que estaba ella" (en referencia a la víctima); ahora, lo que es seguro es que nunca he tenido que forzar a ninguna mujer", ha dicho. Ha declarado con una actitud tan ambigua, remitiéndose a la declaración de la víctima, que la fiscal le ha conminado a decir si se acordaba o no de los hechos.

A pesar de decir que no, preguntado por las prácticas sexuales de ese día, ha contestado "lo que ha dicho ella" y acerca de su criterio para usar preservativo, ha respondido, corrigiéndose antes de terminar la frase : "Depende de la vícti... la persona".

El juicio, en el que también han declarado agentes de la Policía Nacional y forenses, ha quedado hoy visto para sentencia.

La acusación particular pide 22 años de cárcel a Francisco Javier M., procesado por violar a una mujer en el 2003 y al que se pudo identificar mediante su ADN tras agredir sexualmente a la hijastra de su pareja, a la que mató en el 2016.

Hoy se ha celebrado el último día del juicio en la Sección Segunda de la Audiencia de Tarragona -iniciado el lunes con la declaración de la víctima a puerta cerrada-, en el que el acusado ha contestado a todas las partes.

La acusación particular ha hecho una petición de 22 años de cárcel al solicitar la máxima pena que prevé el Código Penal por los delitos de agresión sexual, robo con violencia e intimidación y coacciones.

Por su parte, el Ministerio Fiscal se ha adherido parcialmente, aunque lo rebaja a 16 años y solicita también las costas al acusado, una orden de alejamiento de 500 metros durante 14 años; a indemnizar a la mujer con 30.000 euros por las lesiones psíquicas y daños morales sufridos y otros 30 euros que le robó el día de los hechos.

La defensa ha solicitado la pena de seis años por la agresión sexual y la absolución del resto de cargos.

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