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La policía salva a un hombre que fabricó un sistema de poleas para acuchillarse
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le preguntaban cosas para que no se durmiera

La policía salva a un hombre que fabricó un sistema de poleas para acuchillarse

Dos agentes le mantuvieron con vida hasta que llegaron los servicios de emergencias taponándole la amplia herida y animándole; de momento, el hombre sigue vivo

Foto: Los agentes llegaron en menos de dos minutos a la casa del herido. (EFE)
Los agentes llegaron en menos de dos minutos a la casa del herido. (EFE)

La Sala del 091 de la Policía Nacional recibió la noche del pasado miércoles una llamada diferente. Un hombre telefoneó al número más conocido de España pocos minutos antes de las 21.30 horas y explicó que se estaba desangrando, que tenía medio estómago fuera del cuerpo. El funcionario que cogió la alerta contactó inmediatamente con los agentes que patrullaban la zona. Dos 'zetas' se personaron en el domicilio indicado, situado en la madrileña calle Villajimena del distrito de Vicálvaro, en apenas dos minutos.

Llamaron a la puerta, pero el herido no podía abrir sin que se le salieran las tripas. Los dos agentes utilizaron el sistema del resbalón para desencajar el pestillo y acceder a la vivienda. El hombre yacía en el suelo. Los policías cogieron una toalla grande para taponarle la herida y uno de ellos la apretaba mientras el otro llamaba a Emergencias. Tenía la zona abdominal destrozada. La ambulancia tardó poco más de cinco minutos en llegar, el tiempo suficiente para que el herido hubiera perdido una cantidad de sangre irrecuperable de no ser por la intervención de los agentes.

Foto: La fragata 'Navarra', en el puerto de la base naval de Rota (Cádiz). (EFE)

Mientras esperaban a que llegaran los servicios sanitarios, los policías contemplaron la escena. El hombre había fabricado un sistema de poleas para quitarse la vida. Había dispuesto una cuerda y había atado un puñal de caza de 20 centímetros en un cabo con cinta aislante junto a unos rodamientos con peso. Enganchó la soga al techo y dejó caer el mecanismo al peso. El cuchillo bajó en caída libre hacia su estómago.

El hombre tenía problemas mentales y había decidido acabar con su vida, pero los agentes evitaron el desastre. Durante algo más de cinco largos minutos, los dos (y otra pareja que llegó segundos después) trataron de animar al herido al tiempo que presionaban su abdomen. Le hablaron de que la vida merece la pena, de que hay razones para seguir adelante y de que siempre hay quien te quiere. El objetivo era mantenerle consciente y evitar el desmayo que hubiera resultado mortal. Los efectivos médicos se hicieron cargo del hombre, que fue trasladado al hospital.

Foto: Los agentes que murieron en la playa de Orzán durante un rescate, 'Hombres del Año'

El herido pasó dos días en el servicio de urgencias con el fin de vigilar su evolución tras una intervención de emergencias. Los agentes que le rescataron estuvieron también pendientes de su progreso. El hombre ya se encuentra estabilizado y en principio ya está fuera de peligro.

Desde que Ignacio Cosidó accediera a la Dirección General de la Policía, la institución comenzó a contabilizar los casos de asistencia humanitaria que protagonizan los funcionarios de la corporación, dado que en no pocas ocasiones agentes de servicio o fuera del mismo salvaban la vida de personas gracias a su experiencia y sus conocimientos en primeros auxilios o rescates. Desde entonces, la opinión pública ha conocido a policías que han evitado la muerte de ciudadanos que se caían a las vías del tren o del metro, a otros que salvaban a bebés de atragantarse, a agentes que han liberado a mujeres esclavizadas o a funcionarios que han dado su vida por rescatar a jóvenes que se ahogaban en la playa.

La Sala del 091 de la Policía Nacional recibió la noche del pasado miércoles una llamada diferente. Un hombre telefoneó al número más conocido de España pocos minutos antes de las 21.30 horas y explicó que se estaba desangrando, que tenía medio estómago fuera del cuerpo. El funcionario que cogió la alerta contactó inmediatamente con los agentes que patrullaban la zona. Dos 'zetas' se personaron en el domicilio indicado, situado en la madrileña calle Villajimena del distrito de Vicálvaro, en apenas dos minutos.

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