Adiós Emma... y hola Félix: una nueva borrasca barrerá la Península

Una progresiva e intensa ciclogénesis localizada en el Atlántico norte entre este jueves y el sábado abrirá el fin de semana el camino a Félix, una borrasca muy profunda que dejará mucha lluvia y temporal marítimo, sobre todo en Galicia. Poco a poco se adentrará en la Península desde el sábado, precedida de fuertes vientos y precipitaciones.

Este nuevo frente se situará al noroeste de Galicia a última hora del sábado y durante el domingo se desplazará hacia el Canal de La Mancha, dejando a su paso muy mal estado de la mar, rachas muy fuertes de viento y abundantes precipitaciones, informa la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

El sábado, el viento soplará del suroeste fuerza 8 en las zonas costeras de Galicia y con fuerza 9 mar adentro al oeste de Finisterre, y las olas alcanzarán los ocho metros en las costas y los nueve metros en alta mar, una situación que se mantendrá durante la madrugada y mañana del domingo, sobre todo en las zonas costeras de Pontevedra y del suroeste de A Coruña.

A partir de este viernes, el viento soplará ya de componente sur con rachas de hasta 80-90 kilómetros por hora en zonas altas de la Península, áreas de Galicia y oeste de la Meseta norte, y el domingo superará los 80 kilómetros por hora en buena parte de la Península, los 100 en Galicia y zonas altas del norte y los 120 en puntos del litoral gallego y de la cordillera cantábrica.

Además, durante el viernes, sábado y domingo se generalizarán las lluvias en la vertiente atlántica peninsular y Pirineos, que no serán fuertes pero sí persistentes en algunas zonas, como Pontevedra, oeste del Sistema Central, puntos de Andalucía occidental y Pirineos. Se espera que en estas zonas se acumulen durante los tres días más de 150 litros por metro cuadrado, con peligro de inundaciones locales en las Rías Bajas.

Todo apunta, informa la Aemet, a que a partir del lunes la borrasca Félix se aleje hacia el mar Báltico y se produzca una mejoría clara en todo el territorio, aunque todavía en el litoral cantábrico podría haber mal estado de la mar.