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Lucas Hernández, en libertad después de vulnerar la orden de alejamiento
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NO PODÍAN ESTAR A MENOS DE 500 m DE DISTANCIA

Lucas Hernández, en libertad después de vulnerar la orden de alejamiento

El futbolista y su novia, que habían vuelto a estar juntos, se enfrentan a una nueva causa penal en la que ambos podrían ser castigados con entre seis meses y un año de prisión

Foto: El futbolista del Atlético de Madrid Lucas Hernández. (EFE)
El futbolista del Atlético de Madrid Lucas Hernández. (EFE)

El Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 3 de Madrid, en funciones de guardia, puso en libertad ayer martes pasadas las 20 horas al jugador de fútbol Lucas Hernández, que había sido detenido horas antes por la Guardia Civil por vulnerar las medidas cautelares impuestas por el Juzgado de lo Penal 35 de Madrid. Este último le condenó el pasado 27 de febrero por violencia de género y le prohibió aproximarse a menos de 500 metros de su pareja, Amelia de la Ossa Lorente, así como a mantener cualquier contacto con ella -que también fue castigada a la misma restricción-, por los incidentes que ambos habían protagonizado la madrugada del anterior 2 de febrero.

Tanto él como ella regresaban ayer de un viaje juntos, con lo que los dos habrían quebrantado la condena. Así lo entienden fuentes de la Fiscalía de Madrid, que consideran que ambos deberían haber sido detenidos por la Guardia Civil, ya que sobre ella también pesaba la prohibición de acercamiento, dado que había sido castigada por malos tratos contra el futbolista durante el enfrentamiento del mencionado 2 de febrero. Sin embargo, la Guardia Civil únicamente detuvo al jugador y lo trasladó hasta los juzgados de violencia de género de la madrileña calle de Manuel Tovar.

El deportista declaró ayer ante el Juzgado número 3 que él creía que ya había pasado el tiempo y que podía volver a estar con ella. El juzgado, tras tomarle declaración, remitió las actuaciones al Juzgado de lo Penal 35, encargado de la ejecución de la sentencia, para su conocimiento y valoración. En paralelo, abrió diligencias previas con el fin de iniciar un nuevo procedimiento por este delito de quebrantamiento de condena, que conllevar previsiblemente un juicio rápido al margen de la anterior causa, extremo que tendrá lugar una vez que declare también en calidad de investigada la pareja del futbolista en los próximos días.

Los dos acusados se enfrentan ahora a una pena de entre seis meses y un año de prisión por este nuevo procedimiento penal, aunque podrían beneficiarse de una reducción de un tercio si las partes llegan a un acuerdo por conformidad y reconocen los hechos. Sería posteriormente le juzgado de ejecución de condena el que debería decidir si le suspende la pena por no tener antecedentes. En cualquier caso, el futbolista y su novia no puede volver a estar juntos ahora, dado que si las fuerzas de seguridad los descubren, tendrían que ser automáticamente detenidos y entrarían en prisión, según consideran fuentes jurídicas.

Tanto Hernández como su novia fueron condenados a 31 días de trabajos en beneficio de la comunidad cada uno por malos tratos entre ellos durante la pelea que ambos protagonizaron en plena calle la madrugada del pasado 2 de febrero. Aunque los dos fueron castigados con la misma pena, el futbolista lo fue en virtud del delito de violencia de género contemplado en el artículo 153.1 del Código Penal y su excompañera por el de violencia en el ámbito familiar, reflejado en el 153.2 del mismo compendio.

El juez mantuvo la orden de alejamiento para el jugador y su pareja, que era cautelar hasta que la sentencia se tornase firme, y añadió una condena adicional para ella por los daños que provocó en el vehículo del futbolista. En concreto, le obligó a abonar una multa de 180 euros por golpear el automóvil. La sentencia consideró acreditado que los dos se agredieron mutuamente, una conclusión a la que llegó el magistrado tras valorar que los ambos tenían parte de lesiones y que tanto la versión de él como la de ella son igualmente creíbles con respecto a las heridas que presentaba cada uno.

Foto: Lucas Hernández, tras declarar el pasado 21 de febrero. (EFE)

La resolución contemplaba que las dos partes habían renunciado a la responsabilidad civil, por lo que De la Ossa no tenía que hacer frente a los daños infringidos al vehículo (más allá de la mencionada multa) y ninguno tenía que hacerse cargo del coste derivado de los partes de lesiones, que en ambos casos tardaron cuatro días en curar, según quedó acreditado por los informes médicos.

Según las diligencias instruidas por el Juzgado número 7 de Majadahonda, la agresión tuvo lugar sobre las 2:30 del pasado 2 de febrero, cuando el jugador llegaba a su casa de Las Rozas (Madrid) en coche. Una vez que se encontraba en la puerta de la vivienda, se topó con su pareja, que le esperaba en el exterior, y comenzó la riña. El juicio rápido se celebró el pasado 21 de febrero, justo el mismo día en que el Atlético de Madrid se enfrentaba al Bayern Leverkusen en la Liga de Campeones. En su declaración, Lucas Hernández aseguró que en la discusión con su pareja únicamente se limitó a apartarla cogiéndola por la cintura para evitar que rayara el coche. De la Ossa, por su parte, contó que el futbolista la agarró por el cuello, le tapó la boca para evitar que gritara y la golpeó contra el vehículo.

El futbolista detalló que la noche de la pelea discutió con su novia horas antes de los hechos, que se fue a casa de un amigo para evitar que la trifulca continuara y que luego recibió numerosos mensajes de WhatsApp en los que ella le insultaba. "Puto cobarde maricón", "estoy hasta los cojones de ti" o "alquílame un piso y me voy" fueron algunas de las notas que ella le mandó. Según Lucas, en 20 minutos recibió más de 20 llamadas, lo que motivó que regresara finalmente a su casa.

Ella estaba "fuera de sí"

Cuando llegó a la puerta, encontró a su novia "fuera de sí, muy nerviosa", afirmó el jugador, quien añadió que de lo alterada que estaba "ni siquiera la reconocía". Cuando paró, continuó Lucas Hernández, ella le exigió el móvil y empezó a golpearle a él y luego al coche, lo que motivó que el futbolista saliera para detenerla. “Quizás en ese momento pude lastimarla, porque se quejó de las costillas, pero no era mi intención”, explicó el rojiblanco.

La mujer, por su parte, coincidió en que había tenido una discusión con él y que ella le dijo que se fuera de casa, que después de que el joven se marchara siguieron comunicándose por mensajes. Admitió que ella le pidió que volviera y que cuando regresó se subió al coche. En este punto, sin embargo, la versión de De la Ossa difiere de la de Hernández. Según declaró la mujer entre lloros puntuales, él le pegó un golpe con el brazo y le quitó su móvil y el tabaco, luego la sacó del coche y la empezó a golpear contra el vehículo y el muro. Luego le tapó la boca con la mano y le pidió que no gritara. La novia del futbolista añadió durante su declaración que en ese momento consiguió huir y entrar en casa, pidió el móvil a una empleada y llamó a la Policía Local. “Estaba tan nerviosa que no acertaba ni a desbloquearlo para llamar a la policía”, afirmó.

Según declararon los policías locales que intervinieron inicialmente y los guardias civiles que posteriormente detuvieron a la pareja, la chica no tenía lesiones externas de ningún tipo, aunque se quejaba de dolores en las costillas y en el costado. El jugador del Atlético de Madrid, por su parte, sí contaba con arañazos en la cara y en el cuello, relataron los miembros de las fuerzas de seguridad durante la vista.

El Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 3 de Madrid, en funciones de guardia, puso en libertad ayer martes pasadas las 20 horas al jugador de fútbol Lucas Hernández, que había sido detenido horas antes por la Guardia Civil por vulnerar las medidas cautelares impuestas por el Juzgado de lo Penal 35 de Madrid. Este último le condenó el pasado 27 de febrero por violencia de género y le prohibió aproximarse a menos de 500 metros de su pareja, Amelia de la Ossa Lorente, así como a mantener cualquier contacto con ella -que también fue castigada a la misma restricción-, por los incidentes que ambos habían protagonizado la madrugada del anterior 2 de febrero.

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