La Guardia Civil encarcela a una banda de perfeccionistas ladrones de chalés

La Guardia Civil ha desarticulado una banda de activos y perfeccionistas ladrones de chalés que robaban por las zonas sur y este de Madrid. Los asaltantes llevaban tres meses actuando sin parar cuando los componentes de la Unidad de Policía Judicial del instituto armado los detuvieron el pasado 4 de junio. Los atracadores no dejaban de trabajar ni un solo día desde que desembarcaron en España procedentes de Colombia el pasado mes de abril.

La banda estaba compuesta por cuatro integrantes de entre 32 y 38 años. El cabecilla vivía en España desde hace tiempo e invitó a sus tres compinches a que vinieran desde Colombia para conformar la organización criminal, que 'trabajaba' con enorme cautela antes de seleccionar a sus víctimas. Los ladrones vigilaban minuciosamente la zona que habían seleccionado antes de actuar. Controlaban los movimientos de los residentes de los chalés, comprobaban si eran estrictos en sus rutinas, anotaban las horas de entrada y de salida, los vehículos que tenían, si la casa contaba con alarma o no, si había elementos que demostraran que podía haber cosas de valor en el interior del inmueble, etc.

Una vez marcado el objetivo, hacían su entrada en el chalé entre las 12 y las 16 horas, saltaban la verja y forzaban los acccesos con herramientas, cogían todo lo que podían y abandonaban las paredes siempre en menos de cinco minutos, como explica el comandante jefe de la Guardia Civil de Madrid, Julio César Martín Puerta, quien considera "fundamental" la colaboración de los vecinos durante la investigación para esclarecer los más de medio centenar de robos que la benemérita atribuye a los cuatro colombianos.

Los ladrones, que utilizaban walkie talkies para comunicarse entre ellos, viajaban en dos vehículos que estaban a nombre de terceras personas no vinculadas con la banda. Uno de los cuatro se quedaba siempre fuera para vigilar mientras los otros tres entraban en la casa para embolsarse todo lo que veían de valor: dinero, aparatos electrónicos, colonias, bolsos de marca, relojes, consolas de vídeo juegos, joyas. La Guardia Civil se ha incautado de más de 17.000 euros en billetes de una docena de países (Venezuela, Portugal, China, Canadá, Estados Unidos, Bolivia, Turquía, Guatemala, Colombia y por supuesto Europa).

Los ladrones blanqueaban luego todo lo que robaban a través de un establecimiento totalmente legal que les compraba el material y lo vendía como si fuera de origen lícito. El local cumplía con toda la normativa, aunque no consignaba la mercancía que le proporcionaban los asaltantes en los libros de registro. El dueño del establecimiento de compra venta de oro también ha sido detenido por la Guardia Civil, aunque posteriormente ha salido de prisión con cargos por orden del Juzgado número 2 de Móstoles, que ha instruido las pesquisas y ha ordenado el ingreso en la cárcel de los cuatro componentes del grupo criminal.

La banda -que, según ha acreditado el instituto armado, actuaba en Arroyomolinos, Villaviciosa de Odón, Sevilla la Nueva, El Álamo, Las Rozas, Rivas Vaciamadrid y Meco- tenían muy medidos sus pasos y pocas veces cometía errores. Tan solo en un par de ocasiones se encontró que había equivocado sus cálculos y que en la casa invadida había aún gente dentro. En esos casos, los asaltantes rehuían el cuerpo a cuerpo y salían del chalé lo antes posible.

De hecho, las armas que portaban eran todas simuladas. "No hay constancia de que las usaran, pero tampoco se descarta que fueran a hacerlo, porque a veces estas bandas evolucionan y se vuelven más violentas", explica el jefe de la Unidad de Policía Judicial de la Guardia Civil y máximo responsable de la denominada operación Hábitat Álamo.