Moratinos usó la embajada en Qatar para sus negocios privados con una constructora
El exministro de Exteriores utilizó el consorcio público Casa Mediterráneo para lograr que el representante de la diplomacia española en Doha accediera a recibir a una empresa de su entorno
Las relaciones del poder con el sector privado gravitan habitualmente sobre una delgada línea roja, pero en algunos casos son abiertamente obscenas. Según consta en una denuncia presentada ante el Ministerio de Asuntos Exteriores sobre presuntas irregularidadescometidas en el consorcio público Casa Mediterráneo durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, el exministro Miguel Ángel Moratinos utilizó su influencia sobre esa institución cultural para conseguir que empresarios de su entorno recibieran un trato preferente en España y el extranjero.
Entre los documentos incorporados a la denuncia, a la que ha tenido acceso El Confidencial, figura un correo interno de Casa Mediterráneo sobre una de las gestiones que realizó el organismo a petición de Moratinos. La comunicación se produjo en noviembre de 2011, más de un año después de que el dirigente socialista abandonara el Ministerio y perdiera por tanto cualquier tipo de autoridad sobre Casa Mediterráneo, una institución que en plena época de recortes llegó a disponer de una dotación presupuestaria anual de 4 millones de euros. Sin embargo, como demuestran los correos incluidos en la denuncia que tiene en su poder Exteriores, Moratinos habría continuado dirigiendo la entidad a través de personas de su confianza para emplearla en su propio beneficio.
En concreto, el 8 de noviembre de 2011, la entonces directora general de Casa Mediterráneo, Yolanda Parrado, colocada en ese puesto por el propio Moratinos cuando la entidad empezó a funcionar en septiembre de 2009, envió un mail a su asistenta para ordenarle que se pusiera en contacto con el embajador de España en Qatar. Parrado quería que el diplomático incluyera en una cena organizada por la propia embajada a un directivo de la constructora alicantina ECISA, especializada en la construcción de edificios en altura como los que copan el paisaje de las ciudades más ricas del Golfo Pérsico.
En el correo que envió a su secretaria con ese encargo, la entonces directora general de Casa Mediterráneodejó claro quién había solicitado su intermediación.“Mjsoe [María José, secretaria de Parrado] llama a nuestro embajador en Doha de parte de Moratinos e indícales que Moratinos quiere que inviten a Enrique Peláez de ECISA a la cena de la embajada del 16 de noviembre”, escribió Parrado.
El correo no sólo se remitió a Qatar, sino que días después se envió desde Casa Mediterráneo un nuevo mail a la embajada española para precisar que el representante de ECISA que iba a acudir finalmente a la cena iba a ser uno distinto del que habían indicado en un principio.
Las gestiones surtieron efecto. La legación remitió un correo a Casa Mediterráneo confirmando que el representante de ECISA iba a ser recibido personalmente por el embajador en Doha. De esa comunicación también se desprende que la existencia de esa cita fue tratada en una conversación telefónica entre el embajador y el propio Moratinos, a pesar de que, en aquel momento, el dirigente socialista ya llevaba más de un año fuera del Ministerio de Asuntos Exteriores. La clave de esa curiosa relación podría encontrarse en correos posteriores firmados por Parrado en los que esta afirma que el embajador planeaba en aquellos momentos trabajar como “consultor”.
Los empleados y recursos de Casa Mediterráneo también habrían sido presuntamente utilizados por el exministropara otras operaciones.En febrero de 2012, Parrado y la mano derecha de Moratinos en todas las instituciones por las que ha pasado,Juan Díaz Muñoz, intercambiaron varios correos sobre las necesidades de financiación que también tenía ECISA.
De las comunicaciones a las que ha accedido este diario se deduce que la constructora se puso en contacto con Díaz, un afiliado socialista que fue candidato al Senado en 2004 por la circunscripción de Córdoba, para quele ayudara a conseguir los fondosque necesitaba para poder iniciar tres proyectos en Argelia.
Muñoz respondió a ECISA aceptando el encargo, pero automáticamente remitió ese correo a la directora general de Casa Mediterráneo para que, aprovechando el peso de su cargo, entablara contacto con una de las entidades que podía ofrecer la financiación que requería con urgencia la constructora. “Leído cocina!! Me pongo ha [sic]gestionar lo acordado”, contestó Parrado a Díaz desde la cuenta de correo que tenía en el organismo público que encabezaba.
La denuncia presentada en el Ministerio de Asuntos Exteriores sobre los supuestos abusos cometidos en la gestión de Casa Mediterráneo recoge asimismo conversaciones de Parrado sobre otras empresas privadas que curiosamente, sobre el papel,no tenían ningún tipo de vinculacióncon la actividad oficial que supuestamente debía desarrollar ese organismo público con sede en Alicante.
En este sentido, el 16 de febrero de 2012, la directora general de Casa Mediterráneo intercambió otros dos correos con el hombre de confianza de Moratinos para comentar la propuesta de colaboración que les había planteado una consultora de servicios de salud e ingeniería, Grupo Agem, con proyectos en Guinea Ecuatorial y Angola, entre otros países. A Parrado le sorprendió la generosidad de la empresa. “Lo veo perfecto, quizás alta la cuantía de 30.000€ como tope de gasto sin consentimiento.Si yo fuera el cliente no lo firmaría”, confesó sorprendida la responsable de Casa Mediterráneo tras leer los términos del acuerdo que ofrecía Agem.
Hay un último correo incorporado a la denuncia sobre presuntas prácticas irregulares en Casa Mediterráneo. Se trata de un mensaje con fecha de 23 de febrero de 2012 que aborda las gestiones que en ese momento estaban realizando supuestamente Parrado y Díaz para conseguir acceso directo al presidente de Mercadona, Juan Roig. El motivo de ese interés se desconoce, pero no guardaría ninguna relación con el funcionamiento de Casa Mediterráneo.
Ante la dificultad para lograr el número de teléfono, Parrado aconsejó a Díaz que llamara a un directivo de la cadena de supermercados para expresarle el gran interés que tenía Moratinos en hablar con Roig. “Le he dicho que eres el asesor de Moratinos en España”, le adelantó Parrado.
Sólo unas semanas después de ese correo, en abril de 2012, Parrado fue relevada de la dirección de Casa Mediterráneo. Sin embargo, no tardó mucho en encontrar un nuevo trabajo. Tanto ella como Díaz se incorporaron como socios a ICP Consulting, la firma de intermediación que creó Moratinos ese año para dedicarse por entero a la captación de contratos para grandes corporaciones.Los tres siguen formando parte en la actualidad de la consultora.
Las relaciones del poder con el sector privado gravitan habitualmente sobre una delgada línea roja, pero en algunos casos son abiertamente obscenas. Según consta en una denuncia presentada ante el Ministerio de Asuntos Exteriores sobre presuntas irregularidadescometidas en el consorcio público Casa Mediterráneo durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, el exministro Miguel Ángel Moratinos utilizó su influencia sobre esa institución cultural para conseguir que empresarios de su entorno recibieran un trato preferente en España y el extranjero.
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