Aún quedan 245 españoles en Nepal localizados por el Gobierno

El Gobierno está sacando españoles de Nepal a marchas forzadas. Ya ha conseguido evacuar a todos los que estaban en el punto de encuentro de Katmandú esperando salir del país, asolado por el terremoto de 7,8 grados que ha dejado más de 5.000 muertos. En concreto, según los datos aportados por el propio ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel García-Margallo, al que pilló la catástrofe en Nueva Delhi, a apenas una hora y media en avión de la capital nepalí, ha habido 498 españoles afectados por el seísmo.

De esos, 127 lograron llegar al punto de encuentro de Katmandú, desde donde consiguieron coger un avión y aterrizar en Nueva Delhi. En concreto, el lunes por la noche pisaron suelo indio los primeros 36 compatriotas que viajaron en un avión comercial operado por la compañía Spice Jet desde la capital nepalí. Otra docena de españoles aterrizó en el mismo lugar gracias a otro vuelo comercial de la misma aerolínea la pasada madrugada. Y 79 más hicieron el trayecto en el Airbus 310 que había traído a García-Margallo hasta India. El aparato dejó al ministro en Nueva Delhi y viajó hasta Katmandú para recoger a los españoles que aún se encontraban allí.

Aparte de los 127 mencionados, otros 23 ciudadanos de nuestro país optaron por abandonar Nepal por sus propios medios y al margen de la ayuda ofrecida por el Gobierno. Todos ellos, según entienden fuentes del Ejecutivo, que no han podido seguirles la pista, debieron tomar aviones comerciales para cruzar a la India y de allí supuestamente viajarían a España.

“No quedan más españoles en Katmandú”, aseguró García-Margallo con rotundidad. Sin embargo, siguen quedando compatriotas en Nepal. Exactamente, según fuentes diplomáticas, hay 245 conciudadanos localizados en diversos lugares del país. Algunos siguen allí porque quieren y otros viajan como pueden hasta Katmandú con el fin de acudir al punto de encuentro y ser rescatados por la Fuerza Aérea española. Desde Exteriores, de hecho, aseguran que durante los próximos días, el Gobierno estará pendiente de los compatriotas que vayan llegando a Katmandú para ir a rescatarlos. Entre los que aún siguen allí, de hecho, se encuentra una delegación diplomática.

Los primeros nacionales que abandonaron el país en los tres vuelos mencionados han empezado a llegar con cuentagotas a España. De los 127 que lograron alcanzar Nueva Delhi en los dos aviones comerciales citados y en el Airbus del ministro, 44 llegan esta mañana a la base aérea de Torrejón en el aparato de las Fuerzas Aéreas junto a la delegación que inicialmente partió con García-Margallo rumbo a India hace unos días. Son los primeros compatriotas que aterrizarán públicamente en suelo español tras haber sufrido una catástrofe cuyas consecuencias aún son incalculables.

El resto –83 más–serán evacuados previsiblemente hoy mismo en otro avión oficial fletado por el Gobierno, según explican fuentes diplomáticas, que entienden que de este modo llegarán a casa los 127 españoles que lograron alcanzar el punto de encuentro en Katmandú.

Quedan, por lo tanto –restando los 127 y los 23 que viajaron por su cuenta a los 498 afectados mencionados por el ministro–, los citados 245 españoles que continúan en algún lugar de Nepal, además de otros 103 que la diplomacia de nuestro país no ha podido localizar. Según las fuentes consultadas, este último dato debe cogerse con pinzas, ya que ha sido obtenido por la Unidad de Emergencias Consular tras cruzar los nombres que aparecían en el Registro de Matriculaciones Consulares con los datos proporcionados por las familias.

El resultado de este cruce, añaden las mismas fuentes, no es científico, ya que la inscripción en el Registro de Matriculaciones es voluntaria, por lo que existe mucha gente que no se apunta y otra mucha que tampoco avisa a la Embajada de España cuando abandona el país.

Al margen del rescate de compatriotas, la práctica totalidad de las oenegés se ha movilizado para trasladar ayuda humanitaria hasta la zona. Las organizaciones religiosas han dejado sus tareas misioneras habituales para atender las tareas de emergencia. Cruz Roja ha enviado un cargamento de material de primera necesidad y Unicef ha alertado de la necesidad de que todo el mundo se conciencie acerca de la fragilidad de los niños en estas circunstancias, ya que pueden ser fácilmente captados por organizaciones dedicadas a la trata de seres humanos.