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Caso Nicolás: la Policía pide rastrear todas las cuentas del jefe de Seguridad de Madrid
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"INGRESOS, ACTIVOS BANCARIOS, INMOBILIARIOS..."

Caso Nicolás: la Policía pide rastrear todas las cuentas del jefe de Seguridad de Madrid

Asuntos Internos quiere comprobar todos los ingresos y activos de Emilio García Grande para verificar si intermedió a favor de Francisco Nicolás.

Foto: Francisco Nicolás Gómez Iglesias, conocido como el 'pequeño Nicolás'. (EFE)
Francisco Nicolás Gómez Iglesias, conocido como el 'pequeño Nicolás'. (EFE)

La Unidad de Asuntos Internos de la Policía Nacional ha pedido a Arturo Zamarriego, el juez instructor del caso del 'pequeño Nicolás', que investigue los movimientos bancarios durante 2013 del número dos de Seguridad del Ayuntamiento de Madrid, Emilio García Grande, para comprobar si intermedió a favor de Francisco Nicolás Gómez Iglesias a cambio de "gratificaciones". En la última parte del sumario que se acaba de levantar, la Policía pide información sobre "cualquier fondo de inversión" o "activos bancarios" del político y exige al magistrado que le obligue a acreditar "todos los ingresos, trabajos, activos inmobiliarios y “así comprobar que no se corresponde con su status y su alto nivel de vida”. Un portavoz municipal aseguró ayer a este diario que ni la Policía ni el juez han llamado a García Grande para tomarle declaración. No obstante, el máximo responsable de la Policía Municipal se pone a su disposición para “todo aquello que quiera que se aclare” sobre este caso.

La Policía también pide al juez que investigue los extractos bancarios de Francisco Nicolás y de dos agentes de la Policía de Madrid implicados, Felipe Gallego Santos y Jorge González Hormigos, subordinados del propio García Grande y que trabajaban como chóferes particulares para el joven. Tras analizar las decenas de mensajes que se cruzaban a diario por distintos medios de mensajería instantánea, la Policía concluye que existía una relación “muy cercana y personal” entre los partícipes y el presunto impostor, y una “evidente facilitación de numerosa información, “de carácter reservada, a la que tenían acceso por el puesto que ocupan y las funciones que desempeñan”.

Los investigadores resaltan el grupo de WhatsApp que compartían los dos policías municipales y Nicolás denominado “Dpto. Seguridad Nacional”. Estos mensajes en común han dejado en evidencia cómo se organizaban "para la realización de operativos, individualización de las funciones, jerarquía en las actuaciones, ánimo de lucro y con conocimiento en todo momento de la ilegalidad de sus acciones”. La Policía llega a la conclusión de que los afectados conocían la irregularidad de sus actos porque medían al milímetro sus palabras y tomaban cuantiosas medidas de seguridad: hablaban lo importante en persona, borraban los mensajes nada más leerlos y utilizaban sistemas electrónicos de autodestrucción a la hora o día de producirse las conexiones. Las pesquisas denuncian que los presuntos implicados se comunicaban a través de “medios de difícil interceptación policial”, como el Imessage y WhatsApp.

El contenido de los mensajes

De las decenas de mensajes que los afectados se intercambiaron ininterrumpidamente a lo largo de 2013, se desprende que el cabo González Hormigos se desesperaba tras los continuos desplantes del presunto estafador. En uno de los whatsapps que le envió a Gómez Iglesias, el policía municipal le decía textualmente: “Estoy agotado psicológicamente... ya no tengo fuerzas ni para decirte lo que pienso. Mi último aviso: quiero lo que tienes para mí, en mi casa y antes de las 16h... si no puedes o no quieres, es tu decisión”.

En otro mensaje instantáneo, el cabo municipal que fue apartado de su puesto de trabajo cuando estalló el escándalo dejaba claro que trabajaba para el chaval con la autorización de una tercera persona: “Entro en la segunda reunión... aguantar el tipo y dar la cara por ti. Espero que me des tu palabra, que será la última vez, porque paso de estar pasando por estas situaciones tan violentas”. Pese a las continuas amenazas de dejar de prestar servicios privados para el chaval, González Hormigos continuó bajo las órdenes de Nicolás hasta poco antes de ser detenido. En otro mensaje que se cruzaron el 11 de abril, el cabo deja a relucir que cobraba por servir de escolta para Nicolás: “Sabes lo que te digo... que me tienes hasta la polla de estar detrás de ti como un perrito. Vete a tomar por culo. Y por supuesto no pienso hacer nada por ti, no te lo mereces... así que, que pase lo que tenga que pasar. Métete el dinero por los huevos”.

González Hormigos parece que rompió oficialmente las relaciones con Francisco Nicolás no sin antes enviarle un texto final en el que implicaba directamente a su jefe, que siempre ha intentado desvincularse de esta presunta trama. “Yo me retiro de este asunto... y paso de mediar por nadie... hablo con Emilio (García Grande), le cuento lo que creo que debe saber y a partir de ahí, haz y di tú lo que quieras... pero yo no voy a perder más tiempo, para que encima estés tú con una actitud de ataque cuando tenías que estar calladito”.

Los mensajes entre García Grande y Nicolás

Mientras Francisco Nicolás alimentaba el grupo de WhatsApp con los cabos que trabajaban para él, mantenía conversaciones en paralelo con el jefe de Seguridad del Ayuntamiento de Madrid. También a través de mensajería instantánea, García Grande reconocía al veinteañero con ínfulas de millonario que “hay que cuidar la relación ayuntamiento/delegación”. Los dos hablan continuamente de la esposa del político, Lidia Curto, a la que Nicolás conoció en el distrito de Chamartín al que la pareja y los padres de Nicolás eran afiliados. Según el cruce de mensajes que constan en el sumario y que tiene en poder de este diario, García Grande pregunta al 'pequeño Nicolás' por la conversación que este mantuvo con su señora. Y le pregunta: “¿Cómo va el tema?”.

El político municipal y el 'pequeño Nicolás' también hablaban a través de mensajes directos por la red social Instagram. Gómez Iglesias intentó a través de esta vía que García Grande le corroborase de quién era la moto que le perseguía dos semanas antes de ser detenido, pero este únicamente se interesó por el tema que Francisco Nicolás supuestamente tenía entre manos con su esposa. El 30 de septiembre, justo dos semanas antes de que la Policía detuviera al muchacho, el ‘número dos’ de Seguridad de Madrid le decía: “Gracias por hablar con Lidia. Ya me ha dicho que tiene tres fechas. Cuando la sepas seguro avísame, para vaciarme la agenda, aunque estas semanas que vienen estoy con reuniones casi diarias. Espero noticias tuyas”. Hubo mensajes cruzados entre el político y el estudiante de Cunef hasta una semana antes de que se acabó con todo el castillo de naipes de Nicolás. El 7 de octubre fue García Grande quien insistía en contactar con el chaval. “Fran dame un telefonazo”, le escribía, y dos días después insistía: “Fran, llámame”.

Conclusiones

Tras el análisis del contenido del teléfono móvil de Francisco Nicolás, la Policía llega a la conclusión de que el investigado, “ayudado por funcionarios públicos y policiales”, hacía uso de medios y efectos públicos con carácter particular o privado, “concretamente medios policiales propiedad del Ayuntamiento de Madrid, como el uso de rotativos y vehículos policiales camuflados, cuyo único fin era dar oficialidad y credibilidad al supuesto cargo que ostentaba en la Administración, con la finalidad de avalar su intermediación entre personas/empresa del ámbito privado con altos cargos de la Administración Pública, obteniendo por sus servicios la consiguiente contraprestación, que posteriormente repartía entre sus colaboradores y facilitadores.

Además, Asuntos Internos certifica que “se observa que existe una connivencia” por parte del coordinador de Seguridad del Ayuntamiento de Madrid, “ya que tiene conocimiento” de las acciones realizadas por el grupo “Dpto. Seguridad Nacional y colabora con este grupo” de manera activa (asesoramiento y facilitación) y pasiva (consentimiento).

La Unidad de Asuntos Internos de la Policía Nacional ha pedido a Arturo Zamarriego, el juez instructor del caso del 'pequeño Nicolás', que investigue los movimientos bancarios durante 2013 del número dos de Seguridad del Ayuntamiento de Madrid, Emilio García Grande, para comprobar si intermedió a favor de Francisco Nicolás Gómez Iglesias a cambio de "gratificaciones". En la última parte del sumario que se acaba de levantar, la Policía pide información sobre "cualquier fondo de inversión" o "activos bancarios" del político y exige al magistrado que le obligue a acreditar "todos los ingresos, trabajos, activos inmobiliarios y “así comprobar que no se corresponde con su status y su alto nivel de vida”. Un portavoz municipal aseguró ayer a este diario que ni la Policía ni el juez han llamado a García Grande para tomarle declaración. No obstante, el máximo responsable de la Policía Municipal se pone a su disposición para “todo aquello que quiera que se aclare” sobre este caso.

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