Feijóo anima al PP a la lucha ideológica frente al “arcaísmo” nacionalista de Mas

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha lanzado desde el Campus Faes un mensaje de defensa de la Constitución y del Estado de las Autonomías para animar a su partido a la batalla de las ideas frente al desafío separatista de Artur Mas y Oriol Junqueras. Acompañado de José María Aznar, su jefe como alto cargo en la Administración central entre 1996 y 2003, el dirigente del PP ha advertido que abandonar la lucha ideológica no arreglará nada ante el empeño de los independentistas por muy disparatado que sea su objetivo.

Feijóo, el barón del Partido Popular más próximo a Mariano Rajoy, se ha despachado en la fundación de Aznar en contra del “arcaísmo” nacionalista y de la improvisada e indefinida reforma constitucional por la que abogan desde el PSOE sin aclarar el contenido del federalismo que ahora propugnan.

El presidente autonómico ha recordado las experiencias de intelectuales y gobernantes de la II República con los nacionalistas catalanes y vascos, desde José Ortega y Gasset a Manuel Azaña o Juan Negrín, de sus teorías sobre “la conllevanza” a las denuncias de traición. Feijóo recordó que frente a la “bíblica paciencia y perseverancia” de los independentistas y su afán en presentar la secesión como sinónimo de bienestar, el Estado, las demás fuerzas políticas y todos los sectores sociales no deben caer en “el desistimiento”.

Para el barón del PP, “hay que mantener la discusión permanentemente”, no esperar que los problemas se resuelvan por sí mismos, perseverar en la defensa de los principios y dejar claro que cualquier reforma institucional se debe plantear desde la lealtad y “la España moderna del 78”, no desde los arcaísmos de los años treinta del siglo pasado o de finales del XIX.

Feijóo sostiene que el problema del Estado autonómico, perfeccionable, no es de diseño sino “los nacionalistas que no soportan la normalidad (de la gestión) y la solidaridad”. Todavía aludió más directamente a Artur Mas al acusar al presidente de la Generalitat de inventarse agravios e insistir en que los problemas que tienen los catalanes no se resuelven independizándose del resto de España, sino “de sus actuales dirigentes”.