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La última cena del Rey
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¿quién asistió a la cena en el currito?

La última cena del Rey

El cambio de manos de la Corona ha estado cargado de simbolismo construido, ese que va más allá de estandartes, paseos en Rolls Royce y besamanos

El cambio de manos de la Corona ha estado cargado de simbolismo construido, ese que va más allá de estandartes, paseos en Rolls Royce y besamanos interminables. La agenda de Juan Carlos I para las horas previas a la abdicación ha sido parte de esa impronta cargada de significado. Tras varias reuniones con empresarios, eligió una mesa de viejos rockeros de la Transición para su penúltima cena como jefe de Estado.

El evento se celebró la noche del pasado día 17 de junio, a poco más de un día de la abdicación oficial, en el restaurante Currito de la Casa de Campo de Madrid, como han narrado varios medios. Una vez más, la clave está en la lista de invitados. Una primera lectura de rostros y nombres da pistas: cargos políticos de la Transición, encabezados por más de una decena de exministros, la mayoría socialistas. Y es verdad. Pero la elección de unos u otros no es accidental. Acudieron, por ejemplo, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, presidente extremeño durante 24 años, y Joaquín Leguina, el primer presidente de la Comunidad de Madrid, pero ningún otro presidente del resto de comunidades autónomas.

Una segunda lectura del currículo de los asistentes a la cena de fin de fiesta, más profunda, devuelve un listado de empresarios. Algunos se reconvirtieron tras su paso por la política, otros siempre lo fueron y pasaron por lo público casi de forma accidental. O no pasaron, como en el caso de Blas Herrero, empresario asturiano propietario de Kiss FM.

Entre esos perfiles mixtos de primera línea que acudieron al homenaje final encontramos a Matías Rodríguez Inciarte, vicepresidente segundo del Banco Santander, que fue ministro de Presidencia durante poco más de un año en el Gobierno de UCD. Inciarte es, además, presidente de la Fundación Príncipe de Asturias, una de las fundaciones que contribuyó a rodear al entonces príncipe Felipe de los empresarios más influyentes del país.

También del sector de la banca llegan el exministro Juan Antonio Ortega y Díaz-Ambrona, ilustre pilarista, que trabajó como defensor del cliente del BBVA incluso cuando ya había sido nombrado consejero de Estado, cargo que actualmente ostenta. Y José Luis Leal Maldonado, que fue Ministro de Economía y Hacienda y se recicló como presidente de la Asociación Española de la Banca (AEB) durante 14 años. Ahora es consejero de Prisa. El consejero delegado del conglomerado mediático, Fernando Abril-Martorell Hernández, también acudió a la cena. En su caso lo hizo en representación de su padre, fallecido, que había sido vicepresidente del Gobierno con Suárez.

Otro de los invitados fue Javier Sáenz de Cosculluela, que pasó de ministro socialista de Obras Públicas a presidente de la patronal de constructoras en un caso de puerta giratoria de libro. O Rafael Arias-Salgado, ministro de UCD y el PP, que ahora preside Carrefour y World Duty Free, la antigua Aldeasa, cuyo proceso de privatización arrancó con el gobierno del que formó parte.

Virgilio Zapatero, consejero del fiasco de Bankia, es uno de los muchos ministros socialistas que no se perdieron la ocasión, como Ángeles Amador, Carlos Solchaga, Claudio Aranzadi, Rosa Conde, Matilde Fernández, José Luis 'Patada en la Puerta' Corcuera o el eterno diputado Alfonso Guerra. Incluso fue invitado José Barrionuevo, ministro de Interior condenado por secuestro y malversación de fondos públicos vinculados a los GAL e indultado. Junto a ellos, dos ministros más de UCD: Rodolfo Martín Villa (ya alto cargo durante el franquismo) y Alberto Oliart.

Se sumaron al ágape, para darle más simbolismo, dos ponentes de la Constitución: Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón (ahora consejero de Estado) y José Pedro Pérez-Llorca (ahora presidente del Museo del Prado); además del histórico de CCOO Julián Ariza; el expresidente del Senado socialista Juan José Laborda; la defensora del pueblo, Soledad Becerril; y el expresidente del Tribunal de Cuentas Manuel Núñez.

No podía faltar a la cita Rafael Spottorno, el que fuera uno de los hombres de confianza del Rey Juan Carlos, primero secretario general y luego jefe de la Casa Real. Fue uno de sus últimos actos en el cargo, ya que el nuevo monarca, Felipe VI, ya ha elegido a su propio equipo. Eso sí, los empresarios que le seguirán rodeando en eventos y viajes son, por el momento, los mismos que lo hicieron con su padre.

De hecho, un día después de la cena remember de la Transición, Felipe VI se reunió con tres expresidentes (Aznar, González y Zapatero) y el patronato de la Fundación Elcano. Allí se encontró con tres de los empresarios más importantes del país y habituales en los eventos del rey honorífico Juan Carlos I: Botín, Villar-Mir y Sánchez Galán.

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La versión original de este artículo es parte de Quién Manda, un proyecto impulsado por la Fundación Ciudadana Civio. El Confidencial republica hoy su contenido gracias a un acuerdo de colaboración con dicho proyecto y a la licencia 'CC by' de todos sus contenidos.

El cambio de manos de la Corona ha estado cargado de simbolismo construido, ese que va más allá de estandartes, paseos en Rolls Royce y besamanos interminables. La agenda de Juan Carlos I para las horas previas a la abdicación ha sido parte de esa impronta cargada de significado. Tras varias reuniones con empresarios, eligió una mesa de viejos rockeros de la Transición para su penúltima cena como jefe de Estado.

Casa Real Rafael Spottorno José María Roldán Rafael Arias-Salgado Blas Herrero José Antonio Martínez Sampedro Joaquín Leguina