Políticos sin palabras

La sociedad política castellana y leonesa enmudeció ayer poco antes de las 17.30 horas de la tarde, tras conocerse el asesinato en plena calle de Isabel Carrasco, presidenta de la Diputación de León y, a la sazón, presidenta del Partido Popular en la provincia. Apenas transcurridos unos pocos minutos del trágico suceso nadie en el entorno popular quería dar crédito a lo sucedido. El tiempo, desgraciadamente daba la razón a las malas noticias.

La consternación en el estamento político regional era absoluta: desde el presidente, Juan Vicente Herrera, hasta los compañeros de formación de la provincia gobernada por Carrasco, pasando por los grupos de la oposición política.

Fuentes de la Federación Regional de Municipios y Provincias de Castilla y León declararon estar espantadas con la noticia. "Estamos traspasando todos los límites. Se está creando un ambiente pernicioso. No sé dónde vamos a llegar, pero esto tiene un rumbo peligrosísimo", comentaron a El Confidencial desde la FRMP.

Buena parte de los dirigentes del Partido Popular en esa comunidad autónoma estaban a punto de iniciar viaje hacia la ciudad de Valladolid para participar en un mitin de las elecciones europeas que tenía a Mariano Rajoy como asistente estelar. Todos ellos suspendieron de inmediato los preparativos -algunos ya estaban en carretera- y, en su mayoría, se trasladaron a León para mostrar sus condolencias a los familiares y amigos de Carrasco.

La propia FRMP montó un dispositivo para coordinar con los ayuntamientos y las diputaciones las jornadas oficiales de luto por el asesinato de Isabel Carrasco.

La noticia cayó como un mazazo en las filas populares. El secretario general del PP en Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, lamentaba en público la pérdida de Carrasco, en un discurso repetido en boca de Herrera, del alcalde de León, Emilio Gutiérrez, de los miembros de la corporación provincial, del procurador en las Cortes por León y consejero de la Junta, Antonio Silván, del delegado de Gobierno, Ramiro Ruiz Medrano... todos ellos llegados a León de forma precipitada para mostrar su apoyo a la familia de la político asesinada.

Emilio Gutiérrez, amigo de Carrasco, estaba visiblemente emocionado, al igual que el rector de la Universidad de León, José Ángel Hermida, que esa misma mañana había conversado con la presidenta de la Diputación.