Asuntos Internos acusa a Salamanca de mediar para dejar pasar a chinos expulsados

El comisario de Barajas, Carlos Salamanca, acaba de ser imputado, junto a otros ocho policías, por el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno a petición de la Fiscalía Anticorrupción basándose en un informe de Asuntos Internos que recoge la estrecha relación del policía con Yonping Wu Liu, un destacado miembro de la organización criminal liderada por Gao Ping desmantelada tras la operación Emperador a finales de 2012, y con el que ha habido un continuo intercambio de favores.

Del informe, al que ha tenido acceso El Confidencial, se desprende cómo ambos quedaban a comer todas las semanas, normalmente en el mismo restaurante, y cómo Salamanca intermedió para ayudar a entrar en España a ciudadanos chinos sin los papeles en regla. La Unidad de Asuntos Internos fija un caso concreto en el que tienen pruebas de cómo intervino. Concretamente, dio la orden en contra de lo acordado por otro agente para dejar pasar a una ciudadana china. Salamanca lo hizo, según consta en el documento, por petición de su amigo Wu Liu, quien se lo habría solicitado en otras ocasiones, aunque no se ha podido confirmar que en el resto efectivamente hubiera intervenido.

Los policías que elaboran este informe se basan en conversaciones intervenidas judicialmente a Wu Liu por orden del juez Fernando Andreu, quien se encargó inicialmente de este asunto hasta que Anticorrupción solicitó la imputación de Salamanca, con quien mantiene una relación de amistad y por lo que se hubo de abstener de la causa. Es más, en una de las conversaciones, Salamanca le dijo a Wu Liu que no puede quedar porque “va a comer con el juez y con el Guardia Civil”, cita a la que Yongping queda en pasarse luego.

El caso concreto en el que se centra Asuntos Internos ocurrió el 14 de abril de 2012. Un ciudadano de origen chino pero con nacionalidad española llama a Wu Liu y le pide ayuda porque han retenido a la que dice ser su mujer en la aduana del aeropuerto al no tener la documentación en regla y la van a repatriar a China en el siguiente vuelo. “Yongping, seguidamente, llama a Carlos Salamanca, como jefe del Puesto Fronterizo del Aeropuerto de Madrid-Barajas, a quien le expone la situación”, recoge el informe.

Así, Salamanca le comenta que con la tarjeta permanente que tenía la mujer no se puede residir más de un año fuera de España, "que no se puede hacer nada y se tendrá que ir en el siguiente vuelo, pero a pesar de ello le comenta que va a enterarse de lo sucedido”. Yongping tranquiliza acto seguido a su compatriota diciendo que ya ha avisado a una persona (en referencia a Carlos Salamanca). “Minutos más tarde, Yonglian Cai vuelve a llamar a Yongping. Esta vez para darle las gracias, ya que se ha solucionado la situación y su mujer ha salido. Yongping le advierte que no puede mencionar lo sucedido a nadie”, recoge la Policía. “Seguidamente, Yongping llama a Salamanca para darle las gracias, ya que la mujer ya ha salido. Carlos le contesta que cómo no lo va a saber. A continuación Carlos advierte a Yongping que hay que tener una serie de precauciones”, añade.

Ese día vuelven a hablar, quedando en verse más tarde en casa de Carlos. Esta estrecha relación queda reflejada en otra conversación de ese mismo día en el que Yongping llama al comisario y le dice que ha llevado al polígono industrial de Cobo Calleja (donde se realizaron detenciones y registros en la operación Emperador) 16 coches. En esa conversación, Salamanca le comenta que quería haberle llevado a su madre algo el otro día. “Yongping dice que luego pueden comer. Carlos contesta que se pase luego por casa a tomar algo”, recoge el documento.

Asuntos Internos solicitó toda la información al Puesto Fronterizo del aeropuerto para averiguar lo ocurrido. La ciudadana sobre la que pidieron el favor consta en el libro de Sala de Inadmitidos, pero aparece reflejada la hora de salida de la misma, que también debería haberse registrado, constando en la columna de “observaciones” la siguiente anotación: “Entra en España (G. rechazos)”. Al ser retenida ella reconoció que no tenía legalizado su matrimonio en España ni ha iniciado la tramitación de la tarjeta de residencia de familiar de la UE porque no sabe el procedimiento. Sin embargo, acto seguido aparece un informe positivo donde consta literalmente que “después de realizado el expediente de inadmisión se puede comprobar que está tramitando la legalización del matrimonio en España, para solicitar la pertinente tarjeta de régimen comunitario, por lo que se permite la entrada por orden del comisario jefe de este Puesto Fronterizo”, es decir, Salamanca.

La “simple voluntad” de Salamanca

Con estos datos, Asuntos Internos concluye que esta mujer reconoció claramente que no había legalizado su matrimonio en España y que tampoco sabía que podía solicitar la tarjeta de régimen comunitario. De hecho, si hubiera alegado, en el momento de su retención en frontera, estar casada con un español mediante la documentación correspondiente no habría dado lugar ni siquiera a su expediente de inadmisión.

“El motivo por el que finalmente entra en territorio nacional es por la simple voluntad de Carlos Salamanca, quien ordena que se autorice su admisión alegando que ‘se comprueba que está legalizando su matrimonio en España’, no constando ni cómo se comprueba dicha afirmación ni ningún documento que corrobore la veracidad de la misma, bien sea mediante fotocopia del libro de familia español, justificante de la solicitud de la inscripción del matrimonio en el Registro Civil, o bien certificado expedido por el consulado español en China que legalice dicho matrimonio”, afirma el informe, que añade que por el contenido de las conversaciones se puede deducir que no tenía ningún amparo legal para hacerlo, al comentar el comisario a Yongping que “había que tomar algunas precauciones”, o cuando Yongping advierte a su compatriota que “no se puede decir a nadie”.

Copas, toros y chicas

La relación entre Wu Liu y Salamanca es constante. De las conversaciones telefónicas se desprende que el comisario presenta a su amigo a empresarios, con los que come y luego cierra negocios. Pero no sólo eso. Comparten gradas en los toros, copas e incluso van juntos a clubes de alterne.

“Se significa que de todos los contactos empresariales que Yongping Wu Liu inicia con empresarios del entorno de Carlos Salamanca, éste se encuentra al corriente de todos los pormenores, llegando a estar presente en varias de las reuniones donde tratan temas relativos a posibles negocios, como se ha comprobado durante el desarrollo de las llamadas, desconociéndose hasta qué punto Salamanca participa de los mismos”, plasma el informe policial en el que se ha basado Moreno para imputar al comisario.

La amistad de ambos se centra básicamente en que, por un lado, Yongping se integraría paulatinamente en el amplio círculo de amistades de Salamanca, muchos de ellos empresarios, al iniciar algún tipo de relación empresarial con alguno de ellos. Por otra parte, Yongping recurriría a Carlos Salamanca, aprovechando su cargo de jefe de puesto fronterizo del aeropuerto de Madrid-Barajas, cuando algún compatriota suyo tuviera algún incidente en el citado aeropuerto. Como contrapartida, Carlos Salamanca recibiría algún tipo de obsequio en agradecimiento por estos favores.

Representativa es la conversación el 30 de diciembre de 2011, en la que Salamanca utilizaba el teléfono de Wu Liu para llamar a un club. “Carlos pregunta por Ángela y la chica que responde dice que Ángela llega más tarde, pero que ella lo va a tratar también muy bien. Carlos dice que luego se pasarán por allí unos cuantos”. Un poco más tarde, el comisario vuelve a llamar y pregunta por Adela. “Ésta se pone y Carlos le pregunta cómo está el patio. Adela contesta que hay chicas majas y está la colombiana. Carlos dice que van para allá”.

También refleja el informe el grado de amistad de ambos al mantener Yongping contactos con el hijo de Salamanca, a quien también le gestiona cuestiones relativas a la telefonía móvil.