El conflicto con las víctimas apuntala en el PP la continuidad de Mayor en las europeas

El Partido Popular ha empezado a preparar las próximas elecciones europeas previstas para mayo del próximo año sin que Mariano Rajoy haya insinuado siquiera quién encabezará la candidatura. Mientras tanto, la dirección del partido se divide entre los partidarios de la continuidad de Jaime Mayor Oreja y los que esperan un cambio que se daba por hecho hace menos de un mes. A raíz del entierro de la doctrina Parot, se reabre en el PP el problema interno por la cuestión del trato a las víctimas de ETA, y el exministro del Interior, como referente ante las bases de su política antiterrorista, gana enteros. En el grupo popular europeo creen ahora que la balanza (Rajoy) se inclinará por su actual jefe.

Las excarcelaciones de presos de ETA por la Audiencia Nacional se han convertido en una de las principales preocupaciones de la dirección del PP. Son un golpe para sus bases y un serio problema de imagen para el Gobierno, aunque sean un clara herencia del afán de José Luis Rodríguez Zapatero por negociar con los terroristas. De entrada, en la sede de Génova confiaban en que el Tribunal Supremo frenara o dosificara las salidas de los terroristas, pero la Audiencia Nacional ha preferido adelantarse.

El Partido Popular se solidariza y da la razón a las víctimas de los etarras, pero el Gobierno no tiene margen para ir más allá. A la organización le queda el papel de intentar aplacar a las asociaciones y que sus quejas no deriven en división interna. En esa tarea, que será larga además de difícil, en fuentes del grupo popular en la Eurocámara no creen que Rajoy se meta en el lío añadido de dejar fuera de la próxima candidatura para los comicios de mayo a Jaime Mayor Oreja. “Tendría que explicarlo y convencer a todos de que la decisión no se debía a la disidencia por una posible cesión del Gobierno en la política de firmeza frente a ETA”, comentan en los citados medios.

Como explican en el Partido Popular,“los de Colón” (los manifestantes que apoyan a las asociaciones de víctimas)son “de los nuestros” y conviene no darles más motivos de malestar o indignación. Sustituir al candidato para las elecciones europeas, el exministro del Interior que trazó la política antiterrorista que puso a la banda contra las cuerdas, sería otro elemento de choque con esas bases y entre los propios dirigentes del PP.

Sin embargo, en Génova predomina todavía la tesis de que ha llegado la hora de la renovación. Admiten que Jaime Mayor ha podido superar la etapa de distanciamiento con la dirección que duró casi todo 2012 y que desde el episodio de la excarcelación de Bolinaga no se han registrado más roces, pero le consideran casi como a un disidente.

El exministro hace poco por seguir al frente del grupo parlamentario europeo, pero tampoco da motivos para que le aparten. Su relación con Rajoy es de las más misteriosas que hay entre los más altos dirigentes del partido. En fuentes del PP dan por hecho que Mayor no le pedirá repetir en mayo, y también que el presidente del partido se guardará la decisión hasta el último minuto. En los anteriores comicios, en 2009, se esperó hasta enero. Para los próximos se teme que lo haga público todavía más tarde, en febrero, porque será la cita para la Convención Nacional del partido prevista precisamente para lanzar la precampaña de las europeas.

Perspectivas a la baja para mayo

Las perspectivas del PP para esas elecciones apuntan hacia una pérdida de escaños por el voto de castigo al Gobierno y el disgusto de su electorado más fiel ante medidas como la subida de impuestos. De ahí la parte positiva de poner al frente de la lista a un clásico del Partido Popular en vez a un ministro del Ejecutivo como Miguel Arias, que es el que más ha sonado.

En Génova cuentan con ganar los comicios porque el PSOE está aún peor que hace cinco años, pero reconocen que pueden perder varios escaños sobre los 24 con que ahora cuentan en la Eurocámara, frente a 23 de los socialistas. En el grupo parlamentario temen bajar hasta los 19, aunque por encima del PSOE. La renovación en la lista será severa. Ninguno de los actuales eurodiputados quiere dejar el puesto; sólo Alejo Vidal-Quadras está descartado y la dirección del partido tiene prometido un lugar de salida en la lista a dirigentes autonómicos como el presidente de la Comunidad de Murcia, Ramón Luis Valcárcel.