La maldición que persigue a Cudillero: el sexto alcalde en 24 meses

Cudillero deberá elegir su sexto alcalde en dos años, después de que el Tribunal Constitucional anulara la designación de Luis Fernández Garay como primer edil, atendiendo un recurso de Foro Asturias, al considerar que en su día, este concejal había presentado su renuncia al cargo para que corriera la lista y pudiera ser nombrado Ignacio Fernández, empleado municipal y que no figuraba en la lista socialista.

Esta maniobra la desactivó también el Tribunal Constitucional, alegando que no es elegible para un cargo de esta naturaleza una persona que no figure en la candidatura. Ahora, y pese a que el PSOE tiene mayoría absoluta, el próximo regidor de este municipio asturiano podría pasar a manos del PP, que cuenta tan solo con 3 de los 13 concejales queforman parte de la actual Corporación.

Doce días después de ser elegido en mayo de 2011 por sexta vez consecutiva alcalde de Cudillero, el socialista Francisco González Méndez dimite del cargo para incorporarse a la candidatura de su partido a la Junta General del Principado, convirtiéndose en el diputado número 17 de los escaños de su grupo parlamentario y, a la postre, el que diera a la izquierda la mayoría de la Cámara también por sentencia del Tribunal Constitucional.

Le sustituye Gabriel López, que a los tres meses dimite alegando razones personales, aunquesemanas más tarde afirmaría que no podía soportar la presión de los ciudadanos de Cudillero y determinadas alusiones a su persona en las redes sociales. Esta queja es compartida por gran parte de los ediles del grupo mayoritario.

Provisionalmente, ocupa el cargo la concejala Nuria Álvarez, que siempre manifestó que su disponibilidad era temporaly que pidió a su partido que eligiera a otro alcalde. Nadie de la lista inicial quiso asumir tal responsabilidad y entonces los socialistas de Cudillero optaron por una arriesgada jugada que terminó por salirles cara: todos los integrantes de la candidatura renunciaron a su puesto para que fuera elegido alcalde Ignacio Fernández, dirigente del partido en la localidad y empleado municipal, apelando al espíritu de una ley que permite esta circunstancia en el caso del País Vasco, cuando concejales no nacionalistas eran objeto de persecución por grupos terroristas.

Esta estrategia del PSOE provocó una enorme polémica en el municipio y, pese a que fue elegido con los votos de sus compañeros, Ignacio Fernández fue descabalgado por el Tribunal Constitucional, a instancias del partido de Francisco Álvarez-Cascos. Solo duró tres meses en el cargo.

Para reparar esta sentencia, el PSOE de Cudillero recuperó a sus concejales dimitidos y eligió el 24 de junio a Luis Fernández Garay para el cargo, entre las protestas de los grupos de la oposición que entendían que una persona que había renunciado al puesto no podría retrotraerse a un acto ya irreversible, consideración que recoge en su sentencia el Tribunal Constitucional.

Una decisión "extraña"

La decisión del Alto Tribunal sorprendió en medios políticos y fue considerada "extraña", incluso, por algunos profesores de Derecho Constitucional de la Universidad de Oviedo que entienden que el fallo vulnera el principio de acatamiento a la voluntad popular de los vecinos de Cudillero que decidieron en votación otorgarle la mayoría absoluta a los socialistas.

Entre las soluciones a este embrollo jurídico se encuentra la designación de una comisión gestora o la celebración de nuevas elecciones, algo para lo que tendría que dar luz verde el Consejo de Ministros.Los socialistas se oponen a ambas y afirman que gastarán todas sus energías en preservar su mayoría absoluta. Se da la circunstancia de que, pese a esa enorme diferencia en votos, la Alcaldía podría pasar a manos del PP (con tres concejales) o a Foro Asturias (con dos). Incluso, si ambos partidos de la derecha unen sus fuerzas su margen de maniobra para gobernar es muy reducido ante los 8 escaños del PSOE. Pero, curiosamente,según se desprende de la sentencia del TC, en el caso de que el PSOE encabece una moción de censura, sus concejales podrían ser nuevamente válidos para respaldarla, por lo que la Alcaldía volvería a sus manos, ya de manera legítima, una interpretación que a muchos expertos en Derecho les suena a retorcida.

Tanto Foro como PP han criticado duramente a los socialistas por haber enrarecido el ambiente en el pueblo hasta el punto de que consideran una aberración que endos años lleven seis alcaldes. Pero ambos son conscientes de que su 'reinado' en el concejo sería efímero, ante la terquedad de las cifras de reparto de ediles. En septiembre, con la elección del nuevo alcalde (o alcaldesa), el culebrón volverá a tomar fuerza y el bastón de mando consistorial cambiará de nuevo de manos.