La crisis también hunde los ingresos del Estado por multas de tráfico: un 11,7% menos en 2012

El esfuerzo que han hechos los últimos gobiernos para endurecer el castigo de las infracciones de circulación aumentando la cuantía de las multas, multiplicando los radares y los controles aleatorios e incentivando a los guardias civiles para que sancionen más a cambio de mayores nóminas no está evitando el descenso de la recaudación del Estado en las carreteras. En 2012, los conductores pagaron en multas de tráfico 412.675.560 euros, una cifra astronómica pero alejada de los 467.289.417 euros recaudados en 2011. En sólo un año, el erario público ha experimentado una pérdida del 11,7% en los ingresos por este concepto.

Se trata de la segunda caída anual consecutiva en el cobro de infracciones de circulación. En 2010, con José Luis Rodríguez Zapatero como presidente del Gobierno y Alfredo Pérez Rubalcaba como ministro del Interior, la Dirección General Tráfico (DGT) registró la mayor recaudación por multas de toda su historia, con un balance en ese ejercicio de 510.495.448 euros, firmando así una meteórica ascensión que arrancó con la llegada del PSOE a La Moncloa. Sólo en 2008 se aumentó el número de radares en las carreteras un 57%.

Sin embargo, 2011 comenzó a describir una tendencia negativa que se confirmó el pasado año. El decrecimiento acumulado desde el récord de 2010 alcanza ya el 19,7%. Los motivos de esta inflexión son múltiples. En primer lugar, la crisis y el alza de los precios de los combustibles han provocado un descenso de los desplazamientos por carretera, especialmente, durante los últimos tres años. Según los datos de la propia DGT, la movilidad descendió un 1,42% en 2010, un 3,06% en 2011 y, el año pasado, otro 4,5%. Con menos coches en circulación, el balance de sanciones se ha visto castigado. Con todo, las multas han caído en una proporción mayor.

Efecto ‘aprendizaje’

Los otros motivos de la caída de la recaudación por multas hay que buscarlos en el efecto pedagógico de las multas, que, combinado con el carné por puntos, ha aumentado la precaución de los conductores y su destreza para esquivar las sanciones. Ni siquiera la eliminación del margen de gracia en la tabla de sanciones por velocidad en mayo de 2010 ni el cruce de datos con otras instancias para elevar el porcentaje de cobro ha permitido al Estado mantener constante la entrada de fondos en sus arcas.

En 2012, los conductores pagaron en multas de tráfico 412.675.560 euros, una cifra astronómica pero alejada de los 467.289.417 euros recaudados en 2011

El balance del pasado ejercicio, desconocido hasta ahora, ha sido revelado por el Gobierno en la contestación a una pregunta escrita del diputado socialista Félix Lavilla Martínez, que requirió al Ejecutivo que informara de “la evolución de la recaudación obtenida por sanciones de Tráfico en los últimos cinco años en la provincia de Soria”. El Gobierno aportó los ingresos de esa demarcación (2.665.035 euros en 2012) pero se vio obligado a incluir también los valores del conjunto de España para contextualizarlos. Sin embargo, el Ejecutivo no ofreció los datos desglosados por provincias. Y la DGT tampoco los proporciona, ni siquiera bajo petición. De hecho, la recaudación por multas es tradicionalmente una de las informaciones más silenciadas de las cuentas del Estado, por el temor a que se extienda la sombra de la voracidad recaudatoria sobre la política de seguridad vial. El Gobierno ha tenido que desvelar los datos en un trámite obligatorio que apenas había tenido trascendencia.

Cifras parciales

La información no incluye las sanciones de tráfico en País Vasco y Cataluña, las dos comunidades que tienen transferidas las competencias en esta materia. Además, el dato tampoco recoge los ingresos de los ayuntamientos por las multas de policías locales y los radares ubicados en zonas urbanas. En estos casos, son los consistorios los encargados de gestionar la recaudación y de contabilizarla.

Según datos proporcionados por la propia DGT, sólo sus servicios sancionadores ponen cada día en en las carreteras españolas 10.800 multas. Este organismo incluso cuenta desde el pasado mes de marzo con un helicóptero, Pegasus, dedicado en exclusiva a vigilar el cumplimiento de las normas de circulación. Su efectividad inspectora es cinco veces mayor a la de un radar convencional. En cuestión de semanas arrancará la campaña veraniega, la estación más propicia para las sanciones de tráfico.