Los socialistas se acercan a Duran Lleida para desgastar la estrategia independentista de Mas

Divide y vencerás. La vieja máxima sigue vigente en la lucha política. Y los socialistas catalanes están dispuestos a explotar los puntos débiles del presidente de la Generalitat, Artur Mas, cueste lo que cueste. Saben, por ello, que su talón de Aquiles es Josep Antoni Duran Lleida. El líder democristiano se ha posicionado repetidamente en contra de la independencia, aunque suscribe al 100% la exigencia de su socia Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) de convocar un referéndum para el año próximo. Pero también es cierto que ha ejercido de contrapeso al sector más soberanista de la coalición nacionalista alertando de algunos excesos de la estrategia radical.

En las filas del PSC son conscientes de que cualquier alabanza a Duran significa automáticamente una bofetada a Artur Mas y, en los últimos días, han sacado a colación el seny del democristiano contraponiéndolo a la deriva rupturista del president. No es casual, en este contexto, que el pasado jueves el líder socialista, Pere Navarro, se reuniese con Josep Antoni Duran para intercambiar impresiones. Al día siguiente, y por sorpresa, Duran acudió a ver a Artur Mas al Palau de la Generalitat.

¿Es un intermediario para limar asperezas entre CiU y PSC? ¿Hace de mensajero entre los dos partidos para acercar posiciones? “La reunión de Pere Navarro con Duran se enmarca dentro de las relaciones lógicas entre dos dirigentes políticos que se ven cada cierto tiempo. No es ningún mensajero ni intermediario, porque Navarro tiene línea directa con Mas para tratar cualquier asunto”, dice a El Confidencial una fuente del PSC.

La estrategia democristiana ya quedó clara tras las elecciones autonómicas del pasado 25 de noviembre. Los soberanistas de CDC pusieron inmediatamente sobre la mesa el nombre de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) para formalizar un pacto de gobierno, puesto que CiU sola no tenía mayoría absoluta. Y fue UDC quien frenó la euforia de los soberanistas exigiendo que también se incluyese en las conversaciones al PSC porque esta alternativa representaría una apuesta por la centralidad y la moderación. Evidentemente, el interés del núcleo duro de Convergència y la mayor afinidad con el programa electoral de ERC decantaron  posteriormente la balanza a favor de los republicanos, con quienes Mas firmó un pacto de Gobierno.

Pero el talante y la estrategia de los democristianos quedó patente con su posicionamiento al principio de la legislatura. De ahí que los dirigentes socialistas no se recaten a la hora de aconsejar públicamente a Mas que tome ejemplo de las tesis de Duran. Tras la reunión con el líder del PSC, éste constató que Unió Democràtica, a pesar de formar coalición con CDC, tiene más puntos en común con los socialistas que con los convergentes en materia de organización territorial. Es decir, que Duran ve con mejores ojos la propuesta de un Estado Federal que preconiza Navarro que la creación de un Estado catalán independiente que pretende Artur Mas. El propio Navarro desveló este sábado los puntos de conexión de las tesis de UDC con el PSC y el domingo fue el portavoz parlamentario, Maurici Lucena, quien recomendaba a Mas que adopte la actitud ponderada de Duran.

La consulta imposible

“En la reunión se habló fundamentalmente de esto. Y Duran tiene una cosa clara, que dice tanto en público como en privado: una consulta por las bravas, una consulta ilegal, es imposible”, admiten a este diario fuentes socialistas. El líder democristiano manifestó a su interlocutor su inquietud “por la deriva de Mas” y coincidió con él en que un Estado Federal es preferible a una ruptura.

Desde CiU, se niega la mayor. “Unió tiene la misma estrategia que Convergència y vamos todos a una. Las propuestas electorales han sido suscritas completamente por UDC y lo que está haciendo el Gobierno de la Generalitat es llevarlas a cabo”. De vez en cuando, sin embargo, Duran hace oír su voz y alerta sobre la imposibilidad de realizar un referéndum sin el permiso del Gobierno central. “Las pretendidas discrepancias no son tales, porque en el fondo todos decimos lo mismo. UDC reclama, lo mismo que CDC, que nos dejen ejercer el derecho a decidir, que no es lo mismo que la independencia. Es cierto que ésta puede ser una consecuencia de aquél, pero lo que está en juego es ese derecho que nos hemos comprometido a defender y reivindicar”, señala una fuente convergente. 

Pero el sector soberanista de CDC, sin embargo, demoniza a Duran, que ha llegado a advertir del peligro de dejarse llevar por las tesis de ERC. En privado, tanto dirigentes de CiU como de ERC no se recatan en decir que el presidente de Unió es el principal enemigo de Artur Mas y el que pone “palos en las ruedas” del proceso independentista.

Los socialistas, sin embargo, advierten también que “Artur Mas tiene un problema. Las discrepancias entre Convergència y Unió no son sólo por la independencia. Hace pocos días, los diputados de UDC votaron en contra de sus compañeros de coalición en una moción parlamentaria sobre el aborto. Por tanto, hay una componente social que puede pasar factura a Mas”.

El garante de las esencias de CiU

Pero, además, el acercamiento entre PSC y UDC tiene otra componente tan importante como la vertiente política: la económica. De ahí que Duran y Navarro hablasen también en su reunión del mundo socioeconómico y de la inquietud que existe sobre el futuro político. “El sector del empresariado y de las finanzas comienza a estar harto. Hay gente importante del mundo económico que en privado ya explican que Cataluña está perdiendo inversiones por la deriva independentista. Y hablamos de grandes empresarios punteros. El Círculo de Economía ya se ha posicionado diciendo que es preferible una reforma de la Constitución. Y el presidente de Fomento, Gay de Montellà, dijo en un foro en Madrid que es preciso una segunda Constitución, pero aventuras políticas, ni por el forro. Los apoyos que tenía Mas en la sociedad civil y económica y que no eran estrictamente independentistas ya han dejado de darle apoyo explícito. Y Duran es consciente de ello, de que  hay una preocupación profunda y de que los empresarios lo que necesitan es estabilidad económica y certezas”, señalan fuentes socialistas.

En este contexto, el líder democristiano trata de aparecer como el garante de las esencias tradicionales de CiU, que durante las tres últimas décadas no tenía en su agenda la creación de un Estado catalán independiente. Y su discurso cobra especial relevancia en un momento en que tanto Mas como el Gobierno de la Generalitat sólo tienen en su hoja de ruta una palabra: independencia.

El PSC, pues, ha visto un filón en los importantes matices en los discursos de Duran y Mas para intentar añadir leña al fuego. Incluso el líder municipal del PSC en Barcelona, Jordi Martí, ha metido el dedo en el ojo a los convergentes. En un artículo en su blog de la pasada semana titulado Una ciudad que busca alcalde, explicaba: “Las quinielas sobre quién son los concejales mejor situados [para sustituir al actual alcalde, el convergente Xavier Trias] se combinan con otros  nombres de la escena política catalana, entre los que destaca Duran Lleida como hombre que podría dejar Madrid por Barcelona o Ferran Mascarell [exsocialista y actual consejero de Cultura], que ya parece el candidato eterno a la alcaldía”.

Desde las filas de CiU se quita importancia al hecho de que Duran pueda optar a ser alcalde de Barcelona. “Es cierto que él ha dicho que ya estaba cansado de ir siempre a Madrid, pero eso no significa que vaya a ser el alcaldable. Ese cansancio, de todos modos, se debe a motivos de salud, puesto que le convendría tener menos ajetreo y no viajar tanto, porque, además, es un hombre que, incluso cuando se encuentra mal, es reticente a varias su agenda. Con el lanzamiento de su nombre, lo que intentan los socialistas es desgastar tanto a Artur Mas como a Trias”, señalan fuentes nacionalistas a este diario.