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La delegada del Gobierno en Cataluña obliga a un pueblo a colgar la bandera catalana
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EN BOLVIR SÓLO ONDEABA LA ESPAÑOLA

La delegada del Gobierno en Cataluña obliga a un pueblo a colgar la bandera catalana

La delegada del Gobierno en Cataluña, Llanos de Luna, ha requerido formalmente a un ayuntamiento catalán que cuelgue la senyera (bandera oficial catalana) en la fachada

Foto: La delegada del Gobierno en Cataluña obliga a un pueblo a colgar la bandera catalana
La delegada del Gobierno en Cataluña obliga a un pueblo a colgar la bandera catalana

La delegada del Gobierno en Cataluña, Llanos de Luna, ha requerido formalmente a un ayuntamiento catalán que cuelgue la senyera (bandera oficial catalana) en la fachada del consistorio. Hasta ahora, la Delegación había enviado requerimientos a muchos ayuntamientos porque la bandera española había sido desterrada de las instituciones oficiales, contraviniendo lo que dice la Ley de Banderas. Y ello la había posicionado como la bestia negra de los independentistas, que la han acusado en diversas ocasiones de estar obsesionada con la enseña española. Por primera vez, sin embargo, ha hecho algo insólito: ha requerido al Ayuntamiento de Bolvir a que cuelgue la enseña catalana.

Fuentes de la Delegación del Gobierno consultadas por El Confidencial admitieron que este requerimiento se había enviado. “Nosotros somos legalistas. Se habían realizado requerimientos para que se izase la bandera española porque así lo marca la Ley de Banderas. Pero igualmente se ha de izar la senyera, porque lo marca la norma. Se trata de garantizar el estricto cumplimiento de la ley”, señalaron dichas fuentes.

La guerra de las banderas ha estado especialmente viva los pasados meses. Muchos ayuntamientos pasaron a estar controlados por formaciones nacionalistas e independentistas, y las primeras medidas que adoptaron fueron esconder la enseña española y aprobar resoluciones declarándose “territorio catalán libre” e incluso fuera del Estado español. Desde la Delegación del Gobierno se siguió de cerca la evolución de estos conflictos locales para estudiar si sus actuaciones se ajustaban a lo que marca la ley. En muchos casos, las supuestas declaraciones de independencia no dejaban de ser meras declaraciones de intenciones que no iban más allá.

En el asunto de las banderas, la Delegación exigía constancia de que la ley se cumple, por lo que tras los primeros requerimientos muchos consistorios remitían a la institución del Estado la acreditación de que ya habían cumplido y, en ocasiones, adjuntaban fotografías con las enseñas en las fachadas de los consistorios. En el caso de Bolvir, un pequeño pueblo de la comarca pirenaica de La Cerdanya, tan sólo ondeaba la española, lo que también contraviene la ley, por lo que la Delegación optó por requerirle nuevamente a que colocase también la catalana. 

La sorprendente decisión, sin embargo, no la reconcilia con el espectro nacionalista, que la considera su bestia negra particular. El pasado mes de marzo, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) llevó al Parlamento autonómico una moción para exigir su destitución. El texto de la moción la acusaba de “actitud hostil y falta de respeto hacia las instituciones catalanas” por su empeño en hacer cumplir la Ley de Banderas y por controlar las actas municipales. “Estos son cometidos que tiene la Delegación del Gobierno. ¿Qué quieren, que la delegada no cumpla con sus obligaciones?”, señala una fuente del PP. La moción fue aprobada con los votos de CiU, ERC, ICV y la CUP, mientras que los socialistas se abstuvieron y PP y Ciutadans votaron en contra. En el trasfondo del frente nacionalista contra ella se encuentra también el hecho de que es una de las pocas diputadas que hacía servir siempre el castellano cuando formaba parte de la Cámara autonómica, aunque domina perfectamente el catalán.

La última polémica

La decisión de Llanos de Luna se produce en un momento en que su figura es puesta en duda por la práctica totalidad de los partidos, excepto por el PP. Este viernes, el pleno del Ayuntamiento de Barcelona aprobó una moción de ICV en la que se pide su dimisión. Un día antes, había hecho lo mismo el pleno de la Diputación de Barcelona. Y en el último pleno parlamentario, todos los partidos pidieron su destitución excepto el PP y Ciutadans, que, sin embargo, sí exigió explicaciones.

La guerra de las banderas ha estado especialmente viva los pasados meses. Muchos ayuntamientos pasaron a estar controlados por formaciones nacionalistas e independentistas y escondieron la enseña españolaEsta ofensiva contra la delegada del Gobierno se debe a que el pasado 11 de mayo asistió a la celebración del 169 aniversario de la Guardia Civil, durante el que se concedió un diploma a la Hermandad de Combatientes de la División Azul, que luchó junto a Hitler en la II Guerra Mundial. El instituto armado emitió posteriormente una nota en la que explicaba que al acto fueron invitadas agrupaciones legales, debidamente inscritas, y que en el mismo no se había tenido en cuenta la ideología de las mismas. Estas asociaciones se fundamentan “en un contexto histórico, en absoluto ideológico”, decía la nota. En el mismo acto, por ejemplo, también se entregó otro diploma a la Asociación de Aviadores de la República.

El asunto, sin embargo, fue aprovechado por todos los partidos para arremeter contra Llanos de Luna, que entregó el galardón a la División Azul debido a un sorteo aleatorio para otorgar los diplomas. El Gobierno catalán también se posicionó sobre el caso y fue la vicepresidenta, Joana Ortega, la que exigió la dimisión de la delegada. Y mientras CiU llevaba el tema al Congreso de los Diputados con una pregunta al Gobierno, incluso los eurodiputados catalanes Ramon Tremosa y Salvador Sedó (CiU), Raül Romeva (ICV) y Ana Miranda (en representación de ERC) presentaron un escrito ante la Comisión Europea para que esta “tome medidas para depurar responsabilidades” e instan al Gobierno español a destituir a la delegada del Gobierno en Cataluña porque el homenaje a la División Azul “contraviene los principios de la Unión Europea”.

Tras la polémica, los Aviadores de la República acordaron devolver su diploma a la Guardia Civil y expresaron su malestar “por la instrumentalización que se está haciendo de nuestro nombre en relación al desgraciado y mediático tema de la entrega de un diploma a la Hermandad de Combatientes de la División Azul. ADAR es una asociación apolítica que defiende la memoria de aquellos pilotos que lucharon por la libertad y la democracia de este país, pero no puede permitir que se utilice su nombre para excusar el reconocimiento a una organización de las características de la División Azul”. El diploma fue devuelto el pasado 28 de mayo.

La delegada del Gobierno en Cataluña, Llanos de Luna, ha requerido formalmente a un ayuntamiento catalán que cuelgue la senyera (bandera oficial catalana) en la fachada del consistorio. Hasta ahora, la Delegación había enviado requerimientos a muchos ayuntamientos porque la bandera española había sido desterrada de las instituciones oficiales, contraviniendo lo que dice la Ley de Banderas. Y ello la había posicionado como la bestia negra de los independentistas, que la han acusado en diversas ocasiones de estar obsesionada con la enseña española. Por primera vez, sin embargo, ha hecho algo insólito: ha requerido al Ayuntamiento de Bolvir a que cuelgue la enseña catalana.

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