A Wert le crecen los enanos: su propio hermano se rebela contra los recortes en educación

Los recortes en educación cada vez cuenta con menos adeptos. Y el ministro Wert tiene ahora un nuevo disidente que, si bien es anecdótico, no deja de llamar la atención: se trata de su propio hermano. Y es que Juan Pablo Wert, profesor de Historia del Arte en la Facultad de Letras de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), se ha sumado a una iniciativa de varios profesores de su facultad para concienciar a la ciudadanía sobre los recortes en educación que están sufriendo las universidades públicas.

La iniciativa se llama Uni en la calle y será llevada a cabo el martes 7 de mayo por parte de profesores y estudiantes, que trasladarán las aulas a las calles de Ciudad Real con el objetivo de reivindicar la importancia de la enseñanza pública y la oposición de este colectivo a los recortes que están aplicando el ministerio comandado por José Ignacio Wert. Su hermano, experto en el reino nazarí de Granada, en la movida madrileña y comisario de varias exposiciones en los últimos años, ha decidido sumarse a la protesta.

“Los recortes provocan peores resultados educativos” 

Entre los motivos para salir a la calle a impartir las clases, el colectivo señala que “la consolidación de los recortes provoca pérdidas de equidad y peores resultados educativos. Un ejemplo claro lo estamos viendo este curso con la subida de las tasas universitarias, especialmente en los másteres universitarios, y el recorte en becas”.

En opinión de los convocantes, “ambas medidas están impidiendo la incorporación a la universidad de los estudiantes con menos recursos económicos y tampoco están mejorando la financiación de las universidades”.

Contra los despidos y la falta de financiación

Para ellos, “el principal problema de las universidades públicas está siendo su insuficiente financiación, agravada con los recortes de los últimos años, que está provocando despidos de personal docente e investigador y personal de administración y servicios, deterioro de la calidad del sistema y disminución de la oferta educativa”.

Por ello, la jornada reivindicativa se plantea como una manera de mostrar la disonancia de estos profesores con el “empeoramiento generalizado de las condiciones en que se debe trabajar en los centros”, ya que “el aumento de la jornada de trabajo de todos los profesionales de la educación, de la jornada lectiva del profesorado, el incremento de la dedicación docente del PDI y el establecimiento de un número excesivo de alumnos por aula compromete seriamente el tiempo y la calidad de la atención que se puede dedicar a cada alumno”.