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Alarma en Ceuta y Melilla por el recrudecimiento de la violencia de los inmigrantes irregulares
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LAS FUERZAS DE SEGURIDAD RECLAMAN LA DEVOLUCIÓN AUTOMÁTICA A MARRUECOS

Alarma en Ceuta y Melilla por el recrudecimiento de la violencia de los inmigrantes irregulares

Los inmigrantes que intentan colarse de forma irregular en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla están recurriendo cada vez más a la violencia para evitar

Foto: Alarma en Ceuta y Melilla por el recrudecimiento de la violencia de los inmigrantes irregulares
Alarma en Ceuta y Melilla por el recrudecimiento de la violencia de los inmigrantes irregulares

Los inmigrantes que intentan colarse de forma irregular en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla están recurriendo cada vez más a la violencia para evitar su detención por parte de las fuerzas de seguridad y la apertura del correspondiente proceso de devolución a sus países de origen. Los agentes de la Policía y de la Guardia Civil de los servicios de vigilancia de las fronteras han dado la voz de alarma por el incremento de este tipo de episodios y piden cambios legales urgentes para aplacar el posible efecto contagio entre los extranjeros que aún están aguardando su oportunidad para entrar en España.

El último incidente tuvo lugar el domingo en Melilla, cuando la Guardia Civil neutralizó una patera con 15 inmigrantes irregulares a bordo. Al llegar a la costa, los inmigrantes, de origen subsahariano, intentaron evitar su detención con palos, machetes y cuchillos. Hirieron a seis agentes. Sólo cinco pudieron ser capturados. El resto logró huir de la playa y esconderse. Los detenidos pasaron ayer a disposición judicial y se decretó su internamiento en prisión a la espera de la vista oral, acusados de atentado contra la autoridad. Las heridas de los agentes no son graves (dolores cervicales, contusiones y cortes en las manos) pero inquietan a las autoridades porque es la primera vez que se produce un enfrentamiento de este tipo en una interceptación en el mar, con el peligro añadido que ello conlleva. De hecho, según  la Delegación del Gobierno de Melilla, el bote de los inmigrantes llegó a colisionar con la patrullera de la Guardia Civil. 

“Estamos preocupados porque estamos viendo que esto ocurre de forma cada vez más frecuente”, explica un representante de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) en Melilla. “En la frontera terrestre, si pasa algo de este tipo, nos pueden ayudar los policías nacionales e incluso los locales, pero en el mar estamos nosotros solos y cualquier enfrentamiento de este tipo puede tener graves consecuencias para los inmigrantes. Hay que tener en cuenta que muchos de ellos ni siquiera saben nadar”, apunta este portavoz de la asociación, que asegura que la situación ha empeorado desde “hace aproximadamente año y medio”, cuando se empezaron a  acompañar los asaltos masivos a la valla con lanzamientos de piedras.

El antecedente de los ‘coches kamikazes’

El episodio de este fin de semana se une al uso de ‘coches kamikazes’ para entrar en Melilla el pasado mes de febrero. Al menos 21 inmigrantes irregulares lograron entrar en suelo español con esta nueva técnica, consistente en lanzar los vehículos a toda velocidad contra las barreras de seguridad y los agentes que custodian la frontera. Las imágenes dieron la vuelta a España.

La alarma también ha llegado a Ceuta, a pesar de que los episodios violentos son menos frecuentes en su frontera. “Nuestra situación es distinta porque tenemos sólo un paso fronterizo frente a los cuatro de los que dispone Melilla. Además, nuestra orografía es montañosa, lo que hace más difícil el acceso de grandes grupos de personas. En su caso, es una planicie”, admiten desde la Delegación del Gobierno en Ceuta. Con todo, la institución responsable de la seguridad en la Ciudad Autónoma admite que el incremento de la agresividad en Melilla les preocupa por la posibilidad de que este comportamiento acabe reproduciéndose en su territorio. Para Jesús González, delegado del Sindicato Unificado de Policía (SUP) en Ceuta, las próximas semanas serán determinantes porque “con la llegada del buen tiempo aumenta la presión migratoria”. “Pero de momento”, subraya, “aquí no se están dando este tipo de agresiones”.

Cambios en la ley de extranjería

Tanto la AUGC como el SUP y los sindicatos policiales CEP y UFP piden que se modifique la ley de extranjería para que los inmigrantes que utilicen la violencia para entrar de forma irregular en España puedan ser expulsados automáticamente, sin opción de entrar en los centros de internamiento. “Eso fue lo que se hizo en el caso de los 'coches kamikazes' y ha funcionado porque no ha vuelto a ocurrir. Los 21 inmigrantes que entraron fueron expulsados al instante, y eso ha evitado que más gente quiera intentarlo”, afirma el representante de AUGC en Melilla, que comprende la desesperación de estas personas. La mayoría ha recorrido miles de kilómetros buscando el paraíso de Occidente, y Melilla y Ceuta son sus puertas.

La petición de las asociaciones y sindicatos de las Fuerzas de Seguridad ha sido secundada por el presidente de la Ciudad Autonóma, Juan José Imbroda, que ha reclamado que no se consienta que se “invada la soberanía en plan agresivo” y ha lamentado que se produzca este comportamiento con las fuerzas de seguridad. “Encima que van a ayudar son recibidos con palos y cuchillos”, ha denunciado el jefe del Ejecutivo melillense. En su opinión, urge una reforma de la ley de extranjería porque “no se pueden dar tantos derechos a quienes vienen de forma irregular”.

El riesgo de que se extienda el ejemplo

El delegado del Gobierno en Melilla, Abdelmalik El Barkani, también comparte este criterio. A su juicio, la modificación legal que incluya “los supuestos de entrada violenta en territorio nacional” es imprescindible, y pasa por un acuerdo que implique a toda la Unión Europea y que facilite la devolución inmediata a Marruecos.

En todo caso, no se producirá ningún cambio legal en el corto plazo. Al menos, el Gobierno de Mariano Rajoy no lo contempla por ahora. El ejemplo puede cundir durante las próximas semanas entre los que aún están esperando entrar a Ceuta y Melilla, aprovechando las favorables condiciones climatológicas del verano. Después de todo, tienen motivos de sobra para volver a intentarlo. Sólo cinco de los 15 ocupantes del bote han sido interceptados. El resto ha logrado su añorado objetivo. 

Los inmigrantes que intentan colarse de forma irregular en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla están recurriendo cada vez más a la violencia para evitar su detención por parte de las fuerzas de seguridad y la apertura del correspondiente proceso de devolución a sus países de origen. Los agentes de la Policía y de la Guardia Civil de los servicios de vigilancia de las fronteras han dado la voz de alarma por el incremento de este tipo de episodios y piden cambios legales urgentes para aplacar el posible efecto contagio entre los extranjeros que aún están aguardando su oportunidad para entrar en España.

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