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Un amplio sector del PSOE exige a Rubalcaba más dureza con el Rey
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EL PORTAVOZ DEL PARTIDO EN LA COMUNIDAD VALENCIANA PIDE EL FIN DE LA MONARQUÍA

Un amplio sector del PSOE exige a Rubalcaba más dureza con el Rey

Pere Navarro no está solo. El líder del PSC, que pidió hace poco más de un mes la abdicación del Rey, abrió el melón de las

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Un amplio sector del PSOE exige a Rubalcaba más dureza con el Rey

Pere Navarro no está solo. El líder del PSC, que pidió hace poco más de un mes la abdicación del Rey, abrió el melón de las críticas a la Corona. Y ayer se sumó a esa corriente el vicesecretario general y portavoz del PSOE en la Comunidad Valenciana, Francesc Romeu, que lamentó "la corrupción y el descrédito" que afectan a la monarquía. Son, por ahora, los únicos dirigentes socialistas que han roto el tabú y se han atrevido a expresar públicamente su desafección hacia la institución monárquica. Pero no son voces aisladas. 


Un amplio sector del partido, que abarca desde la militancia a la Ejecutiva, quiere que Alfredo Pérez Rubalcaba sea más crítico con la figura del Rey y denuncie, como líder del principal partido de la oposición, los supuestos excesos cometidos en el entorno del monarca, incluyendo las corruptelas de su yerno, Iñaki Urdangarin, o las oscuras gestiones de su íntima amiga Corina zu Sayn-Wittgenstein, según han confesado a El Confidencial fuentes cercanas a la dirección socialista.

 

"Salvando todas las distancias, no podemos cometer en este caso un error tan grave como el de la moción de censura en Ponferrada, en el sentido de volver a traicionar la sensibilidad de nuestros votantes y militantes", sostiene un dirigente del partido. "El PSOE siempre ha respetado a la Corona y en ocasiones ha mirado hacia otro lado ante determinadas situaciones con tal de proteger a la institución, pero si el jefe del Estado traspasa ciertas líneas rojas no podemos hacer como que no pasa nada, porque ni nuestras bases ni los ciudadanos que aún confían en nosotros nos lo van a perdonar", añade.

Romeu, número dos del PSOE en la Comunidad Valenciana y, a sus 38 años, un valor en alza en un partido muy necesitado de renovación, expresó ayer en voz alta y con una crudeza nada habitual lo que muchos socialistas dicen en privado. En alusión a los supuestos planes de la Casa del Rey para preparar el terreno de la abdicación de don Juan Carlos, Romeu afirmó en su blog personal: "El cansancio no sólo es del Rey. La sociedad española también lo está de una monarquía que, aparte de no ser transparente, está ensombrecida por la corrupción y el descrédito".

Tras señalar que "sería una vergüenza" que el Monarca abdicara "en este momento de crisis social, institucional y económica que estamos viviendo, de la que alguna responsabilidad también tiene la monarquía", el portavoz de los socialistas valencianos añadía: "Las instituciones que representan a los ciudadanos deben ser transparentes, democráticas y basarse en los principios de elección universal y de igualdad. Por eso, mejor un sistema más democrático como la república".

Silencio de Ferraz

La dirección del PSOE apenas tardó unas horas en desautorizar a Navarro cuando el líder de los socialistas catalanes, tras proclamarse "republicano convencido", reclamó que el Rey abdique y sea el príncipe Felipe de Borbón quien pilote una "segunda transición". Pero ayer, a diferencia de lo ocurrido el pasado 20 de febrero -el secretario de Relaciones Institucionales de la Ejecutiva del partido, Antonio Hernando, se apresuró a decir entonces que el PSOE no compartía "en absoluto" las palabras de Navarro-, Ferraz guardó silencio sobre las explosivas opiniones de Romeu.

"Es verdad que el PSOE siempre ha sido leal a la Corona, y que esa lealtad también pasaba por blindar al Rey frente a las críticas para no dañar la estabilidad institucional", opina otro dirigente socialista. "Pero también es verdad que jamás el Rey y quienes le rodean habían cometido errores tan graves y habían estado tan cuestionados por la opinión pública. No se trata de que los socialistas tengamos ahora que dinamitar la monarquía, sino de conectar con esos miles de ciudadanos que han perdido la confianza en el Rey, y que se preguntan, por ejemplo, qué negocios ha hecho la princesa Corinna", añade.

Rubalcaba ha dado algunos pasos tímidos en esa dirección. Propone ahora, por ejemplo, que la Casa del Rey sea incluida entre las instituciones que habrán de someterse a la Ley de Transparencia. Pero las fuentes consultadas consideran insuficiente esa medida. Otra cosa es que, al igual que Navarro y Romeu han hecho ya públicamente, algún otro dirigente socialista plantee abiertamente ese debate en los órganos de dirección del partido. De momento, nadie en la Ejecutiva o el Comité Federal ha tenido el arrojo de cruzar esa línea roja de trazos cada vez más difusos.

Pere Navarro no está solo. El líder del PSC, que pidió hace poco más de un mes la abdicación del Rey, abrió el melón de las críticas a la Corona. Y ayer se sumó a esa corriente el vicesecretario general y portavoz del PSOE en la Comunidad Valenciana, Francesc Romeu, que lamentó "la corrupción y el descrédito" que afectan a la monarquía. Son, por ahora, los únicos dirigentes socialistas que han roto el tabú y se han atrevido a expresar públicamente su desafección hacia la institución monárquica. Pero no son voces aisladas. 

Alfredo Pérez Rubalcaba