La juez Alaya vuelve a enviar a prisión a Guerrero, exdirector de Trabajo de la Junta

Alaya investiga en el exsindicalista de la UGT Lanzas datos ocultos de las falsas prejubilaciones que serían claves para acotar el terreno de la instrucción, que se prolonga ya por más de dos años. Lanzas, autor de una frase que resume toda una época: “Yo no trabajo, soy millonario”, trabajó para la familia Ruiz-Mateos con la misión de convencer a los trabajadores de Nueva Rumasa de cuatro ERE en su grupo de empresas: Comercial Alimentaria Dhul (Granada); las bodegas Complejo Bodeguero Bellavista (Garvey), y Zoilo Ruiz-Mateos (Sandeman, en Jerez) y Europa Central, empresa del hotel Cervantes, en Torremolinos.

Lanzas utilizaba el método de la entrega de sobres en su relación profesional con los Ruiz-Mateos. Este recibió pagos que llegaron a superar los 20.000 euros semanales en distintos periodos entre 2007 y 2010, como publicó El Confidencial el 10 de enero de 2012. El 3 de abril de 2008, A.E., contable de Nueva Rumasa, envió un correo electrónico a otros trabajadores dando instrucciones para una serie de pagos. Bajo el epígrafe “Sobres” aparece la inscripción “30.000,00 Juan Lanzas (en 500)”

Juan Francisco Trujillo, el exconductor de Guerrero, también llamado el chófer de la cocaína o el ministro de las tragaperras, también vuelve a escena. Trujillo cantó el 15 de diciembre de 2011 en la declaración ante la Policía: confesó haber utilizado parte del dinero para comprarse un terreno en la sierra sevillana y un piso en la calle San Luis de la capital andaluza. Dos subvenciones de 450.000 euros cada una. Y no es todo. La mayor parte del dinero percibido, según contó, se empleaban en cocaína, “fiestas y copas” para el dúo. El supuesto camello de Trujillo también habría sido detenido dentro de la Operación Heracles, al igual que dos abogados sevillanos José Luis Leal y Alfredo Jiménez.

El papel de las aseguradoras en la trama resulta decisiva en la trama de los ERE. Alaya lo sabe y ha ordenado registros en Vitalia y Uniter. El PP ya denunció el pasado mes de enero, con datos de la Agencia Tributaria, que las intermediarias de los ERE Vitalia y Uniter cobraron 34,5 millones de euros en comisiones entre 2006 y 2010, a falta de que se crucen los datos de al menos otras cuatro empresas que actuaron como mediadoras durante esos años. Vitalia, a través de Irson Empresarial, llegó a percibir en esos cinco años un total de 23,27 millones de las aseguradoras Personal Life, Fortia Vida y Generali.