El cártel de Sinaloa intenta implantar en España una 'oficina de cobros'

La desarticulación en Madrid de una banda de sicarios colombianos ha desvelado los nuevos planes del peligroso cártel mexicano de Sinaloa para crear su propia infraestructura en España. Uno de sus integrantes ha sido detectado por la Policía en territorio nacional cuando trataba de adquirir armas para montar una ‘oficina de cobros’, en el argot de los traficantes sudamericanos, un grupo dedicado a amenazar y castigar a los clientes que no cumplen con las exigencias de la organización. Según fuentes policiales, en estos momentos el cártel de Sinaloa sólo cuenta con algunos efectivos en suelo español que hacen todos sus negocios en coordinación con otras organizaciones internacionales.

Interior ya dio la voz de alarma el pasado mes de agosto sobre la presencia de este grupo en España, después de que la Policía detuviera en Madrid a cuatro de sus miembros. Entre ellos se encontraba un primo de Joaquín Guzmán Loera, más conocido como el ‘Chapo’ Guzmán, líder de este clan dedicado al tráfico de estupefacientes, uno de los que más territorio mexicano controlan y, también, de los más violentos. Los detenidos se habían desplazado a España para montar una base de operaciones desde la que pensaban distribuir cocaína por toda Europa. Incluso habían enviado a través del Puerto de Algeciras un contenedor cargado con 373 kilos de estupefacientes para probar la eficacia de los controles de aduanas españoles.

La Policía logró abortar esa operación. Pero los investigadores de la Brigada central de Crimen Organizado han vuelto a detectar la presencia del cártel en España. Y lo han hecho en el marco de una operación que ha conseguido desactivar una banda formada por siete sicarios colombianos, dedicados también al ajuste de cuentas con otros narcotraficantes. Las detenciones se han practicado cuando este grupo esperaba el primero de cuatro envíos de armas procedentes de Europa del Este. Los colombianos tenían previsto quedarse parte de ellas (el envío incluía fusiles con silenciador, un lanzacohetes antitanque, pistolas y balas) y vender el resto a un ciudadano de origen mexicano vinculado al cártel de Sinaloa.

Según los investigadores, este individuo, que no ha sido detenido pero que se encuentra bajo estrecho control policial, quería las armas para crear una sucursal de la organización en España, dedicada a ejecutar ajustes de cuentas. Por el ámbito en el que se mueve, principalmente la provincia de Valencia, se sospecha que su primer objetivo era un grupo de narcotraficantes que le habría robado a la organización mexicana un contenedor con cocaína que habría llegado a España por el puerto de la capital del Turia, aunque este punto aún no ha podido ser comprobado por los agentes que dirigen las pesquisas. 

Infraestructura independiente

La Policía vincula este intento de establecerse en España con las detenciones del pasado mes de agosto. En opinión de los investigadores, el cártel sigue buscando la forma de crear en territorio nacional una infraestructura sólida desde la que poder operar en toda Europa. Su presencia actual es muy limitada, y utiliza a grupos colombianos y dominicanos (estos últimos, en una clara y preocupante progresión en España) para distribuir sus cargamentos en suelo nacional. Pero los dirigentes del clan mexicano aspiran a efectuar todo el proceso de la venta de cocaína de forma independiente para aumentar su margen de ganancias y su presencia territorial.

En marzo de 2009 la Guardia Civil y la Agencia Tributaria interceptaron en Valdepeñas (Ciudad Real) una avioneta cargada con 1.500 kilos de hachís procedente del Norte de África. Uno de sus pilotos era mexicano. El método utilizado para introducir la droga y la nacionalidad del piloto llevaron entonces a los investigadores a sospechar que los grupos mexicanos estaban intentando introducir en España las mismas técnicas que había utilizado durante décadas para colar sus cargamentos en Estados Unidos. Sin embargo, fuentes policiales rechazan que exista relación alguna entre aquellos hechos y la voluntad de arraigo del cártel de Sinaloa.

Los investigadores no descartan que otros cárteles mexicanos puedan estar intentando implantarse también en España, pero por el momento no tienen constancia de ello. La organización de Sinaloa es, por el momento, la única que ha dado pasos para tener una delegación en territorio nacional.