Bárcenas movía sus cuentas entre viajes a Chamonix, Val d’Isere o las Seychelles

“Visita del cliente a Ginebra. Acompañado de su esposa Rosalía, a quien veo por primera vez. Encantadora y simpática. Recoge el asiento a día de hoy: 15.573.088 euros…”. El cliente era Luis Bárcenas y el mail del Dresdner Bank del 12 de octubre de 2005, el más antiguo de los enviados al juez Ruz por el momento, es el botón de muestra de la facilidad con la que Luis ‘el Cabrón’ se escapaba a Suiza.

Bárcenas aseguró en marzo de 2011 ante el juez del Tribunal Superior de Justicia de Madrid que solía viajar mucho a Suiza no para realizar gestiones relacionadas con la trama de corrupción, sino para esquiar y hacer alpinismo, deportes ambos que domina como lo demuestra el vídeo que su hijo colgó en marzo de este mismo año de una estación de esquí en Armenia. Ambos disfrutan, ajenos a la instrucción de la Gürtel, deslizándose por las pistas.

Los mails del banco suizo que gestionaba las cuentas de Bárcenas, sin embargo, demuestran que el entonces tesorero del PP aprovechaba sus frecuentes escapadas a Suiza para gestionar sus fondos. En el puente del Pilar del año siguiente, el 12 de octubre de 2006, Bárcenas realiza una “visita muy rápida para tomar el correo y el extracto de la cuenta corriente desde el 1 de enero hasta el día de hoy”. El bróker suizo informa por escrito que el cliente “está de paso por Ginebra para ir a Val d’Isere a pasar un fin de semana de esquí”.

Las escapadas por Europa se repiten, aunque Bárcenas suele encontrar un hueco para controlar el estado de sus inversiones. Así, el 8 de junio de 2007 el bróker del tesorero deja anotado: “Visita del cliente con su esposa… Están apresurados porque parten para un largo fin de semana a Lyon. Le doy las condolencias por la pérdida de su hermana (49 años), muerta recientemente”.

Apenas tres meses después, el 21 de septiembre, otro mail del banco describe una nueva “visita del cliente, acompañado de su esposa. Se queda el fin de semana para ir a Chamonix…”. En otras visitas, como la del 10 de abril de 2008, simplemente se ocupa de sus inversiones. “El total de haberes están invertidos en acciones españolas. Pese a la rentabilidad negativa (-14,76%), el cliente no parece muy preocupado… Sin cambios por el momento. Nos visitará en Ginebra el mes próximo”.

Los mails del Dresdner dan cuenta de otros viajes más cálidos del matrimonio Bárcenas. El 25 de junio de 2008, el bróker deja escrito: “Partirá de vacaciones a finales de agosto a las Seychelles y nos vendrá a visitar a Ginebra probablemente en otoño”. Aprovecha la visita para ser informado del saldo de su cuenta corriente, 99.000 euros, que “los invertirá posiblemente en acciones del Banco Popular. Esperamos confirmación por teléfono”.

El 9 de septiembre de ese mismo año, Bárcenas vuelve a estar en Ginebra, “de paso para disfrutar dos días de Chamonix… Es consciente de la rentabilidad negativa del -28,21%, pero asume muy bien la volatilidad. Sin cambios por el momento”. Algo que sí hace el 22 de abril de 2009, cuando llama al banco “desde un lugar al borde del mar donde está de vacaciones unos días. Me confirma que debemos hacer una transferencia de 1.000.000 de euros esta semana”.