Díaz Ferrán está bajo 'control' de un preso común en el módulo 1 de Soto del Real

El empresario Gerardo Díaz Ferrán, expresidente de la CEOE y propietario del Grupo Marsans, permanece ingresado en el módulo 1 de la prisión de Soto del Real (Madrid), destinado a presos primarios, como se conoce a los que entran por primera vez en prisión. La dirección del centro le ha puesto bajo un programa de acompañamiento, que consiste en que un preso común esté pendiente de él y advierta a los funcionarios de cualquier incidente. Las fuentes de Interior consultadas puntualizaron que no se trata de una medida de prevención de suicidio. De hecho, permanece solo en su celda.

Díaz Ferrán fue trasladado a Soto del Real la noche del pasado día 5. Esa mañana había declarado ante el juez Eloy Velasco, titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, que le impuso una fianza de 30 millones de euros para eludir el ingreso en prisión por los delitos de alzamiento de bienes, blanqueo de capitales e insolvencia punible. Por la tarde, fue conducido a los juzgados de instrucción de la Plaza de Castilla, donde declaró sobre un crédito concedido por Caja Madrid a Air Comet. Su familia ha podido visitarle por primera vez este fin de semana, y podrá hacerlo una sola vez cada siete días, como está estipulado para todos los reclusos. Fuentes penitenciarias señalaron que el empresario se encuentra tranquilo.

El también empresario Ángel de Cabo, que ayudó a Díaz Ferrán a ocultar su patrimonio, está en aislamiento sanitario en la enfermería por problemas de respiración. Tras pasar el preceptivo reconocimiento a su llegada a prisión, los servicios médicos decidieron mantenerlo en observación mientras mejora su estado de salud. En su caso, el magistrado le ha impuesto una fianza de 50 millones de euros, la más elevada de la historia judicial de nuestro país. Iván Losada, el hombre de confianza de Cabo, ha sido ingresado también en el módulo 1 con Díaz Ferrán, y, al igual que a este, el juez le ha impuesto una fianza de 30 millones de euros. Los tres han pedido al magistrado que rebaje la cuantía de la misma ante la imposibilidad de hacer frente a ella. 

A principios de 2009, las empresas del Grupo Marsans (Viajes Marsans, Air Comet, Hotetur y Trapsa) dejaron de pagar a sus proveedores. Díaz Ferrán y su socio, Gonzalo Pascual Arias, fallecido el pasado mes de junio, se ofrecieron a avalar personalmente las deudas contraídas con pagarés, que tampoco hicieron efectivos a su vencimiento. Hasta entonces, Díaz Ferrán y Pascual Arias aprovecharon para ocultar su patrimonio y aparentar una falsa y total insolvencia, para evitar así pagar sus deudas. Una tarea en la que contaron con la ayuda principal de los ya citados Ángel de Cabo e Iván Losada.