Un mismo examen servirá para obtener el Bachillerato y acceder a la universidad

La reforma educativa que está cocinando el ministro José Ignacio Wert incluirá un examen al final del Bachillerato que, además de imprescindible para obtener el título, sustituirá a las actuales pruebas de acceso a la Universidad. El examen evaluará los conocimientos adquiridos por el alumno en 1º y 2 de Bachiller y supondrá un 40% de su nota media final. Sin embargo no será la única prueba que los estudiantes de algunas universidades tendrán que superar para acceder a ellos. Educación concederá libertad a las universidades públicas y privadas para que puedan establecer sus propias pruebas de acceso.

La medida es una de las propuestas que se recoge en el informe sobre la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa presentado ayer en el Consejo de Ministros por Wert y supondrá abrir un amplio abanico de posibilidades para los centros de educación superior. Estos podrán decidir así si seleccionan a sus alumnos en función, únicamente, de la nota de ese examen de Bachillerato o atendiendo también a otros parámetros como la nota media de las asignaturas más relacionadas con la carrera que van a estudiar o a través de un prueba de acceso propia que podría ser una entrevista personal con el candidato o un test similar al que ya desarrollan algunas universidades privadas.

En un encuentro con periodistas, Wert destacó ayer que uno de los pilares de la nueva reforma educativa es el establecimiento de medidas evaluación externa de carácter nacional. Una propuesta que, en la práctica, se traducirá en que el alumno tendrá que sortear tres grandes exámenes de conocimientos a lo largo de toda su etapa educativa. Uno al final de la primaria, otro al final de la secundaria, que también será necesario superar para obtener el título de ESO y una última prueba al acabar el Bachiller y que sustituye a las actuales PAU. Esa prueba, además, no será solo sobre el último curso académico y mediará con la nota media del Bachiller, que pesará un 60% en el currículo final del alumno. Además, solo se superará esa prueba con un 5 y no como ahora con un 4,5. Tampoco se podrá pasar de curso con más de dos asignaturas suspendidas.

Los planes de Educación incluyen que la nueva reforma educativa entre en vigor, como muy tarde, en el curso 2014/15. Wert explicó que ahora comienza un proceso de diálogo con la comunidad educativa y las fuerzas políticas con la intención de que la norma pueda ser aprobada por el Consejo de Ministros antes de Navidad. De forma previa, deberá recibir también los dictámenes preceptivos del Consejo de Estado y del Consejo Escolar del Estado.

La reforma incluye también novedades como la prueba que se desarrollará al final de la primaria y en la que el alumno deberá acreditar que sabe leer y escribir, sumar y restar y conocimientos muy básicos de inglés. No superar la prueba supondrá repetir sexto de primaria. Si el alumno, en cambio, ya hubiera suspendido algún curso de primaria, no repetirá pero pasará a la ESO con un informe personalizado sobre su caso.

Wert insistió ante los periodistas en que la reforma educativa no pretende generar una ley de nueva planta sino mejorar aquellos aspectos en los que la actual legislación se ha quedado corta para atajar los problemas de abandono temprano y mejorar la baja calidad del sistema acreditada por los informes PISA.

Los pilares de la reforma se basan en una cultura de la evaluación a través de los test al final de cada ciclo y en una elección más temprana de los itinerarios formativos hacia el Bachiller y la FP en tercero de la ESO. Además, según explicó Wert, otra de las claves del sistema es que tendrá más pasarelas para permitir interconexiones entre la FP de grado medio y la FP de grado superior y entre la FP y la universidad.