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El poder omnímodo de Valcárcel
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SERÁ ELEGIDO POR ENÉSIMA VEZ PRESIDENTE DEL PP MURCIANO

El poder omnímodo de Valcárcel

Solo el rey Juan Carlos lleva más tiempo sentado en su puesto. Ramón Luis Valcárcel, que hoy será elegido por enésima vez presidente del Partido Popular

Foto: El poder omnímodo de Valcárcel
El poder omnímodo de Valcárcel

Solo el rey Juan Carlos lleva más tiempo sentado en su puesto. Ramón Luis Valcárcel, que hoy será elegido por enésima vez presidente del Partido Popular de Murcia, ejerce un poder omnímodo desde 1991, cuando se hizo con el control de la formación en esa región.

A nivel autonómico, el único que le disputa la antigüedad es el presidente de la Rioja, Pedro Sanz, que, como el murciano, fue elegido mandatario regional en 1995 y ahí siguen ambos. Pero el riojano dirige el PP regional desde 1994. Valcárcel gana, pues, en antigüedad.

Esta mañana de sábado, es la quinta vez que Ramón Luis, como le llaman familiarmente en el partido, recibirá el apoyo unánime (o casi) de los 1.320 compromisarios participantes en el XV Congreso Regional del PP en Murcia. Estaba cantado desde siempre y por seguir la tradición de unanimidad popular murciana.

Pero, por si alguien tenía dudas, más cantado estuvo desde el momento en que el presidente del comité organizador, el alcalde de La Unión, Francisco Bernabé, anunció hace un mes que la candidatura de Valcárcel a repetir en el cargo había recogido 1.478 avales. Es decir, 1.388 más de los 90 necesarios para presentarse y 158 más de los asistentes elegidos para el Congreso.

Con semejantes números, no hay duda de que el cónclave regional que se ha desarrollado rápidamente durante seis horas esta misma mañana ha sido un “congreso a la búlgara”, como aquellos en que el líder del Partido Comunista Búgaro, el estalinisa Thodor Zhivkhov ganaba con el 100% de votos.

Quizá por eso, la reunión de hoy se ha planteado “pensando en clave de aquí a diez o doce años”, explica Bernabé. Y en que el líder supremo ha anunciado que dentro de dos, en 2014, tiene su vista puesta en Europa: quiere un cargo de nivel en el Parlamento Europeo, donde ya preside el Comité de las Regiones.

También por eso, Bernabé insiste en que, salvando la cúpula intocable, el cónclave ha de renovar el segundo nivel y elegir a gente joven y formada dispuesta a tomar las riendas. Son gente, en cualquier caso, que está ahí en el PP desde hace al menos diez o quince años y anda casi o ya en la cuarentena.

De todas formas, algunas fuentes populares murcianas andan inquietas con las intensas protestas sociales vividas en la región por los recortes en sanidad, educación y prestaciones sociales aplicados desde Madrid a partir de la victoria de Mariano Rajoy. Porque en el antiguo Reino de Murcia controlado por Valcárcel desde 1995 la contestación empezó en la Navidad de 2010, cuando el 23 de diciembre con decreto conocido como el tijeretazo, que preludió lo que luego se ha ejecutado desde el 20-N de 2011.

Creen en el PP regional que no peligra, de momento, su supremacía. Entre otras cosas porque el PSOE murciano acaba de salir de un congreso en el que no ha conseguido el pegamento necesario para hacer una oposición acorde con los tiempos y los populares siguen viendo en la práctica que el ejercicio del poder con gran mayoría (superior al 55%) y el consiguiente extenso reparto de cargos y prebendas es el mejor engrudo interno de un partido nucleado en torno a un líder claro.

Eso le ha permitido, incluso, plantarle cara a la todopoderosa Dolores de Cospedal a cuenta del Trasvase Tajo-Segura, cuyo mantenimiento y ampliación con otro desde el Ebro han sido el banderín de enganche de la legión popular valcarciana para arrasar electoralmente una y otra vez.

Pero Valcárcel lleva ya casi un año diciendo claramente –antes solo lo insinuaba– que en 2014 quiere irse a Europa a seguir una carrera política que le está deparando mucho más éxito que la modesta de profesor de colegio privado que tenía antes de dedicarse en cuerpo y alma al PP.

Su posición de fortaleza regional también le permite ejercer de lanzador de globos sonda para tentar las reacciones a políticas estatales futuras del PP, como cuando hizo la primera referencia clara al copago de servicios estatales, sin mencionar explícitamente la bicha, en una conferencia pronunciada en el Casino de Madrid hace ya más de un año.

Sin embargo, algunos populares murcianos enarcan la ceja derecha, por supuesto con disimulo, cuando se menciona el futuro del presidente. Porque si a principios de 2012 Valcarcel precisó que se iría siempre y cuando la desastrosa situación económica murciana se viera enderezada, al cumplirse un año del terremoto de Lorca, el pasado 11 de mayo, declaró: “No me marcharé hasta resolver la reconstrucción” de esa ciudad, que se reconcome por la ausencia de acciones efectivas para reacondicionarla.

No obstante, todos en Murcia, dentro y fuera del PP, tienen claro que se hará lo que Valcárcel decida. Porque el núcleo duro de dirigentes partidarios le sigue siendo muy fiel, con escasas divergencias. Y porque los votantes murcianos aún no han tomado nota de que la región sigue, al cabo de 17 años de “poder popular”, en el furgón de cola de las autonomías españolas, junto a Ceuta, Melilla, Andalucía y Extremadura.

Ese firme anclaje de Murcia entre las zonas menos desarrolladas de España y la crudeza de los recortes regionales y estatales en una región que supera notablemente el 25% de paro y el 50% de desempleo juvenil, inquieta, como es normal, dentro del PP. Así, Bernabé insiste que el congreso de esta mañana debe mostrar “la necesidad de que el partido vuelva a pisar más la calle. Ramón Luis es consciente de que hay que estar con la gente”.

El presidente del comité organizador traduce así lo que otras fuentes que prefieren el anonimato señalan como que “hemos notado desde hace meses cierto distanciamiento de la gente. Todavía no lo vemos a la hora de ir a votar, pero…”. Mas todas la señales apuntan claramente a que, si alguna vez el PP cae electoralmente en Murcia, será mucho más por deméritos propios que por la acción de la oposición socialista. Al menos a día de hoy. A corto plazo, la estabilidad en Murcia del partido de Ramón Luis parece tan asegurada como la de la monarquía en España.

Solo el rey Juan Carlos lleva más tiempo sentado en su puesto. Ramón Luis Valcárcel, que hoy será elegido por enésima vez presidente del Partido Popular de Murcia, ejerce un poder omnímodo desde 1991, cuando se hizo con el control de la formación en esa región.