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La soberanista Òmnium Cultural ha ganado 13 millones en fondos públicos desde 2005
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LAS MILLONARIAS SUBVENCIONES ‘IDEOLÓGICAS’ DE LA GENERALITAT

La soberanista Òmnium Cultural ha ganado 13 millones en fondos públicos desde 2005

La entidad òmnium Cultural recibió, entre 2005 y 2010, casi 10,5 millones de euros en subvenciones a través de diferentes ayudas puntuales y convenios plurianuales del

Foto: La soberanista Òmnium Cultural ha ganado 13 millones en fondos públicos desde 2005
La soberanista Òmnium Cultural ha ganado 13 millones en fondos públicos desde 2005

La entidad òmnium Cultural recibió, entre 2005 y 2010, casi 10,5 millones de euros en subvenciones a través de diferentes ayudas puntuales y convenios plurianuales del Gobierno catalán. Estas ayudas fueron destinadas, en su gran mayoría, a la promoción de “la lengua y la cultura catalanas” y concedidas por un puñado de consejerías casi todas en manos de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). Según la documentación en poder de El Confidencial, si se computasen también las ayudas del año 2011 y lo que llevamos del 2012, la cifra se dispararía a más de 13 millones de euros.

òmnium, que preside Muriel Casals, pasa por ser la principal entidad cívica de defensa de lo catalán en su extensión más amplia. Además, se ha destacado en la vanguardia de los movimientos soberanistas. Suya fue la idea lanzada -y luego aplaudida por el Ejecutivo autonómico- de hacer un cierre de cajas (no pagar impuestos a España) o insumisión fiscal si Mariano Rajoy no concede el pacto fiscal a Cataluña. A esta idea se ha adherido incluso algún ayuntamiento como el de Gerona, en manos del convergente Carles Puigdemont.

También ha sido punta de lanza en las protestas contra la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto o contra las sentencias lingüísticas. Y, por ese motivo, es una firme defensora de que toda la enseñanza se imparta obligatoriamente en catalán. Al margen de instar a no acatar ninguna de las sentencias por considerar que son una agresión a Cataluña, también fue una de las impulsoras de los referéndums independentistas celebrados en municipios catalanes.

Recientemente, òmnium ha mantenido una agria polémica pública con el Partido Popular (PP), que ha presionado a Artur Mas para que se reduzcan significativamente las subvenciones denominadas “ideológicas” mientras se mantengan los recortes en servicios sociales. El Gobierno de la Generalitat, sin embargo, respondió pasando a la acción: anunció por sorpresa que, pese a esos recortes, concedía una nueva subvención a la entidad por un total de 1,4 millones de euros.

Sin embargo, la Generalitat se negó a dar detalles de las ayudas concedidas hasta ahora a la diputada popular María José García Cuevas, que se las había solicitado. “Atendida la complejidad y el volumen de la información requerida, la señora diputada solicitante podrá consultarla en la sede de los Departamentos de Presidencia, Gobernación y Relaciones Institucionales, Enseñanza, Cultura, Agricultura, Bienestar social y Empresa y Ocupación, concertando previamente día y hora para la visita”, le respondió la vicepresidenta del Gobierno, Joana Ortega.

Es decir, que un buen puñado de consejerías han participado en la potenciación económica de òmnium, que es la niña mimada de la Administración. Y ello contrasta con el hecho de que el Gobierno catalán siempre se ha mostrado reacio a dar detalles de las subvenciones ideológicas por el temor a la reacción social que eso pudiera provocar, ya que la lluvia de millones destinados a estos menesteres es inagotable.

Los convenios sin nombre

Sólo en el año 2010, recibió más de 1,7 millones. La partida más significativa fue una de 710.273 euros por un convenio con la Dirección de Políticas Sectoriales, dependiente de Vicepresidencia, entonces en manos de Josep Lluís Carod-Rovira. La Administración no ha detallado nunca en qué consistía este convenio. Para “actividades de fomento y proyección de la cultura catalana”, recibió otros 200.000 euros de la Consejería de Cultura. Y, paralelamente, recibía del mismo departamento otro premio: 57.000 euros por un convenio plurianual (cuyo monto total era de 114.000 euros) y una propina: 4.380 euros para la publicación Escola Catalana.

Un organismo dependiente de Cultura, la Institució de les Lletres Catalanes, también le concedió 57.000 euros para el premio Sambori, 4.500 euros para promocionar unos sonetos y 3.000 euros más para promover la creación de sonetos, música y literatura. Carod también fue pródigo en dádivas: 152.000 euros para el programa “Quedem?” (“¿Quedamos?”), 27.000 euros para la promoción del catalán en el sur de Francia, 20.000 euros para la gestión del programa “Voluntarios por la lengua” y 3.000 euros por un acto en Vic.

De las arcas de Innovación, Universidades y Empresa, que dirigía el republicano Josep Huguet, se embolsó 100.000 euros por la “redacción del proyecto arquitectónico básico, ejecutivo y museográfico del Centro de Interpretación de Barcelona de 1714”. Y de Acción Social, en manos de la republicana Carme Capdevila, recibió un premio extraordinario relacionado con la inmigración de 57.000 euros y 5.000 euros más para la “integración social de personas inmigradas”. Curiosamente, Acción Social también le concedió 28.500 euros a través de un “convenio de colaboración para el programa ‘Quedem’?”, a pesar de que el vicepresidente ya había dotado 152.000 euros para este tema.

En el año 2009, la Secretaría de Política Lingüística le concedió 200.000 euros también para el programa Quedem?, aunque la parte del león se la llevó la Dirección General de Asuntos Religiosos, que le dio 689.585 euros. En el informe anual de política lingüística no especifica el objetivo de esta subvención ni da detalle alguno sobre el mismo.

Campaña por el Estatuto en Madrid

Pero de lo que no hay duda es de que òmnium debe de tener un angelito de la guarda muy activo. La Navidad del 2009 se embolsó 4.000 euros por la organización de un montaje poético bajo el lema Nadal a casa (“Navidad en casa”). Y mientras Carod la colmaba con 200.000 euros, el consejero de Cultura, el republicano Joan Manuel Treserras, le concedía 250.000 euros más para diversos actos. Incluso el ecosocialista Joan Saura la ayudó con 16.944,23 euros para sufragar los gastos de su congreso, donde cambió la presidencia de la entidad.

La lista es larga. En el año 2006, el entonces conseller primer, Josep Bargalló (ERC), le pagó 75.000 euros para que realizase un “acto en Madrid de apoyo a la propuesta de nuevo Estatuto de Autonomía de Cataluña aprobado por el Parlamento de Cataluña”. Y eso sin contar con la inestimable ayuda de dos herencias intestadas que fueron directas a subvencionar la compra de su sede. Por esas herencias, se embolsó nada menos que 661.000 euros.

Esta entidad está en estrecho contacto con otras de similar cometido que también han recibido cuantiosos fondos públicos en los últimos años: Acción Cultural del País Valencià (ACPV) y Obra Cultural Balear (OCB). Entre las tres, crearon la Federación Llull, que tiene el domicilio en la sede social de òmnium. Esta entidad ha recibido alrededor de 100.000 euros casi siempre por actos conmemorativos.

El ex presidente Pasqual Maragall le dio más de 33.000 euros para una “inversión para permitir la difusión de las emisiones en catalán de acuerdo con su programa de renovación y actualización del espacio comunicacional catalán”. Carod le dio 35.000  euros la “conmemoración de los 300 años de la Guerra de Sucesión” en el 2007. Y en el 2008, 24.000 por la “Campaña 300 años. Caminando hacia el futuro”. En el 2010, el vicepresidente le concedió 5.000 euros para la “conmemoración de la Guerra de Sucesión en Vinaroz”. Pero las conmemoraciones son pecata minuta. Lo verdaderamente importante, lo que es rentable, es la lengua y la cultura. Ahí, la crisis brilla por su ausencia.

La entidad òmnium Cultural recibió, entre 2005 y 2010, casi 10,5 millones de euros en subvenciones a través de diferentes ayudas puntuales y convenios plurianuales del Gobierno catalán. Estas ayudas fueron destinadas, en su gran mayoría, a la promoción de “la lengua y la cultura catalanas” y concedidas por un puñado de consejerías casi todas en manos de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). Según la documentación en poder de El Confidencial, si se computasen también las ayudas del año 2011 y lo que llevamos del 2012, la cifra se dispararía a más de 13 millones de euros.