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El PSOE intenta ‘vender’ en Asturias que es el único que puede gobernar
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RUBALCABA SE VUELCA EN UNA DE ‘SUS’ REGIONES

El PSOE intenta ‘vender’ en Asturias que es el único que puede gobernar

Frente a la incertidumbre de un acuerdo en la derecha, los socialistas apelan a la seguridad de que gobernarán. Este es el mensaje que Javier Fernández,

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El PSOE intenta ‘vender’ en Asturias que es el único que puede gobernar

Frente a la incertidumbre de un acuerdo en la derecha, los socialistas apelan a la seguridad de que gobernarán. Este es el mensaje que Javier Fernández, cabeza de lista del PSOE en las elecciones asturianas viene transmitiendo a sus hipotéticos votantes, después de que PP y Foro Asturias (el partido de Francisco Álvarez-Cascos) no se hayan comprometido públicamente a regir los destinos de la región, si los ciudadanos le otorgan la mayoría el domingo.

La hoja de ruta de campaña del primer partido de la izquierda no ha sufrido muchas variaciones, pero cada vez se ha reducido más a enviar a sus electores el recado de que buscarán el acuerdo a toda costa, y si es imposible y las urnas validan las previsiones de las encuestas, gobernarán en solitario.

Con este planteamiento, Javier Fernández busca tranquilizar a los asturianos de que habrá un gobierno estable ante la eventualidad de que PP y Foro sigan sin entenderse, aunque tengan la mayoría parlamentaria, con el objeto de disipar el fantasma de la inestabilidad que tanto ha preocupado a los empresarios y a los ciudadanos en estos siete meses de gobierno de Foro y a lo que, el candidato socialista llama inacción, con el argumento de que "no es que haya sido un mal gobierno, es que no ha habido gobierno". Con su victoria, dice el líder del PSOE en esta comunidad autónoma, "el gobierno está garantizado".

Pero con este mensaje, Fernández trata también de hacerse perdonar su inhibición el pasado mayo cuando decidió no presentar candidatura a la Presidencia del Principado, a pesar de ser el partido más votado (aunque no el que alcanzó más diputados). Esta negativa causó gran malestar en buena parte de su electorado y también entre la militancia socialista que le criticó por haber 'entregado' el gobierno a la derecha. Sin mostrar arrepentimiento, porque sigue pensando que no tenía apoyos para encabezar un ejecutivo en minoría y no garantizaría la estabilidad que ahora propone, Javier Fernández si hace hincapié en que tras el 25 de marzo presentará un programa de gobierno en la Cámara regional.

¿Que ha cambiado desde entonces? Quizá, como dice el propio aspirante, que las encuestas y los votos de los asturianos le otorgarán el respaldo mayoritario, pero prefiere no entrar en la hipótesis de que quede el segundo y la derecha no pacta un compromiso de gobierno. "Asturias no puede estar descabezada. Yo procuraré con todas mis fuerzas conseguir acuerdos para poder gobernar", repite el también secretario general de la Federación Socialista Asturiana (FSA) como una consigna ideada para dar ánimos a sus votantes para que no le pasen factura por las equivocaciones del anterior Gobierno de la nación y por el llamado 'caso Marea', por el que asegura que las urnas ya le han cobrado. Además, por si alguien quiere meter el dedo en el ojo de una complicidad de su organización, Fernández anticipa que "los socialistas encarcelados ya fueron apartados del partido".

La posibilidad de pacto de los socialistas se limita a Izquierda Unida, según el propio Fernández ha manifestado. De UPyD, al que las encuestas le dan representación por vez primera en Asturias, "no me habrá escuchado nadie ni una palabra", lo que acota las hipótesis sobre un pacto a tres bandas y del partido de Cascos y el de Cherines Fernández "no es posible porque hay diferencias profundas", mientras desprecia las insinuaciones de Foro Asturias de que en estos meses ha llegado a acuerdos secretos con el PP para desestabilizar a su gobierno, repartirse las instituciones e impedir la regeneración de la sociedad asturiana.

Afirma que "no va a vender motos", posiblemente porque la situación económica y de margen de maniobra de las comunidades autónomas está muy condicionada, pero considera que lo esencial es parar la política de ajustes duros que, según recalca, tiene preparados el PP para finales de mes. En esa modificación de la tendencia general es donde podría encontrarse con Izquierda Unida, pero con un presupuesto en prórroga después de pasado un trimestre, sus oponentes enfatizan que no tendrá más remedio que el continuismo. Entre los funcionarios de la autonomía se ha generado un movimiento de inquietud cuando le oyeron manifestar que "es posible que haya que reducir el sector público asturiano"

Al menos, la línea a seguir en campaña por parte de los socialistas es la de la complicidad con los sindicatos y las fuerzas progresistas, sin olvidarse de pedir el voto de "la derecha sensata y la izquierda real" para acabar con "este desgobierno". Con UGT y Comisiones Obreras se reúne con frecuencia, bien sea a través de sus secretarios generales en Asturias o con los portavoces de las federaciones territoriales o delegados de empresas potentes, y ha acudido a las manifestaciones que las centrales han convocado contra la reforma laboral, con el objeto de no desaprovechar ningún voto de los sectores más comprometidos y rehuir el fantasma de la abstención, que castigó a su partido en los dos últimos comicios y que parece que será también un factor importante el próximo domingo.

Cuenta Fernández con el apoyo de la dirección federal de su partido. Partidario de Rubalcaba desde primera hora, Asturias fue una de las federaciones más fieles al nuevo secretario general del PSOE, que le ha respondido visitándole con frecuencia y mostrando su apoyo en varias ocasiones durante esta campaña electoral. Rubalcaba, que tiene casa de verano en el Principado, estuvo el pasado sábado y ayer también acudió en socorro de su aliado para arañar los votos precisos para tener la mayoría. Curiosamente, tanto el día 18 como ayer, el secretario general del PSOE coincidió en Asturias con Mariano Rajoy, que volvió a Oviedo para que los votos que el PP sustrajo de Foro el 20 de noviembre no vuelvan al partido de Cascos y se mantengan en la órbita de Mercedes Fernández para liderar el proyecto de la derecha.

Frente a la incertidumbre de un acuerdo en la derecha, los socialistas apelan a la seguridad de que gobernarán. Este es el mensaje que Javier Fernández, cabeza de lista del PSOE en las elecciones asturianas viene transmitiendo a sus hipotéticos votantes, después de que PP y Foro Asturias (el partido de Francisco Álvarez-Cascos) no se hayan comprometido públicamente a regir los destinos de la región, si los ciudadanos le otorgan la mayoría el domingo.