El PP intenta dar portazo al fantasma de un Camps 'resucitado'

El agua de los ríos nunca vuelve atrás. Se lo avisó la propia Rita Barberá a Francisco Camps el mismo día en el que fue absuelto del caso de los trajes. Pero el expresidente de la Comunidad Valenciana no cierra puertas a nada y no niega su deseo de volver a retomar el mando. Por si acaso, el Partido Popular se encargó ayer de apagar de forma nítida sus ensoñaciones recordando que ya hay un nuevo presidente y toca cerrar filas en torno a él. Génova 13 teme que su vuelta a los periódicos sea un preludio a nuevos movimientos internos en la Comunidad Valenciana para propiciar su regreso.

En menos de 48 horas, a Rajoy se le han reaparecido los viejos fantasmas del pasado (Matas y Camps) que más le pueden incordiar en plena batalla electoral por Andalucía y Asturias y, lo que es más preocupante en Génova 13, en la paz interna del partido. Desde que el jurado popular absolviera al expresidente valenciano, la cúpula del PP se ha esmerado en hacer llegar al expresidente que lo mejor que podía hacer era quedarse en el segundo plano y refugiarse en la discreción. Pero Camps y su núcleo de afines no parecen estar en esa vía, como deja entrever en la entrevista a Telva con argumentos como que ahora se encuentra más preparado que nunca para ser presidente de la Generalitat Valenciana o incluso del Gobierno.

La polémica entrevista ha reabierto todos los temores dentro del PP, empeñado en sofocar todo conato de rebelión interna que pueda arder dentro de la Comunidad Valenciana, donde existe una clara rivalidad entre los partidarios de Alberto Fabra, apoyado por María Dolores de Cospedal, Javier Arenas y Mariano Rajoy, y los dirigentes afines al expresidente, como Rita Barberá o Alfonso Rus.

Una fuente de la dirección nacional señalaba ayer a Efe que por el momento “no hay nada concreto” que apunte a la vuelta de Camps, pero reconocía que la unidad en el PP valenciano brilla ahora por su ausencia. Camps, por otro lado, se declara en la entrevista muy tenaz a la hora de conseguir sus objetivos y asegura, también, que “hay que avanzar siempre sin dudar”. Una intención que, de seguir adelante, podría suponer el estallido de las hostilidades entre los dos sectores en el congreso regional del PP que está previsto para el próximo mes de mayo. Una cita en la que, en principio, se debe legitimar a Fabra como líder y donde éste recibirá todo el apoyo de la dirección nacional del PP.

Se ve a tiempo para gobernar con Rajoy

En su entrevista a Telva, al expresidente le recuerdan que aún está a tiempo de gobernar con Rajoy, a lo que Camps contesta con un rotundo “por supuesto”. “Él me ha dicho varias veces: 'Paco, te traeré el agua y la financiación”. Los dos asuntos, añade, que le quedaron pendientes en su etapa como presidente. “Si España nos trajera el agua que le sobra y no tuviéramos déficit debido al dinero que nos debe el Estado, Valencia sería el paraíso total. No crearíamos ningún problema a nadie”, añade.

Al igual que el día anterior con el caso Matas, la respuesta oficial del PP a las polémicas declaraciones de Camps fue bastante templada, pese a que suponía, de nuevo, otro jarro de agua fría hacia las aspiraciones del antiguo barón y al que ni siquiera se le aconsejó ir a la última convención nacional del PP. “Bueno, son cosas del partido. No pasa nada. Seguiré yendo a otros congresos”, responde Camps en la entrevista.

El más claro en posicionarse en su contra fue el zaplanista confeso Vicente Martínez Pujalte, que criticó que Camps piense ante todo en sus intereses personales y no en los de la ciudadanía. “Estar jugando a posiciones personales me parece mal porque aquí nadie es imprescindible”, advirtió. “Cada uno puede dar las entrevistas que estime conveniente pero ahora lo leal es apoyar al Gobierno de Alberto Fabra y de Mariano Rajoy”.

Camps no citó a Fabra en su entrevista (hay que recordar que, como publicó El Confidencial, el actual presidente valenciano no llamó ni una vez a Camps durante el juicio, algo que si hizo incluso el propio Eduardo Zaplana) y Fabra tampoco quiso ayer mojarse en exceso sobre su antecesor para no desatar posibles reacciones en su contra dentro de su partido. A preguntas de los periodistas, se limitó a señalar que no quería hacer “interpretaciones” hasta que no lea la entrevista. “He venido a hablar de infraestructuras productivas y de futuro y no voy a hacer valoraciones a nivel político de ningún compañero”.

La respuesta más clara en el propio PP valenciano vino, sin embargo, de la mano de Alfonso Rus, presidente de la Diputación de Valencia y del PP en esa provincia, que matizó las palabras del expresidente refiriéndose a él en pasado y señalando que “estaba preparado” para ocupar la presidencia de la Generalitat. Rus instó también a apoyar unánimemente a Fabra y dijo desconocer si Camps estaría dispuesto a presentarse como candidato a la presidencia de la Comunidad. “Yo no he hablado con él. De todas estas cosas que se decían yo no he hablado con nadie”, dijo. En su opinión, todos los miembros del partido deben “sumar y no restar”: “Aquí hay un presidente, pues habrá que apoyar al presidente”.

Varios cargos del partido expresaron también su "sorpresa" por las manifestaciones de Camps y creen que obedece a una "estrategia" del expresidente autonómico por hacerse notar ante Mariano Rajoy. "Está intentando apretar las tuercas para que Rajoy le ofrezca algo", sostiene un dirigente valenciano en declaraciones a Europa Press. En las filas valencianas hay cierto malestar por el hecho de que Rajoy no haya contado con ningún valenciano para un Ministerio o cargo de alta responsabilidad en el Gobierno central, una situación en la que ponen el acento los partidarios de Camps.