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El dilema de los delegados del PSC: votan a Chacón pero sueñan con Rubalcaba
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LOS SOCIALISTAS CATALANES TEMEN SU GIRO 'ESPAÑOLISTA'

El dilema de los delegados del PSC: votan a Chacón pero sueñan con Rubalcaba

Por primera vez, una figura política catalana, militante del PSC, puede tomar el mando del PSOE en toda España y aspirar a la Moncloa. Lo que

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El dilema de los delegados del PSC: votan a Chacón pero sueñan con Rubalcaba

Por primera vez, una figura política catalana, militante del PSC, puede tomar el mando del PSOE en toda España y aspirar a la Moncloa. Lo que para los socialistas de Cataluña podría parecer una oportunidad histórica se ha convertido, en cambio, en una retorcida paradoja. Los 101 delegados de esta comunidad autónoma votarán mayoritariamente por Carme Chacón, candidata del PSC en las generales de 2008 y 2011; pero buena parte de su formación desea que Alfredo Pérez Rubalcaba sea el próximo secretario general del PSOE.

El origen de este dilema se encuentra en las prioridades políticas y estratégicas de los socialistas catalanes, que difieren mucho de los intereses del partido en el resto de España. “El primer objetivo del PSC es gobernar en Cataluña; y el del PSOE, estar en la Moncloa. Eso supone diferencias de criterio importantes”, explicaron fuentes socialistas. Para poder pelear por el liderazgo en Ferraz, Chacón ha tenido que españolizar su nombre, de Carme a Carmen, pero también su mensaje, alejándose del discurso catalanista que ha empleado en el pasado, especialmente en las citas electorales de su comunidad.

El primer choque con sus compañeros del PSC se produjo la semana pasada, cuando aseguró que combatirá “con uñas y dientes” el concierto económico que persigue el Ejecutivo de CiU. “Nosotros somos socialistas no somos nacionalistas”, sostuvo Chacón en una carta publicada en el Diario de Sevilla. “Yo lo que tengo es un proyecto socialista para toda España”, reiteraba en el texto, donde se oponía la propuesta de pacto fiscal por “enmascarar la adopción del concierto económico para Cataluña. Fórmula que siempre he rechazado”. “He dejado claro, además, que cualquier actualización de ese modelo que se produzca en el futuro deberá partir de objetivos que nada tienen que ver con los que propugnan las formaciones nacionalistas”, concluía.

El giro de su candidatura ha sido tan radical que uno de sus partidarios, el ex portavoz parlamentario de Defensa, Jesús Cuadrado, tilda a la ex ministra de “antinacionalista” en una entrevista publicada ayer en La Opinión de Zamora: “Conozco a pocos políticos que sean tan antinacionalistas como Carme Chacón. Me sorprenden estas críticas. Entiendo que la derecha la ataque por catalana. Pero no lo entiendo cuando esto se insinúa desde el propio PSOE. Me molesta y es un error. Nunca nadie ha arremetido con más dureza contra un ministro que los nacionalistas catalanes contra Chacón. No la pueden ni ver. Es antinacionalista de raíz y esto también es bueno para el liderazgo socialista”.

Estas maniobras de Chacón para zafarse de su imagen periférica, y convertirse en elegible para los militantes socialistas de toda España, no gustan en el PSC, donde existe la convicción de que este tipo de confrontación será habitual si su candidata resulta elegida, con el riesgo electoral que conllevaría en Cataluña. Por ello, y pese al gran respaldo que los delegados catalanes han prometido a la ex ministra de Defensa, se extiende la idea de que “el PSC viviría mejor contra Rubalcaba”, que cediendo ante Chacón.

Las discrepancias entre los líderes socialistas de Barcelona y Madrid son ya un clásico, especialmente si ambos están en el poder o en proceso de alcanzarlo. Así sucedió entre Pasqual Maragall, primero, y José Montilla, después, y José Luis Rodríguez Zapatero, quien prefería el apoyo de CiU en Madrid al del tripartito en la Generalitat. Pero ahora, los socialistas catalanes sostienen que el PSC tendrá más oportunidades de recuperar el poder en Cataluña enfrentándose a las tesis de Rubalcaba, que observando cómo una catalana impone desde Madrid esas mimas políticas.  

Rubalcaba persigue un partido “nacional”

Desde un principio, y a sabiendas de su escaso predicamento entre los delgados catalanes, Rubalcaba se ha distanciado de su rival abogando por un “partido nacional”, que “vertebre” y “diga lo mismo” en toda España. Un discurso que regresa a las tesis de figuras como Alfonso Guerra, José Bono o Juan Carlos Rodríguez Ibarra, todos ellos favorables al ex vicepresidente, y que se aleja del primer zapaterismo.

El sábado, Rubalcaba visitó a los delegados de Barcelona, donde también aprovechó para lanzar una puya a su adversaria y presumir de coherencia territorial: “No encontrarán ustedes que haya dicho una cosa distinta aquí de la que digo, por ejemplo, en mi circunscripción anterior que era Cádiz, y por tanto, soy una persona coherente, y luego a la gente le puede gustar o no lo que digo, pero la coherencia nadie me la puede discutir”.

Por su parte, Chacón fue recibido con aplausos, aunque su aplastante mayoría en esta federación esconde opiniones mucho más escépticas sobre su liderazgo. Así quedó claro en diversas asambleas para escoger a los delegados al Congreso Federal, como la de Barcelona, donde las críticas de militantes hacia Chacón sorprendieron a algunos dirigentes del PSC. Una oposición que difícilmente tendrá reflejo en el cónclave de Sevilla, pero que demuestra que en política no todo es lo que parece.

Por primera vez, una figura política catalana, militante del PSC, puede tomar el mando del PSOE en toda España y aspirar a la Moncloa. Lo que para los socialistas de Cataluña podría parecer una oportunidad histórica se ha convertido, en cambio, en una retorcida paradoja. Los 101 delegados de esta comunidad autónoma votarán mayoritariamente por Carme Chacón, candidata del PSC en las generales de 2008 y 2011; pero buena parte de su formación desea que Alfredo Pérez Rubalcaba sea el próximo secretario general del PSOE.

Carme Chacón Alfredo Pérez Rubalcaba