Villar de Cañas se encomienda al almacén nuclear para sobrevivir

El Consejo de Ministros aprobó este viernes una resolución por la que designa a la candidatura de Villar de Cañas, en la provincia de Cuenca, para que albergue el Almacén Temporal Centralizado (ATC) de combustible nuclear gastado y residuos radiactivos de alta actividad y su complementario centro tecnológico. Así lo anunció el Gobierno a través de una nota, detallando que esta decisión se ha adoptado "tras analizar en profundidad el informe sobre las candidaturas elaborado por la Comisión Interministerial creada para la selección del emplazamiento del ATC".

En opinión del Ejecutivo, el municipio elegido "reúne todas las características técnicas requeridas para este tipo de instalación y el entorno tiene una tasa de paro elevada, por lo que habrá un impacto socioeconómico positivo". Este proyecto supondrá para Villar de Cañas, municipio principalmente agrícola cuenta con 442 habitantes, una inversión aproximada de 700 millones de euros y permitirá la creación de unos 300 puestos de trabajo directos durante los cinco años que se calcula durará la construcción del complejo, según Industria. El portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha, Leandro Esteban, cifró en 750 millones de euros la cuantía de la inversión y en 1.000 el número de empleos que podría generar. El ATC servirá para almacenar de forma temporal -unos 60 años- los residuos radiactivos de alta actividad y combustible gastado, así como otros residuos que se generen en las centrales nucleares al término de su vida útil. A mediados de este mismo año, la Unión Europea ha aprobado una Directiva que obliga a cada estado miembro a hacerse cargo de sus propios residuos radiactivos.

En la actualidad, en España se está desmantelando la central nuclear de José Cabrera (Guadalajara) y los residuos de alta actividad de la central de Vandellós I se están almacenando en Francia a un coste de unos 65.000 euros diarios, por lo que en 2011 se ha ingresado al país vecino, aproximadamente unos 2,3 millones de euros. Mientras, los residuos de José Cabrera se ubican en un almacén temporal centralizado (ATI), al igual que los de Trillo y los de Ascó, cuyas piscinas de almacenamiento de combustible tienen ya poca capacidad más.

El pueblo recibe la asignación con "alegría"

“Lo llaman cementerio nuclear pero no es ningún cementerio”, dijo el alcalde de Villar de Cañas, José Sáiz, tras conocerse la noticia de boca de la vicepresidenta del Ejecutivo. “El cementerio lo tenemos aquí todos los días porque muere más gente de la que nace”, añadió en un bar, La Mezquita, que ha recibido con aplausos la decisión del Gobierno. “A nosotros nos ha tocado la lotería hoy, pero a todos los españoles les ha tocado la lotería con el Ejecutivo de Mariano Rajoy”, continuó, "tras un año de bandazos del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero".

Vecinos de Villar de Cañas mostraron su "alegría", pues el ATC llevará "progreso" y "trabajo" a un municipio de menos de 500 habitantes, que está "prácticamente muerto". Con lágrimas en los ojos, una vecina del pueblo, Amor, explicó que está "muy contenta". Sueña con que el almacén lleve trabajo al pueblo, pues su yerno tiene que viajar todos los días de Villar de Cañas a Madrid para trabajar, mientras que su hija está en paro. Según un comerciante de la localidad, el 80% de los vecinos está a favor de la instalación del ATC, ya que tanto los alrededores como el pueblo "están muertos" y su construcción sería una "inyección" económica. Este tendero contaba que el municipio ha sufrido "a pasos agigantados" la despoblación y el cierre de comercios y establecimientos hosteleros, y se mostraba seguro de que el silo revertirá la situación. Solo una vecina, que no ha querido dar su nombre, mostró a los medios su rechazo a la decisión, pues no le agrada tener una instalación industrial cuando vaya al campo a descansar.

En contra también están las asociaciones ecologistas. Greenpeace anunció que recurrirá por vía judicial la decisión porque se trata de "una cacicada", ya que, en su opinión, tal acuerdo es "político y no técnico". Desde Ecologistas en Acción se considera que la celeridad con la que se ha movido el nuevo Ejecutivo en este asunto revela una "concesión definitiva a los interesas de las empresas eléctricas y de la industria nuclear". A juicio del portavoz del partido verde Equo, Juan López de Uralde, esta decisión "viene a confirmar la línea radicalmente pronuclear del PP".