Zapatero reconoce que retiró la Ley Sinde por las presiones sociales y críticas de algunos ministros

El presidente en Gobierno en funciones, José Luis Rodríguez Zapatero, ha reconocido que la presión popular y la oposición de algunos de sus ministros frenaron la llamada Ley Sinde, una de sus apuestas personales, que tenía que haber visto la luz en el pasado Consejo de Ministros. Así lo ha confesado en el programa de Melchor Miralles en ABC Radio en la primera entrevista que concede tras la derrota electoral. Durante casi una hora ha hecho un repaso a temas con su relación con Rajoy, el proceso de paz, el indulto a Sáenz, su relación con el chivatazo del Faisán, el futuro del PSOE y, por supuesto, la victoria del F.C. Barcelona al Real Madrid.

El presidente aseguró que en el último Consejo de Ministros pasó algo “que se ha exagerado”, en referencia a la Ley Sinde. Un tema que, reconoce, ha sido objeto de debate porque es polémico, tal y como se puso de manifiesto a través de la Red. “Hubo compañeros en el Consejo que se oponían a que esta cuestión fuera aprobada estando en un Gobierno en funciones. Hubo discrepancias, pero no fue un ambiente tenso”, dijo. Por ello, Zapatero asegura que la decisión de aparcar la Ley Sinde fue exclusivamente suya porque es el presidente del Gobierno.

El apartado económico ha sido unos de los temas centrales de la entrevista. Zapatero ha asegurado que aprobó los recortes de mayo de 2010 por “responsabilidad”. Ha confesado que fueron una decisión difícil, pero “sin aquellas medidas España no habría podido seguir financiándose como hasta ahora”. Además, el presidente dice que “asume” no haber visto la crisis, pero “tampoco la vieron muchos organismos internacionales”. En cuanto a las altas tasas  de paro español, el todavía líder del PSOE defiende que España tiene un problema estructural porque “estamos en las mismas horas de trabajo que Alemania”. Sin embargo, no considera que haya dejado a España al borde de la ruina: “Eso no es correcto”.

Por otro lado, dos han sido los nombres propios a los que ha tenido que responder: Alfredo Sáenz y Miguel Ángel Fernández Ordóñez. En cuanto al indulto del primero, el presidente explica que fue una decisión del Ministerio de Justicia y que “no tiene mayores implicaciones”. Ha querido dejar claro que “no hay ninguna deuda que tenga que pagar al señor Botín”. En cuanto a los rumores sobre su mala relación con el gobernador del Banco de España, Zapatero ha dicho que su relación es buena y normal.

Sucesión, ETA y faisanes

El proceso de paz y el chivatazo ha sido otro de los temas estrella durante la entrevista. El presidente ha evitado criticar a Eguiguren y su libro, con revelaciones sobre la negociación con la banda terrorista. “Yo le tengo un gran respeto y lo ha pasado muy mal para poner fin a ETA. Él ha decidido contar su visión”, ha reconocido. En cuanto al caso Faisán, ha asegurado que “no autorizó el chivatazo”.

En cuanto a su sucesión, el presidente ha dicho que “se siente el principal responsable de la derrota electoral”, y que no se implicó más en la campaña electoral porque “así lo decidió”. Sin embargo, cree que las aguas no están revueltas de cara al futuro congreso del PSOE. No se decanta ni por Chacones ni por Rubalcabas ni por terceras vías: “Yo debo ser neutral”.

En cuanto a su relación con Rajoy, Zapatero asegura que ha mejorado con el traspaso de poderes. “Mi diálogo con Rajoy es fluido. Ha sido una evolución a la confianza”, ha dicho. “Le deseo una tarea buena para España”, ha reconocido.