Es noticia
Merkel habla con Rajoy 20 minutos para abordar los 'deberes' de España
  1. España
LOS LÍDERES CONSERVADORES EUROPEOS QUIEREN DISCUTIR YA LOS “DEBERES” DE ESPAÑA

Merkel habla con Rajoy 20 minutos para abordar los 'deberes' de España

El próximo presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, conversó esta mañana aproximadamente unos 20 minutos con la canciller alemana, Angela Merkel, sobre la situación económica. Ayer por

Foto: Merkel habla con Rajoy 20 minutos para abordar los 'deberes' de España
Merkel habla con Rajoy 20 minutos para abordar los 'deberes' de España

El próximo presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, conversó esta mañana aproximadamente unos 20 minutos con la canciller alemana, Angela Merkel, sobre la situación económica. Ayer por la noche, el ministro de Economía alemán ya hizo saber al líder del PP que esta mañana recibiría la llamada de la canciller y Rajoy acudió a primera hora a la sede nacional de su partido para trabajar con su equipo y esperar la comunicación de la líder conservadora europea.

Según las fuentes, la canciller felicitó a Rajoy y rápidamente se centró en los problemas económicos de España y las medidas que piensa llevar a cabo el nuevo presidente del Gobierno. Como adelantó El Confidencial, Rajoy y Merkel se verán el próximo día 8 de diciembre en la ciudad francesa de Marsella, donde se celebra el Congreso del PPE, así como la cumbre de primeros ministros conservadores, previa a la reunión del Consejo Europeo que un día después tendrá lugar en Bruselas. También, y como informó en exclusiva este periódico, Rajoy tiene previsto dar a conocer esta tarde al Comité Ejecutivo Nacional los nombres del equipo que se ocupará de realizar el traspaso de poderes con el Ejecutivo saliente para acelerar en lo posible los trámites.

Casi ocho años esperando el momento de volver a ganar unas elecciones generales y el primero en llamar ayer a Mariano Rajoy fue el presidente de la Comisión Europea, Durao Barroso, para felicitarle por su triunfo y para soltar una frase que esta vez, con la prima de riesgo y la amenaza de intervención, no es un cumplido: "a ver si nos vemos pronto". Y no fue el único, luego sonó el teléfono para que se repitieran los saludos y los añadidos: "tenemos que hablar", "conversaremos en Marsella" o "hasta pronto". Eran Van Rompuy, Wilfred Martens o Nicolas Sarkozy. Los líderes del centro derecha europeo en el poder estaban encantados de sumar al presidente del PP a su equipo, pero quieren conversar cuanto antes de "los deberes" económicos de España.

El secretario general del PP europeo, Antonio López Isturiz, y el jefe de gabinete de Rajoy, Jorge Moragas, se ocupaban de pasar el teléfono al vencedor de los comicios y de hacer de traductores. El próximo jefe del Ejecutivo entiende el francés pero el inglés ni eso. López Isturiz ya desempeñó ese papel con José María Aznar. El "tenemos que hablar" se refería a las prisas de todos por establecer una relación directa con Rajoy, al margen del Gobierno en funciones de Zapatero, cuanto antes. En el congreso del PPE convocado para los días 7 y 8 de diciembre en Marsella será la cita.

El caso de Angela Merkel es aparte. Emitió un comunicado, su ministro de Economía conversó con Isturiz y en fuentes del PP ya sabían que llamaría esta misma mañana a Rajoy. Sintomático. El triunfador de las elecciones sabía lo que decía cuando desde el balcón de Génova, cumplida la tradición del beso a la señora y el posado con los elegidos proclamó: "hacéis bien en celebrar la victoria pero a mi me toca estar aquí mañana por la mañana trabajando". El primer objetivo del equipo de relaciones internacionales del Partido Popular es buscar a Rajoy una entrevista "cara a cara" con la canciller alemana, incluso antes de que se constituyan las Cortes.

El triunfo no dejaba lugar a dudas desde que las 'israelitas' anunciaban una holgada mayoría absoluta. Al final, 186 escaños, superando la marca histórica de José María Aznar en 2000 aunque en número de votos apenas fueran medio millón más que en 2008, cuando Rajoy mordió el polvo por segunda vez. Todo el mapa español se teñía del azul 'PP', salvo Cataluña, dominada por CiU en tres provincias y por el PSC en Barcelona; Sevilla, el único bastión del socialismo andaluz que resiste a duras penas; y Vizcaya, donde gana el PNV, y Guipuzcoa, donde domina Amaiur. El resto, triunfo de los '`populares' que ahora suman a la mayoría absoluta del Congreso el control de 11 autonomías y las alcaldías de las principales ciudades del país. Un poder que nadie antes en el centro derecha español logró en las urnas.

También llamó el embajador de los Estados Unidos, Alan Salomon, de parte de Obama, que sólo felicita cuando los vencedores pasan a ocupar los cargos. Y entre unos y otros cumplieron con el rito Su Majestad el Rey, José Luis Rodríguez Zapatero (siete años diciendo a Rajoy que nunca ganaría unas elecciones) y Alfredo Pérez Rubalcaba.

De los dirigentes del Partido Popular, del presente y del pasado, de los antiguos críticos e incluso de los marginados no hubo llamadas por teléfono porque estaban todos en la sede, en la planta más noble (la séptima), en la primera del PP de Madrid o incluso en los pasillos y mezclados con la prensa. "Cómo cambian los apoyos y las fidelidades en los partidos entre la derrota y el éxito", comentaba un veterano del partido.

Rajoy pedía unidad en el balcón y la tenía servida en los despachos de la calle Génova. Poco después de las 9 se presentó José María Aznar a seguir el recuento de votos cerca de su antiguo despacho. No había pisado por allí desde 2004, según creencia general, aunque en algunas fuentes aseguran que sí lo hizo de forma discreta en los tiempos de derrota. También acudieron a la zona más noble Rodrigo Rato y Ángel Acebes. En la planta primera, la del PP de Madrid, estaban Ignacio Astarloa y Cayetana Álvarez de Toledo. En los pasillos, y hasta mezclado con la prensa, apareció Gustavo de Arístegui, pese a verse fuera de las listas triunfadoras en las elecciones. Para las fotos del futuro Gobierno quedó la del séquito que acompañó a Rajoy a dar su discurso "ante la sociedad española". Sentados en un lateral se quedaron Alberto Ruiz-Gallardón, Soraya Saenz de Santamaría, Pío García Escudero y Esteban González Pons.

Rajoy se vistió ya de presidente de Gobierno en sesión de investidura o para jurar su cargo ante el Rey: traje gris marengo, camisa blanca y corbata azul. Luego, en el balcón ante la militancia, se estiró lo justo para dar el bote de rigor, hizo el chiste de que podían saltar todos menos Sáenz de Santamaría (fue madre díez días atrás) y dejó tan claro su mensaje de que está dispuesto a quemarse en el empeño de sacar a España de la ruina como el de que nadie debe esperar milagros.

El balcón estaba a rebosar. Elvira Rodríguez, "Viri", se desquitó del episodio de cariñoso consuelo que tuvo que protagonizar en 2008. Esta vez fue un beso de felicitación. Otra foto para futuro Gobierno. Además de los acompañantes de la comparecencia dentro de la sede y de Esperanza Aguirre, como presidenta del partido en Madrid, también comparecían Ana Mato y Miguel Arias Cañete.

No era aún media noche y los dirigentes del PP empezaron a abandonar la sede camino de su casa. "Contentos pero no eufóricos. Somos responsables y sabemos la que nos espera", comentaba un destacado miembro del equipo de Rajoy. 

El próximo presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, conversó esta mañana aproximadamente unos 20 minutos con la canciller alemana, Angela Merkel, sobre la situación económica. Ayer por la noche, el ministro de Economía alemán ya hizo saber al líder del PP que esta mañana recibiría la llamada de la canciller y Rajoy acudió a primera hora a la sede nacional de su partido para trabajar con su equipo y esperar la comunicación de la líder conservadora europea.

Mariano Rajoy Angela Merkel