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La Policía denuncia que sólo hay un chaleco antibalas por cada cinco agentes
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TRAS EL TIROTEO EN LA MEZQUITA DE MADRID

La Policía denuncia que sólo hay un chaleco antibalas por cada cinco agentes

El tiroteo a tres agentes de la Policía Nacional en Madrid en los alrededores de la Mezquita de la M-30, en el que un delincuente arrebató

Foto: La Policía denuncia que sólo hay un chaleco antibalas por cada cinco agentes
La Policía denuncia que sólo hay un chaleco antibalas por cada cinco agentes

El tiroteo a tres agentes de la Policía Nacional en Madrid en los alrededores de la Mezquita de la M-30, en el que un delincuente arrebató el arma reglamentaria a uno de ellos y les descargó varios tiros, ha puesto de manifiesto la importancia del uso del chaleco antibalas (lo que les salvó la vida) y ha renovado las demandas de los sindicatos policiales recordando que para el Ministerio del Interior, esa prenda es ‘comunitaria’ y, en la actualidad, tocan a uno de ellos por cada cinco policías en activo.

La Confederación Española de Policía, sindicato que representa los intereses profesionales más de 26.000 funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía, asegura que “el uso del chaleco antibalas en Madrid se ha convertido en un elemento vital de trabajo para los policías”. Según el sindicato, los tres agentes salvaron la vida por ir equipados con esa vestimenta, ‘herramienta de autoprotección’ en la terminología policial.

Pero los sindicatos también han aprovechado el suceso para recordar que en muchas ocasiones son los propios agentes los que se costean ellos mismos el chaleco “porque el Ministerio del Interior no dispone de suficientes unidades como para que todos los funcionarios puedan emplear este elemento básico de trabajo”. Y denuncian que para los dirigentes políticos, “y al contrario que sucede en otros países”, los chalecos son de uso “comunitario y no individual”.

En la actualidad, y siempre según los datos facilitados por la CEP, la media actual de chalecos antibalas en la Policía es de uno por cada cinco funcionarios en activo. Y eso teniendo en cuenta que en los últimos años ha habido compras que han hecho disminuir el ratio. Los chalecos disponibles en el Cuerpo Nacional de Policía aumentaron en 2.845 unidades entre los años 2006 y 2010, una cifra muy inferior al número de nuevos policías que han ingresado en las sucesivas promociones. Tras el incidente de ayer, los sindicatos vuelven a exigir “al Ministerio del Interior y al principal partido de la oposición” que “de una vez por todas superen esa idea según la cual los chalecos antibalas son elementos de dotación policial ‘colectiva’ (es decir, que se comparten entre los agentes) y pasen a considerarlos un elemento más de la dotación individual policial”.

En el mismo sentido, el sindicado SME-CCOO de los Mossos d’Esquadra ha hecho la misma exigencia al consejero de Interior de la Generalitat, Felip Puig. “El chaleco ha salvado la vida de dos policías y no es lógico que los Mossos sigan patrullando sin esta protección”, ha recordado su portavoz, Toni Castejón a Ep, para añadir que “hay muchas armas de fuego en la calle y nos jugamos la vida a diario. Los chalecos son una prioridad absoluta”.

Problemas con los uniformes

No es la primera vez que los policías denuncian los problemas con la uniformidad y la necesidad de comprar jerseys u otras prendas en el ‘mercado alternativo’, generalmente comercios asiáticos. En los foros policiales hay cientos de denuncias sobre el particular, con imágenes incluidas en las que se muestran a agentes que patrullan con jerseys ‘de imitación’ con evidentes diferencias en los diseños de las letras o los símbolos policiales.

El tiroteo a tres agentes de la Policía Nacional en Madrid en los alrededores de la Mezquita de la M-30, en el que un delincuente arrebató el arma reglamentaria a uno de ellos y les descargó varios tiros, ha puesto de manifiesto la importancia del uso del chaleco antibalas (lo que les salvó la vida) y ha renovado las demandas de los sindicatos policiales recordando que para el Ministerio del Interior, esa prenda es ‘comunitaria’ y, en la actualidad, tocan a uno de ellos por cada cinco policías en activo.