Caamaño a Gil Lázaro: cada miércoles es una "repetición cansina de sí mismo"

Los populares han querido implicar en el 'caso Faisán' al ministro de Justicia, Francisco Caamaño, quien ha acusado al diputado Ignacio Gil Lázaro de ir todos los miércoles al pleno del Congreso como una "repetición cansina de sí mismo" para "intentar controlar la acción de los jueces en este asunto.

"Viene a hablar de la querella del PP y a mantenerlo vivo en un intento de justificar las muchas barbaridades que han dicho", le ha replicado el ministro al diputado popular, que en esta ocasión ha querido que sea el ministro de Justicia quien conteste a sus preguntas sobre el chivatazo a ETA y no el vicepresidente y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, como es habitual.

En concreto, le ha preguntado por la decisión de la Audiencia Nacional de mantener las imputaciones en el "caso Faisán" por delito de colaboración con banda armada, en contra del criterio de la Fiscalía.

Caamaño le ha recordado que el responsable de Justicia, por "respeto a la independencia a los jueces", no comenta nunca asuntos que están sub iudice. "Ni éste -le ha dicho-, ni tampoco otros muchos bien conocidos y que le son muy próximos".

"Esto es la cantinela de siempre, porque el 'caso Faisán' es el caso Rubalcaba, pero afecta a todo el Gobierno en virtud del principio de responsabilidad", le ha contestado el diputado del PP, quien ha acusado al Gobierno de tratar de impedir que los españoles sepan la verdad, aunque haya "fracasado" en sus "maniobras".

Gil Lázaro le ha pedido al ministro que aclare qué responsabilidad tiene en este "escándalo" ante la "actuación de la Fiscalía que produce estupor, indignación y vergüenza".

Y ha ido más allá al asegurar que Rubalcaba, al negar por escrito que él o el secretario de Estado de Seguridad haya mantenido contactos con la Fiscalía en relación a la instrucción del caso, está "implícitamente tratando de cargarle la culpa de la autoría de esta estrategia". "Es una emboscada", ha añadido.

El diputado ha dicho que el PP no va a dejar de pedir explicaciones hasta saber quién fue "el pajarraco" que ordenó dar el chivatazo y qué otro "está obligando al Ministerio Fiscal a traicionar su función". Con estas palabras, según el ministro, el diputado popular demuestra que, además de no tener respeto por la Policía y los fiscales", utiliza el Congreso para formular "juicios paralelos, que van en la misma línea que la posición que defiende el PP como querellantes en la causa".