Rajoy apuesta por un discurso ‘light’ y renuncia a comparar Libia con Iraq

El líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, no ha aprovechado el debate de hoy en el Congreso de los Diputados, en el que el presidente del Gobierno ha pedido el respaldo de la Cámara a la presencia española en la acción contra Libia, para recordarle a Zapatero la diferente actitud que tuvo el PSOE con el PP cuando España apoyó la intervención en la Guerra de Iraq. Ha sido más bien un discurso templado que no ha terminado de satisfacer a todos los diputados de su grupo.

Rajoy ha anunciado su apoyo a la intervención de las Fuerzas Armadas españolas, "un compromiso armado muy serio" y de "primera magnitud", porque “corresponde constitucionalmente” al Gobierno tomar esa decisión, porque “detrás de ella está la comunidad internacional”, y porque el PP siempre ha apoyado este tipo de decisiones y, además,  en esta ocasión, “se siente solidario con el pueblo libio”. 

La intervención del líder de la oposición no ha sido crítica con el Gobierno socialista aunque solo una frase de su discurso se podría interpretar como un ligero reproche hacia el propio Rodríguez Zapatero. “Desde que es presidente, hemos buscado el acuerdo en materia de defensa sin que nadie pueda señalar una ocasión en la que nuestra postura haya variado. En lo que concierne a nuestro partido, nadie podrá pensar que la posición española es inestable o que nuestra voluntad con los aliados es pendular o que nuestra palabra con los españoles es movediza u oportunista”. Algo que, muchos de los miembros de su grupo, sí reprochan al Partido Socialista. 

De hecho, algunos compañeros de partido consideran que el discurso ha sido demasiado ‘light’, teniendo en cuenta todo lo que el PP “tuvo que aguantar hace ahora ocho años y en unas circunstancias parecidas a éstas”. Así opinan algunos sectores del principal partido de la oposición. Fuentes del PP de Madrid, que preside Esperanza Aguirre, consideran que “habría que recordarle a Zapatero las muchas similitudes que hay entre Iraq y Libia, al menos para que se le caiga la cara de vergüenza”.

En los escaños del PP no se va tan lejos, pero algunos diputados consultados por este diario creen que “al menos habría que poner en comparación la distinta actitud y el sentido de Estado que ahora muestra el PP respecto del que entonces mostró el PSOE”, señalan. 

No permanecer impasibles

Pero nada de eso ha ocupado el discurso de Rajoy, que ha dejado claro que “no se va a oponer ni va a estorbar” la decisión tomada por el presidente del Gobierno junto con otros 8 países de la OTAN. “¿Cómo se entendería que permaneciéramos impasibles ante este desafío al mundo?”, ha llegado a señalar para justificar una intervención que, a su parecer, debía haber comenzado mucho antes. 

Por último, Rajoy ha pedido al Gobierno que medite en varias cuestiones como el alcance de la operación, los medios de la misma y su despliegue. Y sobre todo, ha preguntado si existe alguna estrategia de retirada en el caso de que, después de la intervención, no se logre la sustitución de Gadafi.  “Ojalá que estos problemas se resuelvan y no perjudiquen el éxito de la misión. Sería fundamental que todos supiéramos a qué atenernos en cuanto al objetivo final que se persigue. No está claro que esta operación concluya en el desenlace de sustituir a Gadafi. Y, si no ocurre, ¿tenemos una estrategia de salida?”, ha señalado.