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Los empleados de Sony dan un ultimátum a la multinacional para no ir a la huelga
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EXIGEN UN PLAN INDUSTRIAL DE FUTURO

Los empleados de Sony dan un ultimátum a la multinacional para no ir a la huelga

Ver la televisión no es lo mismo que trabajarla. Los trabajadores de Sony realizaron ayer una asamblea en la factoría que la multinacional japonesa tiene en

Foto: Los empleados de Sony dan un ultimátum a la multinacional para no ir a la huelga
Los empleados de Sony dan un ultimátum a la multinacional para no ir a la huelga

Ver la televisión no es lo mismo que trabajarla. Los trabajadores de Sony realizaron ayer una asamblea en la factoría que la multinacional japonesa tiene en Viladecavalls (Barcelona) para decidir qué hacer. Aceptar menos despidos, pero exigir a los nuevos compradores un plan industrial de futuro ha sido la condición que pusieron para desconvocar a última hora una huelga que había de empezar anoche y hubiese puesto en entredicho la imagen que la compañía de televisores tiene en nuestro país.

La dirección mundial de Sony decidió hace tiempo reestructurar la producción mundial y ello supone cerrar las plantas de fabricación europeas. El último reducto en el Viejo Continente está en Barcelona. Y ahí se dirime una batalla decisiva, porque Sony quiere televisores baratos a precios de coste lo más bajos posible. En otras palabras, trasladar la producción a países donde el producto final les sale tirado de precio. Y ya ni siquiera les vale la Europa del Este, porque acaban de cerrar la penúltima planta europea, ubicada en Eslovaquia. La última es la de España.

Poco antes de vacaciones, las empresas españolas Ficosa y Comsa-Emte llegaron a un acuerdo empresarial -por mediación de la Generalitat de Cataluña- para quedarse con la planta de Sony en Viladecavalls a cambio de poder fabricar componentes para la automoción. La planta puede fabricar mañana mismo, por ejemplo, retrovisores de alta calidad o complementos de automoción sin ningún problema. Y a primeros de septiembre, se oficializó el acuerdo: los japoneses vendían la fábrica por un euro y, a cambio, las compañías españolas asumían la deuda y se quedaban con la plantilla de poco más de 1.000 trabajadores, muchos de ellos con alta especialización.

Pero las cosas se han torcido. Hasta hoy, no ha habido ningún brote verde sobre el futuro de la factoría. Nadie les ha presentado un plan de futuro. Lo acordado era que Sony seguiría produciendo un millón de televisores en 2011 y medio millón en 2012. Pero comenzaron a sonar tambores de guerra por un posible despido masivo y un cierre por las bravas. Los empleados decidieron ir a la huelga ayer. Y luego, tras una asamblea decidieron desconvocar el paro. “La asamblea de trabajadores ha decidido desconvocar esta primera huelga porque nos han asegurado que el número máximo de despedidos será de 55 empleados, pero todavía nos falta por conocer por parte de Ficosa y Comsa-Emte el plan industrial que garantice el empleo y la reconversión futura de la fábrica que actualmente ensambla televisores”, aseguran a El Confidencial fuentes sindicales.

Una salida digna

Según estas fuentes, sólo peligran 55 de los 1.066 puestos de trabajo de la factoría, coste laboral que es asumible por los sindicatos. Pero el impacto social se verá minimizado por las prejubilaciones y las bajas incentivadas, todavía por concretar. A cambio, los trabajadores exigen disponer “en el plazo más breve de tiempo posible” del plan industrial que garantice el futuro de la planta barcelonesa, que pasará de fabricar televisores de alta definición y pantallas planas a diseñar y producir productos de ingeniería para el sector de la automoción y del transporte”.
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Además, en breve Ficosa y Comsa-Emte presentarán un plan industrial que pasa por potenciar el I+D+i y fabricar todo lo posible. Según fuentes sindicales, las personas que abandonen la fábrica lo harán de forma "no traumática" y primero se consultará quién quiere abandonar. En todo caso, las indemnizaciones pactadas serán de 45 días por año trabajado con un máximo de 42 mensualidades.

Pero no todo es de color de rosa. "Hay mucho nerviosismo en la plantilla. No vemos garantías de futuro. Queremos cifras concretas de producción con los nuevos dueños", explica el presidente del comité de empresa, Iván Ramos. Según Ramos, los representantes de Sony se han comprometido a que los directivos de Ficosa –que preside Josep Maria Pujol- acudan a una reunión con los trabajadores y expliquen sus planes. Pero los trabajadores siguen esperando los detalles del plan industrial.

El cambio de rutinas productivas tras el traspaso de poder de los directivos de Sony a los de Ficosa y Comsa-Emte es un mal menor ante la incertidumbre de quién seguirá el próximo 1 de enero. A partir de esa fecha, los trabajadores dependerán de los nuevos propietarios. “Nos dicen que las personas competentes seguirán en la planta, y los que no sirvan, los echarán a la calle. Y esto nos intranquiliza y preocupa”, cuenta a este diario Lourdes, una trabajadora del turno de mañana. El principal temor de los sindicatos es que el traspaso de la planta de Sony no tenga detrás un plan industrial sólido.

Ver la televisión no es lo mismo que trabajarla. Los trabajadores de Sony realizaron ayer una asamblea en la factoría que la multinacional japonesa tiene en Viladecavalls (Barcelona) para decidir qué hacer. Aceptar menos despidos, pero exigir a los nuevos compradores un plan industrial de futuro ha sido la condición que pusieron para desconvocar a última hora una huelga que había de empezar anoche y hubiese puesto en entredicho la imagen que la compañía de televisores tiene en nuestro país.

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