Uralde y Herrera sondearon a ex ministros como Narbona o Trujillo para su partido verde

El nuevo partido verde que están gestando conjuntamente el todavía director de Greenpeace España, Juan López de Uralde, y el ecosocialista de ICV, Joan Herrera, quiere apostar fuerte para su estreno electoral de 2012. La coalición política que aspira a ocupar el espacio de los ecologistas ha sondeado en privado, durante los últimos meses, a caras representativas del movimiento verde y a ex ministros del PSOE caídos en desgracia para tratar de sumarlos para su causa. Entre ellos, a la propia ex ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, actual embajadora española en París ante la OCDE.

El propio Uralde, en una entrevista reciente concedida al diario Público, se encargó de hacerle un guiño a la ex ministra señalando que “estaría encantado de que viniera”. No hay que olvidar que la actual embajadora ha sido considerada siempre como una abanderada de las causas medioambientales y goza, al contrario de su sucesora, de una muy alta consideración por parte de los grupos ecologistas. De hecho, las cinco grandes ONG españolas de la materia salieron en defensa de Narbona cuando ésta fue cesada por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Greenpeace, WWF/Adena, SEO/BirdLife, Ecologistas en Acción y Amigos de la Tierra lamentaron entonces, en una rueda de prensa conjunta, que “su valentía y defensa a ultranza del entorno” le hubiese llegado a costar su puesto. No dudaron tampoco en calificarla como “la mejor titular de Medio Ambiente que ha tenido España”. Un reconocimiento público de su trabajo que a Narbona le llegó, incluso, desde la revista Time, que la incluyó en 2008 entre los 35 “líderes y visionarios”, “héroes del Medio Ambiente que están cambiando el mundo”.

El suyo sería, indiscutiblemente, un gran fichaje para la plataforma política verde que Uralde y Herrera planean encabezar en las próximas elecciones generales. Un rostro del PSOE de toda la vida que, junto al de otros compañeros también sondeados, podría restar un importante número de votos a las expectativas del Partido Socialista. Sobre todo, en ese caladero de votantes decepcionados con las últimas medidas emprendidas por el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y con su giro de 180 grados en política medioambiental. De hecho, las citadas ONG ecologistas han criticado en público que la actual titular del Ministerio, Elena Espinosa, se haya dedicado a hacer lo contrario que su predecesora en temas como la recuperación de las costas, en materia energética o en biodiversidad.

Como ya ha adelantó, El Confidencial, este nuevo partido situado a la izquierda del espectro político ha generado nerviosismo en el cuartel general del PSOE en Ferraz. El Gobierno ha tratado incluso de persuadir al propio Uralde para que no abandone la organización ecologista que dirige. En concreto, fue la secretaria de Estado de Cambio Climático, Teresa Ribera, quien se reunió con él en una cena privada en la que trató de convencerle de que continuase al frente de Greenpeace. Un paso sin retorno que Uralde, sin embargo, ya ha anunciado que dará a finales de mes.

Ministros desencantados con Zapatero

Pero el de Narbona no es el único nombre que los promotores del nuevo partido verde han sondeado en los últimos meses. Fuentes de toda solvencia aseguran a El Confidencial que otros ex ministros de la Era Zapatero luego caídos en desgracia también han sido contactados por Uralde y Herrera. Entre ellos, la ex ministra de Vivienda, María Antonia Trujillo, presidenta de la Comisión de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca del Congreso, o Jordi Sevilla, ex titular de Administraciones Públicas y ahora retirado de la política. Si bien, en este último caso, el propio Sevilla ha negado a este diario tales contactos.

En una de las pocas entrevistas que el director de Greenpeace ha ofrecido desde que anunció su salto a la política dejaba ver, entre líneas, que el proyecto que encabezará cuenta con el respaldo de importantes caras de la política, la cultura y el ecologismo. Renunció, en cambio, a dar ningún nombre concreto porque, añadió, “tendrán que decirlo ellos cuando quieran”.