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Un dirigente de Convergència abronca a los diputados de la comisión del Palau
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COLOM COBRÓ 75.000 EUROS DE FÈLIX MILLET

Un dirigente de Convergència abronca a los diputados de la comisión del Palau

Olvido, distracción o simplemente experiencia. El actual responsable de Inmigración de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), Ángel Colom, ejerció ayer de torero en la comisión que

Foto: Un dirigente de Convergència abronca a los diputados de la comisión del Palau
Un dirigente de Convergència abronca a los diputados de la comisión del Palau

Olvido, distracción o simplemente experiencia. El actual responsable de Inmigración de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), Ángel Colom, ejerció ayer de torero en la comisión que investiga el presunto desvío de fondos del Palau de la Música hacia la formación nacionalista. Pero su faena fue duramente contestada por el presidente de la propia comisión, el republicano Pere Vigo, que le recordó que no estaba allí para juzgar a este órgano legitimado por el Parlamento catalán y que debía contestar a las preguntas de los diputados.

Colom recibió, en el año 2000, 12,5 millones de pesetas (75.000 euros al cambio actual) de manos del ex presidente de la institución cultural, Fèlix Millet, para saldar las deudas del Partit per la Independència (PI). Colom era, desde hacía algunos meses, militante de CDC y recurrió a Millet porque “era un mecenas de la cultura”. La historia tiene su intríngulis. Colom afirmó que nunca se habían visto, pero “fui a llamar a aquella puerta porque podía ser generosa”. ¡Y tanto!. Según el dirigente convergente, “hablamos del país, un poco de mi pasado, porque él me conocía y me recordaba. Al final, le expliqué la situación en que me encontraba y él me dio el dinero. Firmé un recibo y me fui”. Así de sencillo; en unos minutos, salió con un cheque en el bolsillo. “Es que soy una persona con suerte”, espetó al diputado del PP Santi Rodríguez, que le interrogaba sobre el encuentro. Y fue más allá: “Estaba política y moralmente apurado. Usted habría hecho lo mismo, porque no tengo duda de que es tan buena persona como yo”, dijo Colom al representante popular.

Colom se negó a decir quién le había recomendado que acudiese a Millet. “Yo le pedí el dinero y él me lo dio. Es mi trayectoria la que me avalaba”, respondió al portavoz del PSC, Joan Ferran. “¿Pero usted tributó por este dinero? ¿Lo declaró a Hacienda? ¿Sabe usted que sobrepasó los límites porque un partido sólo puede recibir 10 millones de pesetas como donación? Además, si el dinero era para un proyecto, un estudio sobre inmigración, ¿dónde está este estudio? ¿Cuáles fueron sus conclusiones? Usted, señor Colom, tiene un pedigrí negro”, le dijo el diputado socialista. “Hacienda no nos requirió nada. O sea, que debimos haber hecho bien las cosas”, respondió Colom.

El republicano Pere Bosch fue más duro. “¿Se acuerda usted del recibo que firmó?”. “No”. “Pues bien, tenía sólo tres líneas y decía que recibía el dinero en base a un convenio que había firmado. ¿Cuál era ese convenio?”. Colom estuvo contra las cuerdas. “Estaba tan contento que hubiera firmado cualquier cosa. Me estaban salvando la vida”. Pero reconoció que sí, que Millet le había dado el dinero por la cara y que años después le hicieron llegar una copia de un convenio entre el Palau de la Música y la fundación Espais que él quería impulsar. Lo malo es que la fundación nunca se llegó a legalizar ni a poner en marcha. Aunque en el Palau se encontró el convenio con su supuesta firma, Colom matizó que “no llegué a firmar el convenio, aunque sí firmé el recibo de los 12,5 millones de pesetas”.

“Ampáreme, ampáreme, señor presidente”

Durante el interrogatorio hubo tiempo para el despiste -ni se acordaba de quién formó parte de la comisión liquidadora del PI-, para la nostalgia -intentó detallar su trayectoria política desde el tardofranquismo hasta una angina de pecho en el año 1999- y para la ironía. “Yo provengo de una familia de pagés. Y a los caballos, a los buenos caballos, les ponemos orejeras para que vayan siempre en una sola dirección. Con el debido respeto, eso parecen ustedes, porque sus preguntas van dirigidas en un solo sentido. Ustedes tienen ya la respuesta a esta comisión: CDC es la culpable. Pues no”. Colom intentó deslegitimar a la comisión, incluso pidiendo la complicidad del presidente de la misma. “Señor presidente, en ocasiones me siento desamparado y usted debería ampararme”. “No seré yo quien le deje sin amparo”, le respondió Pere Vigo. “Pues ampáreme, ampáreme”.

Pero al mismo tiempo abroncaba a los diputados por repetir preguntas o regañaba a sus señorías por el tono empleado. Si Joan Ferran le respondió en una de las ocasiones que “tiene usted tiempo de hacer mítines en el futuro”, al final Colom trató de condensar su malestar. “No se me debería haber convocado. Este es un tribunal claramente político, que busca una sola respuesta. Denuncio a este tribunal porque me parece muy triste que haga esto a final de legislatura. Me entristece esta voluntad política. Esto es la Inquisición”. Y ahí fue cortado en seco por Pere Vigo: “Señor Colom, su tarea no es hacer una valoración de esta comisión, que es totalmente legítima”.

Como fondo, el latiguillo del representante de ICV, Daniel Pi, que expuso claramente las conclusiones a las que había llegado después de escuchar al dirigente de Convergència: “Lo único que tenemos claro es que de la Fundación del Palau salió dinero para financiar a un partido político, el PI. Lo recibe una persona que en aquel momento es militante de Convergència. Y eso se produce, además, en un momento en que se plasman unos acuerdos con la Fundación Trias Fargas, que también es de Convergència”. Y es que desde 1999 al 2008, la fundación de CDC recibió más de 600.000 euros del Palau de la Música mediante convenios anuales, que luego fueron denunciados. La institución convergente se ha comprometido a devolver el dinero en cómodos plazos de aquí al 2017.

Olvido, distracción o simplemente experiencia. El actual responsable de Inmigración de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), Ángel Colom, ejerció ayer de torero en la comisión que investiga el presunto desvío de fondos del Palau de la Música hacia la formación nacionalista. Pero su faena fue duramente contestada por el presidente de la propia comisión, el republicano Pere Vigo, que le recordó que no estaba allí para juzgar a este órgano legitimado por el Parlamento catalán y que debía contestar a las preguntas de los diputados.

Fèlix Millet