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Zapatero dejará la Presidencia de la UE sin cumplir ninguno de los objetivos previstos
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HA SIDO EXCLUIDO DE LAS GRANDES DECISIONES

Zapatero dejará la Presidencia de la UE sin cumplir ninguno de los objetivos previstos

El exceso de expectativas ha acabado por hundir la Presidencia española de la Unión Europea. José Luis Rodríguez Zapatero abandonará el 30 de junio el liderazgo

Foto: Zapatero dejará la Presidencia de la UE sin cumplir ninguno de los objetivos previstos
Zapatero dejará la Presidencia de la UE sin cumplir ninguno de los objetivos previstos

El exceso de expectativas ha acabado por hundir la Presidencia española de la Unión Europea. José Luis Rodríguez Zapatero abandonará el 30 de junio el liderazgo compartido de la UE sin haber cumplido ninguno de los objetivos marcados para el semestre. La resignación es ya la actitud más extendida entre los diplomáticos y funcionarios asentados en Madrid y Bruselas. "Zapatero se ha equivocado, en Europa hay que ser muy prudente, no es como la política nacional, y se ha quedado sin margen para sacar adelante sus promesas", señalaron fuentes del Parlamento Europeo.

 

Los grandes proyectos, como la creación del Servicio Exterior, la Agenda económica 2020 o la Iniciativa Ciudadana no se habrán puesto en marcha en julio, cuando España ceda la Presidencia rotatoria a Bélgica. Como indicaron fuentes de la Secretaría de Estado para la UE, el Gobierno español no es el único responsable de esta parálisis, pero sí lo es de haber publicitado la Presidencia como un semestre decisivo. De acuerdo con estas fuentes, una actitud más modesta y realista habría suavizado el fracaso de Zapatero, situando el origen de los problemas en la falta de coordinación entre Herman Van Rompuy, Catherine Ashton, la Comisión y el Parlamento Europeo.

 

Pero la tentación de evitar la dura realidad doméstica y de ganar peso internacional apartó a Zapatero de la senda de discreción y eficacia que había marcado la Presidencia sueca. El Gobierno español no calculó bien la dificultad de poner en marcha el Tratado de Lisboa y se empeñó en aparecer en la fotografía de los grandes acuerdos políticos y económicos. Uno de esos pactos es la creación del Servicio Exterior, el primer cuerpo diplomático propio de la UE. Miguel Ángel Moratinos ha respaldado la propuesta de Ashton, aprobada en el Consejo de Asuntos Generales, pero se enfrenta a un difícil y previsiblemente largo trámite en el Parlamento Europeo. De hecho, cabe la posibilidad, anunciada por medios británicos, de que Ashton dimita antes de que el Servicio Exterior sea una realidad.

 

La Iniciativa Ciudadana, que permitirá el impulso de normativas con la recogida de un millón de firmas en varios países, es otra de las prioridades del Ejecutivo español que no estará lista a tiempo. Pese al empeño de Zapatero, si no hay más retrasos, se aprobará a finales de año y no se aplicará hasta 2011. Algo parecido sucederá con la Agenda 2020, que debe sustituir a la estrategia económica de Lisboa. Zapatero pretende que se firme antes del 30 de junio, pero, aunque esto suceda, en Bruselas ya se da por hecho que será una mera declaración de intenciones que recopilará los objetivos ya enunciados en otros documentos.

 

Excluido de las grandes decisiones

 

Y es que el Ejecutivo español ha quedado excluido de las grandes decisiones económicas, como el rescate a Grecia, y ha sido incapaz de impulsar un nuevo gobierno económico para los 27. España no ha estado a los mandos ni en la lucha contra la crisis, ni en el intento de alcanzar nuevas reglas financieras. Además, al comienzo de la Presidencia, Zapatero sufrió una constante desautorización en la prensa internacional, que dudó de su capacidad para hacer frente a la crisis en Europa, dados sus resultados en España.

 

Tampoco se esperan grandes avances en materias como la seguridad del suministro de gas en Europa o la política energética común, mientras que otra gran apuesta de Zapatero, la orden de protección para las víctimas de violencia de género y la creación de un nuevo observatorio de igualdad, se estrelló contra las reticencias de la Comisión Europea.

 

Con este pobre balance, la cumbre con América Latina es la única esperanza para dotar de cierto brillo al semestre. Fuentes diplomáticas reconocen que no es un gran acontecimiento, pero esperan que la reunión de líderes hispanoamericanos transcurra sin sobresaltos y sirva de escaparate de la Presidencia ante la sociedad española. Este papel estaba reservado para la cumbre con Barack Obama, cuya suspensión desbarató buena parte de las expectativas de Zapatero. Con poco más que ofrecer a sus colegas europeos, la suerte de la Presidencia española parece echada y "decepción" es el término más repetido en círculos diplomáticos.

El exceso de expectativas ha acabado por hundir la Presidencia española de la Unión Europea. José Luis Rodríguez Zapatero abandonará el 30 de junio el liderazgo compartido de la UE sin haber cumplido ninguno de los objetivos marcados para el semestre. La resignación es ya la actitud más extendida entre los diplomáticos y funcionarios asentados en Madrid y Bruselas. "Zapatero se ha equivocado, en Europa hay que ser muy prudente, no es como la política nacional, y se ha quedado sin margen para sacar adelante sus promesas", señalaron fuentes del Parlamento Europeo.