Arenas gira al centro al fichar a Juan José Cortés y al ex presidente del Partido Andalucista

Javier Arenas quiere jubilar de una vez por todas esa imagen que tanto daño le hizo: la foto en la que un limpiabotas le sacaba brillo a los zapatos. Ahora inculca a sus militantes que el PP de Andalucía es el partido del pueblo, “el de la clase media”. También que el “régimen de Chaves”, y ahora el de Griñán (según Arenas “lo mismo que el anterior”), representa el pasado. Sólo ellos son el futuro. Su estrategia de giro al centro ya cuenta con dos nombres propios: Juan José Cortés, el padre de la niña Mari Luz, ex militante del PSOE, y Antonio Moreno, ex presidente del Partido Andalucista.

El fichaje de Cortés, pastor evangélico onubense, en calidad de asesor de Justicia del PP y el de Moreno, como presidente de un foro sobre el nuevo andalucismo, muestra cómo Arenas está dispuesto a batallar por caladeros de voto siempre difíciles de pescar. La encuesta del IESA, que por primera vez otorgaba a los populares la posibilidad de ganar en la comunidad autónoma más poblada, ha despertado a empresarios y políticos. Son los mismos que pensaban que sería más fácil ver volar a un cerdo por el Bernabéu, como sentenció Benjamin Toshack, que observar el paseíllo triunfal de Arenas en la sede del Gobierno andaluz. “Ahora me llama gente que dejó de telefonearme cuando abandoné el Ministerio”, cuenta Arenas.

El caso del líder del PP-A no es una isla dentro de los políticos populares. Antonio Garrido Moraga, parlamentario andaluz y ex director del Instituto Cervantes en Nueva York, certifica un intenso trajín desde las pasadas Navidades y sobre todo tras la publicación en enero del sondeo. Garrido empezó a recibir correos electrónicos, sms y llamadas al móvil de gente de la Cultura que hace ya 15 años dejaron de hacerlo cuando él formó parte de la candidatura de Celia Villalobos en el Ayuntamiento de Málaga. “Estaban desaparecidos y ahora vuelven”, recuerda Garrido, que en un futuro Gobierno de Arenas sería el consejero de Cultura de la Junta de Andalucía.

“Mucha gente se está dando cuenta que soplan vientos del cambio y que este cambio no sólo es posible, sino que quieren ayudarnos para que sea real”, explica a este diario un portavoz del PP-A. Fuentes del partido aclaran que Arenas quiere que tanto Cortés como Moreno colaboren “desde su independencia”. Sobre la posibilidad de que estos dos fichajes acaban afiliándose al PP, aún no hay nada definido. “Está por ver”, especifican. “Antonio Moreno es un tipo encantador, un referente del andalucismo y 15 años alcalde de San Fernando; seguro que nos ayudará”, resaltan otras fuentes del Partido Popular.

Los ‘coqueteos’ con UPyD

El caso de Cortés es más controvertido. Desde la muerte de su hija lucha por un endurecimiento de las penas. Se siente engañado por el PSOE. Arenas se dio cuenta del desencanto de Cortés y no dudó en ofrecerle un puesto de asesor. No conviene olvidar que coqueteó con UPyD y barajó ‘fichar’ por esta formación política para aspirar a la Alcaldía de Huelva. Tampoco vio con malos ojos la coordinación regional del partido de Rosa Díez.

Aunque, como ya publicó El Confidencial, Cortés valoró el pasado 15 de septiembre en este diario que Pedro Rodríguez, el alcalde de Huelva (del PP), había hecho una buena labor: “Lo que hay que hacer es darle continuidad a ese trabajo, darle un aire fresco y que se renueve. En ningún momento voy a decir que su gestión ha sido mala. Sería negar una realidad, no voy a entrar en ese discurso”, señaló el padre de la pequeña Mari Luz, tras admitir que una de las razones por las que deseaba entrar en política era el agradecer “todo el apoyo” recibido de los onubenses.

Sostiene Antonio Garrido que los casos de Cortés y más en concreto el de Moreno no son casos de transfuguismo, como a su juicio supuso el cambio de la noche a la mañana de Rosa Aguilar: de la Alcaldía de Córdoba (por las siglas de Izquierda Unida) a sentarse en los Consejos de Gobierno de Griñán como consejera de Obras Públicas y Transportes. También cita el del alcalde de Ronda, Antonio Marín Lara, ‘fichado’ por el PSOE, tras presentarse a la Alcaldía por el PA, y declarado oficialmente tránsfuga por la Comisión antitransfuguismo.

Garrido se plantea una cuestión: “Y yo me pregunto, ¿quiénes son ahora los señoritos? ¿Los que estamos en la oposición o los que llevan en el poder 30 años y gobiernan por pura inercia? Menos mal que la gente está perdiendo el miedo. Porque aquí, en Andalucía, había un miedo real y el PSOE nos intentaba señalar como el partido del caciquismo. El que haya elecciones libres no significa que estemos en una democracia sólida”.

Así remata el político su tesis: “Que los andaluces nos presten su voto cuatro años y si no lo hacemos bien, pues nada… Lo que no puede ser es que los socialistas sigan gobernando con un millón de parados y regando subvenciones”. El Gobierno ha ampliado el PER, rebajando a 20 las peonadas. ¿Un cambio? Griñán parece variar de registro con la frase que soltó ayer en Sevilla: “Andalucía no quiere más subvenciones”.