Zarrías se alió con Griñán para despojar a Chaves del liderazgo del PSOE andaluz

"Pido reflexión al PP y que deje de utilizar el terror como arma política". Con estas palabras, Gaspar Zarrías arremetió el domingo contra los populares tras la detención de tres etarras en Francia, y exigió al principal partido de la oposición que pida disculpas a Alfredo Pérez Rubalcaba por haberle responsabilizado del caso Faisán. Hace sólo un mes que Zarrías fue nombrado secretario de Relaciones Institucionales y Política Autonómica del PSOE, pero ya se ha convertido en el portavoz socialista de fin de semana, con autoridad para contestar directamente a Mariano Rajoy. Su peso en el PSOE no deja de aumentar, especialmente después de haber demostrado su visión política en el cambio de poder en Andalucía. Zarrías se alió inesperadamente con José Antonio Griñán para conseguir que su jefe, Manuel Chaves, renuncie en marzo al liderazgo socialista andaluz.

 

Según explicaron fuentes cercanas al presidente de la Junta, Zarrías tuvo que convencer personalmente a Chaves de la necesidad de abandonar cuanto antes la Secretaría General del PSOE en Andalucía. Con el liderazgo de Griñán cuestionado por su propio partido y las encuestas señalando una histórica victoria del PP, la intervención de Zarrías resultó determinante para que el Congreso del partido se celebre los próximos 12 y 13 de marzo, en lugar de esperar a 2012.

 

El momento clave fue la reunión de Griñán con los secretarios provinciales del PSOE-A del pasado 17 de noviembre. El nuevo presidente de la Junta no contaba con el respaldo de buena parte de estos barones provinciales, pero la influencia de Griñán, y la final aquiescencia de Chaves, permitieron que se aprobara la celebración de un Congreso extraordinario para aupar a la Secretaría General al ya presidente de la Junta.

 

Griñán y Zarrías se enfrentaron juntos no sólo a los deseos de Chaves, sino al criterio de José Luis Rodríguez Zapatero, que había ordenado que no se produjera ningún movimiento orgánico hasta julio, una vez terminada la presidencia española de la Unión Europea. De hecho, el PSOE no designará a sus candidatos para los comicios autonómicos y municipales de 2011 hasta que finalice el semestre europeo.

 

La jugada de Zarrías se completó el pasado 30 de enero, cuando entró a formar parte de la Ejecutiva Federal como número cuatro, tras Zapatero, José Blanco y Leire Pajín. Curiosamente, sustituyó en el cargo a su amiga Mar Moreno, a quien Zapatero había barajado para remplazar a Chaves al frente de la Junta de Andalucía. Griñán recuperó a Moreno como consejera de Educación en abril de 2009, pero no fue hasta enero cuando presentó su dimisión como secretaria de la Ejecutiva Federal. Según las fuentes consultadas, Griñán, una vez ganada la batalla por el liderazgo socialista, exigió a Moreno que renunciara a su puesto en Madrid para centrarse en Andalucía. De esta forma, abrió la puerta a la mano derecha de Chaves para que accediera a la dirección nacional.

 

Fichaje para las elecciones autonómicas

 

Por este tipo de maniobras, Zarrías carga con la leyenda de ser el hombre que ha manejado todos los hilos de la política andaluza en los últimos años, y ahora trata de agrandar este mito en Madrid. Además de su cargo orgánico en el PSOE, ocupa la secretaría de Estado de Política Territorial en la vicepresidencia de Chaves. Desde allí maneja 13.000 millones de euros del propagandístico Plan E, recorre España visitando obras,  y se ocupa de las negociaciones con la Xunta de Alberto Núñez Feijóo sobre la polémica fusión de las cajas gallegas.

 

Fuentes de la calle Ferraz señalaron que la aportación de Zarrías será muy importante de cara a las elecciones autonómicas y municipales de 2011. Los socialistas, que parten a la defensiva ante el avance electoral del PP, esperan que este "fichaje" mejore la estrategia del partido: "Es un buen refuerzo para las elecciones y una figura respetada en el ámbito autonómico". Asimismo, estas fuentes esperan que dote de un mayor peso político a la Ejecutiva, donde Pajín no ha logrado jugar con éxito el papel de Blanco. "Es un político de raza, con mucha experiencia, conoce perfectamente el partido y se pasa muchas horas trabajando en el despacho", sostuvieron. Y es que el PSOE ha decidido que una parte importante de su destino dependa de este brujo político de 55 años.