Carod lleva gastado esta legislatura más de medio millón de euros en viajes al extranjero

El afán viajero del vicepresidente de la Generalitat de Cataluña, Josep Lluís Carod-Rovira, sale muy caro a los catalanes. Tan caro que el propio departamento de la Vicepresidencia tiene orden de no facilitar las cuentas. La dificultad de saber cuánto dinero se está gastando el vicepresidente en política exterior es la principal crítica del Partido Popular en el Parlamento autonómico catalán.

A lo largo de esta legislatura, Carod Rovira ha realizado al menos 23 viajes al extranjero para potenciar la imagen de Cataluña a nivel internacional y, de estas salidas, el PP catalán denuncia que tan sólo conoce el dinero que se ha gastado en 10 de ellos. El montante de la suma hecha por los diputados que dirige Daniel Sirera es de 463.612 euros “a los que habría que añadir todos los gastos que desconocemos”, explicaron a El Confidencial fuentes oficiales del partido.

Consultado el Departamento de la Vicepresidencia por este diario, desde el mismo se negaron a facilitar ni siquiera la relación de viajes que Carod ha realizado a lo largo de la legislatura, a pesar de tratarse de su agenda oficial. En el mismo sentido, también se negaron a proporcionar el listado del coste de estos viajes, alegando que los grupos parlamentarios pueden disponer de estas cifras realizando las consabidas preguntas parlamentarias por escrito.

Dolors Montserrat, portavoz de los populares en el Parlamento autonómico, desmiente estos extremos: “En más de una ocasión se han negado a darnos los datos por escrito de las preguntas parlamentarias que les formulamos”, afirma a El Confidencial. La diputada popular señala también que “la Generalitat oculta gastos”, como “los costes de algunos viajes o de la apertura y el mantenimiento de las embajadas”. Y subraya: “No se puede pedir una buena financiación al mismo tiempo que Carod va gastando a mansalva sin dar explicaciones y sin haber transparencia en sus gastos”.

Otra queja de los populares es que “desde el Govern, nunca nos han querido proporcionar información de si estos viajes han repercutido en Cataluña económicamente o en el turismo”. En el mismo sentido, Dolors Montserrat apostilla que “Carod-Rovira no se aplica la expresión de “manos limpias” de la que él hace bandera”.

Opacidad en las cuentas

Los viajes de Carod Rovira que más revuelo despiertan son aquellos que llevan asociados la apertura de una embajada de la Generalitat en el extranjero. Entre ellos se encuentran el desplazamiento a Berlín, con un coste total de 15.136 euros; el de Londres que costó 19.958 euros; o el de Nueva York, adonde Carod viajó en enero y se dejó 80.939 euros en la puesta en marcha de la delegación exterior de Cataluña en la famosa Quinta Avenida de la ciudad norteamericana.

Aunque estos son los viajes más conocidos del dirigente independentista, no son en ocasiones los más costosos para el erario público. Carod vistió Ecuador por un precio de 43.000 euros, a lo que hay que sumar el millón de euros que donó al gobierno de Rafael Correa para la protección de las lenguas indígenas.

Pero el desplazamiento más costoso de los que se han podido obtener los datos hasta el momento, es el realizado a la India, con un dispendio de 114.908 euros, según las cifras facilitadas por el PP a este periódico. Y la lista sigue con viajes a Mozambique (52.000 euros), Suiza (9.611 euros en un acto del Comité Olímpico Internacional); o Finlandia (25.175 euros).

Además, Carod nunca viaja solo. En Frankfurt se llegó a dejar 30.343 euros para cubrir los gastos de la Feria del Libro -en la que Cataluña participaba como invitada de honor en el certamen- y el desplazamiento y alojamiento de un numeroso grupo de periodistas catalanes. Tampoco acudió en solitario a Escocia (14.006 euros), Países Bajos (19.085 euros) o Israel y Jordania (38.788).

El vicepresidente ha visitado esta última semana la isla de Cuba. Cuánto ha costado el viaje, al que también asistieron la viceconsejera, Roser Clavell, y el presidente del Institut Ramón Llull, Josep Bargalló, es, a día de hoy, una pregunta sin resolver.