Defensa irrita al PNV por el despliegue del Ejército y la bandera española en suelo vasco

El nacionalismo vasco nunca ha visto con buenos ojos la presencia de las Fuerzas Armadas en Euskadi, pese a que su despliegue se ha reducido tanto en las dos últimas décadas que ya es casi testimonial. Pero que el Ejército realice unas maniobras en un lugar tan emblemático para el imaginario nacionalista como el monte Gorbea, donde además extendió dos enormes banderas españolas alrededor de la cruz que lo corona, ha debido parecerle una provocación al PNV, que ayer expresó su "profunda preocupación" por lo ocurrido y exigió explicaciones a la ministra de Defensa, Carme Chacón.

Cerca de un centenar de militares procedentes de la base que el Ejército de Tierra tiene en Munguía (Vizcaya) realizaron una marcha el pasado día 18 hasta la cima del monte Gorbea, que se eleva 1.482 metros entre las provincias de Álava y Vizcaya. La escalada formaba parte de unas maniobras "rutinarias", según aseguraron ayer a El Confidencial fuentes militares, que calificaron de "habitual" el despliegue de la bandera española al concluir unos ejercicios. El Ministerio de Defensa se negó a dar su versión de los hechos a este periódico.

Varios militares que participaban en las maniobras, pertenecientes a una compañía del Regimiento Arellano, con base en Munguía, se encaramaron a la gran cruz metálica que se levanta en la cima del Gorbea y desplegaron a su alrededor dos banderas rojiigualdas. La cruz mide poco más de 17 metros de altura, y fue erigida en ese emplazamiento en 1901 después de que el Papa León XIII animase a alzar cruces en los montes más altos de la cristiandad. Junto al pie del monumento se colocó, en 1963, una imagen de la Virgen de Begoña.

Ayer, el portavoz del PNV en la Comisión de Defensa del Congreso, José Ramón Beloki, dirigió tres preguntas por escrito a Chacón exigiéndole conocer "todos los detalles" de lo ocurrido en la cima del monte Gorbea, lugar de peregrinación de miles de vascos y uno de los destinos favoritos de montañeros y excursionistas de aquella comunidad autónoma. Pero, sobre todo, un accidente geográfico que identifica como pocos a Euskadi y del que han tratado de apropiarse los nacionalistas.

"Exhibición" de la bandera

El PNV, tras mostrar su "profunda preocupación" por los hechos, pregunta a Chacón "qué objetivo militar perseguían" los soldados "con la colocación de una bandera española en el monumento", y si el Ejército "tiene establecido algún protocolo, normativa o costumbre de uso" para la "exhibición" de la bandera española en maniobras militares. Fuentes peneuvistas explicaron a El Confidencial que si las respuestas de la ministra de Defensa "no son satisfactorias", pedirán su comparecencia este verano en la Diputación Permanente del Congreso, ya que el periodo ordinario de sesiones concluye la próxima semana.

La de ayer no era la primera vez que el PNV expresaba su rechazo a la presencia del Ejército en el País Vasco. En septiembre de 2006, el Gobierno autonómico presidido entonces por Juan José Ibarretxe exigió el "cese inmediato" de unas maniobras militares que se desarrollaron en las tres provincias vascas, y que incluyeron lanzamientos paracaidistas en la playa de Ereaga, en la localidad vizcaína de Getxo.

Un año más tarde, en 2007, el Ejecutivo vasco se negó a que el Ejército actúe en Euskadi en situaciones de emergencia. Ibarretxe exigió al Gobierno central la derogación del real decreto que establece el protocolo de intervención de la Unidad Militar de Emergencias (UME), cuya creación fue un empeño personal de José Luis Rodríguez Zapatero. Los nacionalistas consideraban que ese decreto invadía sus competencias, a pesar de que el texto especifica claramente que las Fuerzas Armadas sólo intervendrán en el País Vasco sin autorización previa del Ejecutivo autonómico en caso de "emergencia nacional".

El despliegue del Ejército en Euskadi se reduce en la actualidad a poco menos de 2.000 efectivos, concentrados mayoritariamente en los acuartelamientos de Munguía (Vizcaya) y Araca (Álava).