Los rumanos irrumpen en campaña: PSOE y PP se disputan sus votos para las Europeas

Los rumanos afincados en España han pasado de ser una mera fuerza laboral extranjera, a un jugoso caladero de votos. El próximo 7 de junio, por primera vez, estos ciudadanos comunitarios votarán en nuestro país en las elecciones europeas. De acuerdo con el INE, 46.117 rumanos se han inscrito en el Censo Electoral, una cifra que, sumada al resto de extranjeros comunitarios, alcanza los 275.732 electores. Un número nada despreciable para unas elecciones que, según el último sondeo del CIS, se podrían decidir por un puñado de votos, y en que la abstención se plantea como el gran problema para PSOE y PP.

El grupo más numeroso de extranjeros inscritos lo constituyen los británicos, con 75.623 ciudadanos. Le siguen los rumanos, y los alemanes, que suponen 33.632 electores. A cierta distancia se encuentran los italianos (29.502), los franceses (25.056), los portugueses (15.965) y los holandeses (11.056). Los búlgaros, que también se estrenan en estos comicios europeos, aportan 8.251 electores. Pese a estos números, la abstención también predomina entre los comunitarios que viven en España, ya que de los dos millones de extranjeros que podrían votar, sólo cerca de 300.000 han culminado los trámites para emitir su papeleta.

Saber por qué opción política se decantarán los rumanos y búlgaros es una incógnita para los especialistas electorales de los grandes partidos españoles, ya que no hay precedentes y se trata de un colectivo bastante heterogéneo. No obstante, tanto Jaime Mayor Oreja, candidato del PP, como Juan Fernando López Aguilar, del PSOE, han tenido encuentros con asociaciones de inmigrantes para intentar captar su voto. El pasado martes, López Aguilar se comprometió a defender los derechos de los rumanos “como los de los españoles”, y destacó  que los socialistas españoles apostaron, antes que otros países, por conceder a rumanos y búlgaros los mismos derechos que a cualquier otro ciudadano europeo.

Por su parte, Mayor Oreja, también el martes, mantuvo una reunión con inmigrantes en la que rechazó la propuesta del Gobierno para que los rumanos en paro regresen a su país en busca de trabajo, pero cobrando íntegramente el paro español. Mayor Oreja defendió la “libertad individual” frente a los “retornos obligatorios”, y recordó que con el PP en el gobierno se crearon cinco millones de empleos.

Fuentes del comité de campaña del PP señalaron a este diario que los extranjeros están entre sus objetivos, aunque distinguieron entre aquellos que trabajan en España pero piensan regresar a su país, y aquellos que se han establecido a largo plazo. Los primeros podrían decidir su voto de acuerdo con cuestiones que puede afectar a su lugar de origen, mientras que los segundos votarán pensando en las circunstancias por las que atraviesa España. Por ello, esperan que crisis económica y la destrucción de empleo lleve a estos extranjeros a votar por el cambio que podría suponer el PP.

Desencanto y abstención

José Luis Adrados, del instituto de sondeos IPSOS, explicó que los inmigrantes integrados laboral y socialmente en España se liberan del bagaje político de su país y votan bajo los mismos parámetros que el resto de electores. De este modo, la campaña que lleven a cabo los partidos políticos será tan importante para convencer a los extranjeros como a los españoles. De acuerdo con Adrados, los inmigrantes también están desmotivados de cara a las Europeas, dado que la crisis eclipsa cualquier otra cuestión.  

La abstención se perfila como la gran protagonista de los comicios. Doina Fagadar, portavoz de la Asociación Rumano-Hispania Romania, apuntó que su colectivo está “desencantado”, y preocupado por los problemas cotidianos, especialmente el desempleo. Según Fagadar, los rumanos no confían en la nuevas medidas presentadas por el Gobierno socialista, como el retorno, ni por el Ejecutivo de su país. “Algunos se han ido a Rumanía, pero han tenido que regresar a España”, afirmó. Un desencanto que, según Fagadar, puede llevar a los rumanos a optar por el PP, ya que, además, el pasado comunista de Rumanía hace que muchos voten por el centro derecha.