El PP diseña un pacto con Unió Mallorquina para quitarle el Govern a Antich

De nuevo el cambio acecha Baleares. La comunidad autónoma acaso más convulsa políticamente se enfrenta a nuevos casos de corrupción, un president indeciso y un PP dividido que no asumió bien la huida de su antiguo líder, Jaume Matas, afincado ahora en Estados Unidos. Los populares diseñan ahora un pacto con Unión Mallorquina para quitarle el Govern a Francesc Antich.

 

Miquel Nadal (presidente de UM y conseller de Turismo), Francesc Antich (president del Govern, PSOE) y Rosa Estaràs (presidenta del PP, número 2 del Govern Matas) son los tres protagonistas del complejo tablero político del archipiélago balear.

 

Nadal, la estrella polémica

El presidente de los nacionalistas isleños, Miquel Nadal, se ha convertido en la estrella polémica de Baleares. Nadal, hambriento de poder, quería ser alcalde de Palma y se quedó sin la poltrona municipal (fue para el PSOE). Su sueño sigue siendo la Alcaldía de la capital mallorquina, pero se conformó con el caramelo de la Consellería de Turismo.

Nadal sustituyó a Francesc Buils, que quiso hacer cambios en el equipo de la Consellería sin consultar a su jefe. Lo pagó caro. Le sustituyó Nadal, quien por el momento ha convencido a los empresarios turísticos con su gestión al frente del sector más importante de las Islas (agrupa el 80% del PIB).

Eso sí, no contaba con que la Fiscalía Anticorrupción de Baleares le ha echara el guante. Imputado por el caso Can Domenge y acusado de los delitos de prevaricación, malversación de caudales públicos y revelación de secretos. Nadal presentó su dimisión a su partido, pero el resto de la dirección de UM no se la aceptó.

La anterior líder de Unió Mallorquina, Maria Antònia Munar, Sa Princesa, ahora preside el Parlament de Baleares. Munar ya no maneja el partido como antes. Cedió a Nadal la Presidencia de UM (es presidenta de honor) y podría abandonar la política al finalizar esta legislatura.

 

Antich baraja adelantar las elecciones

El president del Govern no quería repetir los errores del primer Pacte de Progrés que pilotó entre 1999 y 2003, con el apoyo de UM y los grupos políticos de izquierda. Ahora dialoga con el sector turístico (nada que ver con la legislatura de la ecotasa), pero tras la imputación de Nadal baraja la idea de adelantar las elecciones.

La galopante crisis económica perjudican los intereses electorales de Xisco Antich, que hace apenas un año tenía encima de la mesa del Consolat de la Mar, la sede de la Presidencia del Govern, encuestas internas que le situaban cerca de la mayoría absoluta (el PP consiguió en mayo de 2007 el 49% de los votos).

Antich, dubitativo, solicitó audiencia en Ferraz. Se entrevistó con Pepe Blanco y Pepiño le pidió que no convocara elecciones anticipadas, que aguantara el chaparrón. La aprobación del campo de golf de Son Baco, en la localidad mallorquina de Campos, por parte de UM y el PP, y en contra de la opinión del Govern, podría acelerar un cambio de planes del president.

 

Estaràs busca acercarse a UM 

Cuando Jaume Matas huyó a Washington para trabajar en el grupo Barceló, dejó el marrón a la que fue su vicepresidenta en el Govern, Rosa Estaràs. Esta política se convirtió el pasado verano en la presidenta del PP de Baleares, tras un duro rifirrafe interno con el alcalde de Calvià, Carlos Delgado.

Estaràs intenta un acercamiento a Unió Mallorquina, conocedora de que sin UM no tiene ninguna posibilidad de recuperar el poder. El primer guiño a los nacionalistas ha sido el visto bueno a Son Baco. El segundo, mirar hacia otro lado con los casos de corrupción de UM. La ex vicepresidenta no quiere hablar de la imputación de Nadal.

El PP de Balares descarta una moción de censura pero exige elecciones anticipadas. “Los ciudadanos tienen que volver a hablar”, subraya Estaràs, quien sí va diseñando, sin luz y mucho menos con taquígrafos, el pacto con UM que Nadal quería y Munar le negó a Matas en 2007.