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Patxi López necesita a Basagoiti si quiere ser lehendakari del cambio
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Patxi López necesita a Basagoiti si quiere ser lehendakari del cambio

¿Puede ser Patxi López el próximo Lehendakari y ocupar el despacho de Ajuria Enea que hasta ahora estaba reservado para Ibarretxe? Puede, si está dispuesto a

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Patxi López necesita a Basagoiti si quiere ser lehendakari del cambio

¿Puede ser Patxi López el próximo Lehendakari y ocupar el despacho de Ajuria Enea que hasta ahora estaba reservado para Ibarretxe? Puede, si está dispuesto a pactar con el líder del PP vasco, Antonio Basagoiti, que por ahora es el único que ha dicho de manera clara y concisa que sus votos serán para echar al PNV del Gobierno vasco. El único, porque López hizo un discurso ambiguo, consciente de que cualquiera de las alternativas que tiene por delante, dos, son a cada cual peor para los intereses de sus mayores en Ferraz.

 

El PSE ha obtenido un buen resultado, seis escaños más que hace cuatro años -de 18 a 24-, pero no ha alcanzado el objetivo que se había propuesto para esta campaña: doblegar al PNV, es decir, sacar aunque solo fuera un escaño más. De hecho, las previsiones que tenía Ferraz pasaban porque el PNV bajara de 29 a 27 escaños y que el PSE subiera hasta 28 e, incluso, 29 para, de ese modo, liderar el cambio el Euskadi y gobernar en solitario con los votos prestados en la investidura por un PP venido a menos -entre 9 y 11 escaños, según esas previsiones-.

Pero nada de lo que José Blanco, vicesecretario del PSOE, tenía escrito en su cuaderno se ha cumplido. El PNV ha subido un escaño, y el PP, lejos de hundirse, ha mantenido el tipo y aunque ha perdido dos escaños –de 15 a 13-, es más decisivo ahora que nunca. Jaime Mayor y Nicolás Redondo hubieran firmado por este resultado en 2001, pero ahora la responsabilidad del acuerdo recae sobre López y Basagoiti pero, por encima de todo, sobre los intereses nacionales de Rodríguez Zapatero.

Por eso Patxi López hizo ayer por la noche un discurso muy ambiguo, que igual servía para interpretar que va a pactar con el PNV, que para sostener que va a hacerlo con el PP. El pacto con el PNV puede costarle caro a los socialistas  en términos de apoyos electorales, tanto en el País Vasco como a nivel nacional donde prácticamente le estaría escribiendo el discurso al Partido Popular, pero a Zapatero le daría un respiro parlamentario con el apoyo de los nacionalistas vascos de modo permanente.

Además, con ese pacto difícilmente López podría ser lehendakari porque no hay ninguna razón que haga pensar que el partido más votado, el PNV, vaya a ceder por las buenas la Lehendakaritza.

Y el apoyo del PP también le va a costar más caro, porque lejos de hacerle un préstamo con sus votos para que gobierne en solitario -algo impensable siendo el segundo partido más votado-, Basagoiti va a exigir entrar en el Gobierno. A esa coalición le falta un voto, el de UPyD, pero Rosa Díez tendría difícil explicar que no la apoya aunque no cuenten con ella, así que si se trata de desalojar al PNV, con UPyD saldría la suma: 38 escaños. El problema, sin embargo, es que ese pacto debilita parlamentariamente a Zapatero, y además no le gusta.

El fiasco de UPyD

 

Ese pacto a tres es necesario para que López sea lehendakari si el recuento exterior confirma los resultados actuales -24 PSE, 13 PP, 1 UPyD-, porque López todavía confía en recuperar un escaño que a última hora fue a parar a EA, que sumó 2, y en ese caso ni siquiera le haría falta que UPyD le diera su voto, y le bastaría con el PP. Un PP que ha visto como el partido de Rosa Díez le ‘robaba’ alrededor de 22.000 votos repartidos en las tres provincias y que le hubieran podido hacer sumar 2 o 3 escaños más.

Lejos de eso, esos 22.000 votos solo han servido para que Rosa Díez alcance un escaño por Álava que le ha costado poco más de cinco mil votos. Ni los cinco mil de Guipuzcoa, ni los 10.000 de Vizcaya le han abierto la puerta del Parlamento Vasco. Un escaño, en definitiva, muy caro que si se confirman los pronósticos de López, encima puede no ser para nada decisivo.

¿Y los nacionalistas? En conjunto, el actual tripartito ha perdido más de 60.000 votos en unas elecciones en las que ETA ha estado ausente, de manera que el voto radical ha ido a parar al voto nulo, y en parte a Aralar que sube de 1 a 4 escaños robando protagonismo a EA y a EB en el nuevo parlamento. La marca vasca de Izquierda Unida se hunde hasta el borde mismo de la extinción, confirmando la tendencia a la baja de la coalición. El PNV, por su parte, aglutina el resto del voto nacionalista hasta el punto de que también EA amenaza con desaparecer en unas elecciones en las que no ha compartido cartel con Ibarretxe.

Basagoiti salva los muebles

 

Y el PP ha conseguido conjurar a las encuestas, incluidas las de pie de urna, esas en las que nadie que vote a la derecha se atreve a decirlo en voz alta y que siempre le dan a los ‘populares’ un resultado peor del que luego ofrece el recuento, 9-10 escaños en el caso de las elecciones de ayer. Lo cierto es que los sondeos y preelectorales adelantaban un mal resultado y ponían el techo en 12 escaños, con posibilidad de bajar a 11 e, incluso, 10. Lejos de eso, una campaña imaginativa y muy certera en los mensajes ha permitido a Basagoiti estrenarse con buena nota y convertirse en decisivo para la formación de gobierno.

Tras el portazo de María San Gil, era muy importante para el PP vasco aguantar el tipo en estas elecciones, y lo ha conseguido. Aunque es pronto para analizar de donde han venido los votos que han cubierto en parte los que se han ido a UPyD, y que eran los que arrastraba San Gil, lo cierto es que con un mensaje de moderación y cambio el PP ha conseguido sumar nuevos afectos probablemente de las filas del centro-izquierda, esos que no le han dejado al PSE ganar las elecciones pese a haber engordado con los votos de EB y parte del nacionalismo.

¿Puede ser Patxi López el próximo Lehendakari y ocupar el despacho de Ajuria Enea que hasta ahora estaba reservado para Ibarretxe? Puede, si está dispuesto a pactar con el líder del PP vasco, Antonio Basagoiti, que por ahora es el único que ha dicho de manera clara y concisa que sus votos serán para echar al PNV del Gobierno vasco. El único, porque López hizo un discurso ambiguo, consciente de que cualquiera de las alternativas que tiene por delante, dos, son a cada cual peor para los intereses de sus mayores en Ferraz.

Patxi López Antonio Basagoiti